Cervezas Arriaca afronta 2021 con el objetivo de mantener la facturación después de sufrir un retroceso el año pasado debido a la pandemia. La compañía ha cerrado 2020 con más de los 540.000 l, lo que ha supuesto una reducción de un 16% con respecto a las cifras de 2019. “Con la hostelería cerrada o a medio gas durante este tiempo, tenemos que estar contentos porque la diversificación de nuestros canales de comercialización nos ha permitido aguantar el tipo en un año nefasto para todos”, señala Jesús León, CEO de Arriaca.
Con una facturación de 1,48 M€, un 16% menos que en 2019, la cervecera ha culminado durante el pasado año una notable ampliación de sus instalaciones, con una inversión total por encima de los 750.000 €. Esta circunstancia la ha colocado en la línea de salida para producir hasta 2 M de l al año de cerveza artesana.
Arriaca no ha ejecutado ningún ERTE ni ajustes de plantilla. El desplome de la hostelería como consecuencia del confinamiento y las restricciones sanitarias posteriores se ha visto compensado parcialmente con mayor presencia de la compañía en el canal alimentación (grandes superficies, supermercados y otros comercios minoristas), donde creció un 8% durante el año 2020.
“La apuesta de las grandes superficies por la cerveza artesana nacional nos ha permitido expandir la presencia a lo largo del país y queremos continuar con esta dinámica, puesto que con la ampliación en fábrica estamos en condiciones de hacerlo”, apunta León.
También el tiempo de crisis, especialmente durante el confinamiento total, ha servido para ampliar las cifras en la venta online de Arriaca, que ha registrado un crecimiento a triple dígito, en concreto un 325% más con respecto a 2019.
Aun así, esos buenos resultados no compensan las minoraciones que la crisis ha causado en otros canales. “La crisis de la hostelería ha propiciado que hayamos facturado un 48% menos en distribución, mientras que en el canal de terceros, es decir, en lo referente a otras cerveceras nómadas que realizan su producción en Arriaca y que dependen casi en exclusiva de la hostelería especializada, la caída es superior al 82%”.
Pese a todo ello, “la diversificación de canales nos ha permitido salvar un año negro para el sector e incluso nos permite afrontar con optimismo el también difícil 2021 que hemos iniciado”, en palabras de León. “Nuestro objetivo sería repetir las cifras de 2020, pero es imposible hacer previsiones certeras”, añade.
Por formatos, el envase en lata fue el más vendido, hasta alcanzar un 85% de la producción total, unos 20 puntos más que en el ejercicio 2019. El resto, se reparte casi a partes iguales entre botella y barril.
“Son cifras que se explican por dos razones fundamentales”, recuerda León. “En primer lugar por la caída de la hostelería en 2020, que utiliza mayoritariamente barril y botella como envases y, en segundo lugar, por la tendencia generalizada del sector de la cerveza artesana en apostar por el envase en lata por sus buenas propiedades para contener cervezas de determinadas características”. Arriaca fue en 2016 la primera cerveza artesana en apostar por este envase, que se ha convertido en una de las claves de las buenas cifras y del crecimiento de años anteriores de la firma guadalajareña.
Entre las variedades de cerveza que salieron de la fábrica de Arriaca durante 2020 destaca el estilo IPA (India Pale Ale), en el que el lúpulo es el protagonista destacado y que supuso hasta un 74% de la producción total, incluyendo todas sus variedades lupuladas. “Ello refleja el recorrido que le queda a un estilo que lleva de moda varios años en España y que cada vez cala más entre la cultura cervecera del país”, señala León.
