Seis de cada diez españoles consume cerveza de vez en cuando y cinco de cada diez toma vino alguna vez. Así se desprende de la encuesta realizada por la empresa de investigación de mercados Appinio sobre consumo de alcohol, realizada con una muestra de 4.000 ciudadanos repartidos equitativamente entre Alemania, Francia, Reino Unido y España. Concretamente, el informe expone que un 58,1% y un 50% de los españoles consultados consumen vino y cerveza, respectivamente, de vez en cuando, superando la media global europea situada en el 46,5% y el 41,8%, siempre según la información recopilada por la consultora. Los europeos nos superan, por su parte, en el consumo de licores, más frecuente en el caso de los británicos (un 26% reconoce tomarlos de vez en cuando) y alemanes (20%), mientras los franceses se revelan como los menos proclives a este tipo de referencias.
Entretanto, los vinos espumosos atraen mayoritariamente a ciudadanos franceses, alemanes -que se inclinan por su consumo frecuente en un 26% y un 24%- y británicos (19%), frente al 18,4% de los usuarios españoles. Algo similar ocurre en el caso de los combinados, con británicos y alemanes a la cabeza en el consumo (25% y 23%, respectivamente), salvo que en este caso los consumidores españoles quedarían en el tercer puesto en sus preferencias (17,4%) por esta categoría, por delante de los ciudadanos franceses (14%).
Un 44,8% de los españoles no ha variado su consumo de alcohol
Durante el periodo de confinamiento general y los meses posteriores, marcados estos por las restricciones impuestas por la crisis pandémica, cuatro de cada diez españoles mantuvo intacto su consumo de alcohol. En concreto, un 44,8% de los consultados manifiesta la ausencia de variaciones en su consumo; mientras un 23,2% declara haber consumido menos bebidas alcohólicas en el periodo y un 18,2% haber consumido “un poco más”. Si ampliamos el foco al ámbito europeo, el estudio desvela que, a nivel global, un 47,9% de los usuarios consultados no habrían experimentado cambios en su consumo de este tipo de bebidas (porcentaje que se eleva hasta el 53,1% en el caso de Francia y al 54,6% si atendemos a las respuestas de los encuestados alemanes) y un 28,8% habría consumido menos (el 17,6% menos y el 11,2% un poco menos).
En línea con esta estabilidad en el consumo de alcohol desde el estallido de la pandemia, cuatro de cada diez españoles (un 41,1%) manifiesta su preferencia por las bebidas prémium, aspecto que no habría experimentado cambios en la coyuntura actual, superando en más de diez puntos a aquellos británicos y alemanes que se habrían mantenido fieles a este tipo de referencias, sin diferencias sustanciales en su comportamiento. Las peculiares circunstancias vividas en el último año y medio habrían provocado que hasta un 17,2% de los británicos y un 15,9% de los ciudadanos franceses consultados para la encuesta se hayan premiado con bebidas alcohólicas más caras, frente al 10,7% de los alemanes y un 9,8% de los españoles que habrían consumido referencias de mayor valor añadido en el periodo.
3 de cada 10 españoles compra alcohol más barato durante la pandemia
En el otro extremo, un 27% de españoles y un 28,3% de británicos se habrían decantado por bebidas más asequibles desde el inicio de la pandemia, frente a alemanes y franceses, en cuyo caso el porcentaje de usuarios que se inclinaron hacia productos más baratos rondó el 20%. Al tiempo, los españoles se desvelan como los menos proclives a consumir alcohol barato y, así, sólo un 22,1% responde que habría mantenido sin cambios su consumo de bebidas alcohólicas en el rango más asequible. Frente a este porcentaje, el informe de Appinio arroja porcentajes del 41,3% en el caso de los alemanes y del 30,1% en el colectivo francés, que se declaran consumidores de referencias de menor valor añadido y cuya preferencia no habría variado en este tiempo.
En términos generales, el ciudadano español es más propenso al consumo de vinos (un 58,1% los consume de vez en cuando) y espumosos (categoría que un 50% toma de forma esporádica), frente al 46,5% y el 41,8% de porcentaje global arrojado por la encuesta. Los vinos y licores sin alcohol atraen también en mayor medida dentro de nuestras fronteras y, así, un 21,1% de los encuestados declaran consumir de vez en cuando vinos sin alcohol, superando así en más de seis puntos los resultados generales de la encuesta (15,9%); mientras un 5,6% se inclinan ocasionalmente por la versión sin alcohol de licores, frente al 4,4% de los europeos.
En cuanto a la frecuencia de compra de bebidas alcohólicas, los ciudadanos británicos se desvelan como los más activos, con un 23,3% de los encuestados en el rango de una vez semanal, seguidos de los españoles, de los que un 21,2% lo hacen una vez por semana y un 27,1% espacia sus compras hasta dos o tres veces al mes. En Francia y Alemania, los porcentajes mayoritarios se sitúan en una ocasión por mes, con un 24,6% y un 27,5% de los ciudadanos en este rango, respectivamente.
Entretanto, y con vistas a la nueva normalidad que se intuye con los avances de los países europeos en el proceso de vacunación, los ciudadanos consultados consideran que su consumo de alcohol no variará significativamente tras la pandemia, sino que se mantendrá en niveles similares a los actuales. Así, un 61,4% declara no prever cambios en su comportamiento, porcentaje que se eleva hasta el 66,1% en el mercado español; un 18,3% del total consideran que reducirán ligeramente su consumo (el 16,2% en España) y un 9,4% de la muestra reconoce que consumirá un poco más una vez radicada la pandemia mundial.
Los europeos optan por el súper
Los resultados del estudio elaborado por Appinio desvelan una aplastante victoria de los supermercados como canal de adquisición mayoritario de alcohol en Europa, con un porcentaje que alcanza el 86,2% y que se eleva hasta el 90,9% en suelo español. Un 8,3% de los consumidores patrios manifiesta que adquiere bebidas alcohólicas en tiendas de barrio y un 7,6% en establecimientos de bebidas especializados. En lo que respecta al canal protagonista de la pandemia, el e-commerce o canal online, España camina por detrás de la corriente europea, donde un 9,2% de los consumidores declara comprar alcohol online frente al 7,1% de los compradores españoles que hacen uso de internet para adquirir este tipo de productos. Por países, Reino Unido y Alemania concentran un 12,8% y un 11,7%, respectivamente, de consumidores que adquieren alcohol a través de internet, frente al 5,5% de ciudadanos franceses que hacen lo propio.
Combinados y licores, mejor fuera de casa
En lo que se refiere a los lugares de consumo, el comprador español está alineado con lo que ocurre con la media registrada por los alemanes, británicos y franceses en el caso de vinos espumosos, combinados y productos sustitutivos del alcohol. De este modo, preguntados por las situaciones de preferencia a la hora de consumir estas bebidas alcohólicas, el hogar se sitúa como lugar mayoritario de consumo en todos los casos, excepto en combinados, categoría de consumo mayoritario fuera del hogar, según un 67,6% de los encuestados y que, en el caso de España, alcanza el 69,6% de la muestra.
Por el contrario, el hogar aglutina mayoritariamente el consumo de espumosos (un 71,3% a nivel global y el 69,6% en nuestro país); combinados (con un porcentaje de ciudadanos que alcanza el 32,4% y se sitúa en el 30,4% en suelo español) y alternativas sin alcohol, con un 66,9% de ciudadanos europeos y un 69,6% de los encuestados españoles que desvelan consumir mayoritariamente en el ámbito doméstico. Este último concentra igualmente el grueso del consumo de cervezas (61,8%), vinos (74,9%) y licores (65,7%), según los ciudadanos encuestados por Appinio, con sustanciales diferencias en el caso del comprador español.
En nuestro país, el consumo de cervezas estaría equilibrado en los ámbitos doméstico y extradoméstico, con el 47,8% y el 52,2% de las respuestas de los encuestados; y también se balancearía entre ambos canales el consumo de vinos, toda vez un 56,5% de los encuestados en suelo español revelan consumir en casa y el 43,5% fuera de sus hogares. En el caso de licores, la tendencia en España es justo la contraria que, en el conjunto de los países seleccionados para la muestra, con una inclinación mayoritaria del consumidor al ámbito extradoméstico (un 60,9% de los preguntados).
El 80% de los españoles consume cerveza sin alcohol de forma esporádica
También se aprecian sustanciales diferencias entre el consumidor español y los franceses, británicos y alemanes en su inclinación por las bebidas sin alcohol como alternativa a las referencias tradicionales. El consumidor en Reino Unido y Francia (con la única excepción de espumosos/champagne, categoría en la que un 50% declaran no consumir alternativas sin alcohol) se mostraría más propenso al consumo de este tipo de productos que el español o el alemán.
En España, un 80% del consumidor de cervezas manifiesta consumir a veces sustitutivos sin alcohol, si bien un 20% se muestra tajante y afirma que nunca las consume. En vinos, se muestra más flexible y un 40% declara consumir frecuentemente caldos sin alcohol y hasta un 60% manifiesta tomarlos a veces. En licores y combinados, hasta un 60% se muestra proclive a su consumo de vez en cuando y un 20% admite inclinarse frecuentemente o nunca por estas alternativas.
El español, más fiel a sus marcas de referencia en vinos
En cuanto a la fidelidad del consumidor europeo a sus marcas de referencia, hasta un 37,8% del comprador de cerveza reconoce optar siempre por su enseña preferida, cuatro puntos por encima del usuario español, que se mueve entre varias marcas en un 36,5%, según los datos recogidos por Appinio. Un 23,9% de los consumidores de cervezas europeos prueba nuevas marcas de vez en cuando (porcentaje que se eleva hasta el 27% en el caso de los encuestados españoles) y sólo un 4,2% reconoce adquirir marcas diferentes cada vez que compra este tipo de bebidas alcohólicas, frente al 3,2% de españoles que se declaran “infieles” y se decantan por diferentes marcas en cada ocasión de compra.
Si atendemos a las preferencias en vino, los españoles admiten una mayor fidelidad a su marca o marcas preferida, con un 34,9% de encuestados que se decantan siempre por las mismas enseñas y un 23,8% que se inclina siempre por la misma marca, frente al 28% y el 23,9% de los europeos que se mueven en esas respuestas, respectivamente. Entretanto, los europeos se muestran de media más proclives a probar nuevas marcas de vez en cuando (35,9%), frente al 30,2% de los españoles que se inclinan por marcas diferentes, y también es mayor el porcentaje (12,2%) de aquellos que adquieren nuevas referencias cada vez que compran en comparación con el usuario español (11,1%).