Como no podía ser de otra manera, los resultados del primer semestre del ejercicio 2020 del grupo Bodegas Riojanas se han visto impactados por los efectos del Covid-19. Como señala la compañía en su Informe de Gestión, estos efectos han sido especialmente perturbadores en los meses de marzo a mayo, "en los que las restricciones de movilidad han sido más severas y, por tanto, han tenido un impacto directo en el consumo de vino en hostelería y en las exportaciones", si bien la compañía destaca que la diversificación de sus canales de venta, junto a una cierta recuperación de la actividad en el mes de junio, "han contribuido a reducir el impacto en la facturación consolidada" y "el esfuerzo en la contención del nivel de gastos estructurales "ha permitido mantener en cifras positivas los resultados.
En concreto, la facturación consolidada del grupo en el primer semestre del año se situó en 5,84 M€, un 15% menos que un año antes, con un retroceso del volumen comercializado del 14% y una caída del ebitda del 18,9%, hasta los 1,18 M. Los beneficios de explotación se situaron en 436.000 € (772.000 € en el mismo periodo de 2019) y los netos en 194.000 € (frente a 467.000 € un año antes). No obstante, la cifra de endeudamiento se mantiene a niveles similares al ejercicio precedente, con 24,78 M€ de deudas a corto y largo plazo. Además, Bodegas Riojanas aclara que los primeros seis meses del año vienen a representar en torno al 34% en relación al periodo total de 12 meses.
Con motivo de la situación de excepcionalidad causada por el coronavirus, el grupo se ha visto forzado a presentar varios ERTES, que han afectado a la totalidad de la plantilla de las sociedades Bodegas Riojanas y Bodegas Viore, si bien a partir de mayo, con el comienzo de la desescalada "nos encontramos desarrollando nuestra actividad prácticamente con normalidad".
Mantiene sus planes estratégicos
De hecho, en este primer semestre del año Bodegas Riojanas ha lanzado novedades previstas tanto para el canal de alimentación ('Viña Albina', en la DO Rueda) como en hostelería (nueva imagen den 'Monte Real' crianza y blanco fermentado en barrica). También ha mantenido proyectos que tenía en marcha, a nivel de I+D y Sostenibilidad, y en relación al Plan de Digitalización, orientado a potenciar la comunicación en redes sociales. Este área, que define como "estratégica", permitirá a la compañía trabajar en algunos de sus objetivos prioritarios, como la potenciación de las marcas y el desarrollo del enoturismo. Como explicaba Santiago Frías, presidente del grupo, en una entrevista publicada recientemente por Alimarket en relación al canal online, "aporta un diferencial con respecto a otros y es que nos permite estar más cerca del consumidor, conocerle mejor y adaptarnos a sus gustos y necesidades. Por otro lado y en concreto en el mundo del vino, la compra online implica definir términos de búsqueda más allá de la mera categoría y se dispone de tiempo para ahondar en la información que se proporciona, por lo que el consumidor tiene más conocimiento".
Precisamente, Bodegas Riojanas ha definido, como sus grandes líneas estratégicas, el "crecimiento rentable tanto del mercado nacional como internacional, incremento del valor de nuestras marcas, mayor orientación al cliente y creación de una filosofía de eficiencia y mejora continua".
El ejercicio 2019 del grupo vitivinícola se cerró con una cifra de negocio de 20,28 M€, un 5,6% más que un año antes, representando el mercado nacional un 81% del total, pero con un incremento de las exportaciones del 8,5%. Precisamente, el año pasado Bodegas Riojanas lograba volver a beneficios (netos de 337.000 € y de explotación de 757.000 €) y aumentaba el ebitda de 680.000 € en 2018 a 2,263 M en 2019. Con bodegas en Cenicero y en San Vicente de la Sonsierra (La Rioja), en Toro (Bodegas Torreduero), en Rueda (Bodegas Viore) y en Rías Baíxas (participación del 54,16% en Veiga Naúm), el grupo Bodegas Riojanas comercializó 4,1 Ml de vino en 2019.
