Félix Solís Avantis, uno de los primeros grupos elaboradores y exportadores de vino, ha actualizado el Plan de Sostenibilidad 2020-21 con un objetivo más ambicioso: reducir a finales de este mismo año sus emisiones en un 48%, tanto las directas (procedentes de sus actividades de producción) como indirectas (derivadas del consumo de electricidad). Esto equivale a evitar que cinco toneladas de CO2 acaben en la atmósfera anualmente.
Para cumplir este objetivo de reducción en tan corto plazo de tiempo, Félix Solís ha contratado a la consultora especializada en gestión energética y descarbonización CREARA, que ha realizado una auditoría energética y el cálculo de la huella de carbono de las bodegas del grupo situadas en Valdepeñas (Ciudad Real) y La Puebla de Almoradiel (Toledo), así como de los centros de descarga de uva ubicados en Moral de Calatrava y las fincas de Viña Albali y Los Molinos. Ha sido verificado por parte de Bureau Veritas, de acuerdo con los principios del Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol).
Estas acciones se enmarcan en la hoja de ruta del grupo para conseguir un balance de emisiones cero en la próxima década. Como primer paso en esta hoja de ruta, el grupo bodeguero ya se ha asegurado de que todo su suministro de electricidad del año 2021 provenga de energía de origen 100% renovable, mediante la adquisición de garantías de origen para todo su volumen.
Tras esta primera fase, la compañía planea continuar incluyendo otros compromisos que permitan la reducción a cero de su huella de carbono. En el medio plazo, Félix Solís proyecta incluir instalaciones para el autoconsumo solar fotovoltaico. Como última etapa de su plan medioambiental, el grupo bodeguero planea diseñar una hoja de ruta específica en relación con la reducción de la huella de carbono del transporte, así como requisitos sostenibles para proveedores y empresas asociadas.
En palabras de Félix Solís Yáñez, presidente del grupo vinícola: "Somos conscientes de la cada vez mayor demanda social de sostenibilidad. La producción, comercialización y distribución vitivinícola no pueden ser ajenas a la urgente necesidad de adaptarse a fuentes de energía limpias. Hemos fijado un objetivo tan contundente como la reducción de la mitad de nuestra huella de carbono en un año porque esto no puede esperar. Queremos mandar un mensaje claro al consumidor cuando pongamos un buen vino en su mesa, y es el de que además se ha elaborado de forma responsable con el medio".
Además de los centros productivos manchegos que están siendo objeto del Plan de Sostenibilidad (Valdepeñas, donde el grupo tiene su sede, y La Puebla de Almoradiel), integrados ambos en Bodegas Félix Solís, el grupo opera a través de la división Pagos del Rey con bodegas propias en las DO Ribera del Duero, Rioja, Rueda y Toro. Sus productos están presentes en más de un centenar de países, siendo algunos de sus mercados más potentes la UE (con filiales propias en Alemania, Francia, Reino Unido y República Checa), EE.UU: (también con dos distribuidoras), Rusia, Japón y China (en este último, con una bodega y una distribuidora). También dispone de oficinas de representación en México, Rusia y Caribe y está desarrollando un proyecto vinícola en Chile, con bodega propia.