El Comité de Gestión de Cítricos (CGC) ha comunicado los primeros envíos experimentales -242 t. repartidas en nueve contenedores- de naranjas Valencia españolas con destino a India. La operación se ha llevado a cabo desde las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Castellón, tras conseguir la autorización de la Consejería Agrícola de Nueva Delhi, y ha contado con el soporte económico de la Comunidad Valenciana. Bagu, Juan Motilla, García Ballester, Vicente Giner, Martinavarro, Fruxeresa, Frutas Tono, Fontestad Citrus y Cañamás han sido los operadores que han participado en el proyecto.
"Si esta misión culmina con éxito y el protocolo se ratifica en estos términos, podremos dar por abierto un mercado lejano, que hoy en día es aún muy complicado pero que, por el potencial demográfico que tiene y por su rápido desarrollo económico, podría convertirse en un futuro en una alternativa válida con la que contribuir a reducir la dependencia del comercio exterior con la Unión Europea (UE)", manifiesta al respecto la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu Feliu.
La entidad pone en valor "el trabajo previo" del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa), el cual ha permitido este primer envío en "unas condiciones viables", puesto que se ha sustituido el tratamiento de frío exigido en el preembarque, según explica, por otro en tránsito.
En este sentido, el CGC expone que desde el año 2015 varios exportadores venían trabajando "con cierta regularidad" en el envío de pequeños volúmenes de naranjas a India, pese a que las autoridades del país les obligaban a realizar un tratamiento de frío previo al embarque durante 10 y 12 días y a entre 0 y 1,2 ºC. Sin embargo, gracias al acuerdo, ahora las remesas se podrán efectuar mediante un tratamiento preventivo –exigido para eliminar la mosca de la fruta- de unos 20 días, pero a una temperatura más alta y, sobre todo, a lo largo del trayecto al destino.
80.000 t importadas en 2019
India es el tercer productor de cítricos del mundo, tras China y Brasil, aunque su gran población provoca que su cosecha (cifrada en unos 14 Mt, casi el doble que la española) se quede en su mercado doméstico. Por este orden, son productores de mandarinas, limas y limones, y naranjas. La importación foránea es, por ello, reducida, pero el rápido desarrollo económico que viene experimentando este país y la consolidación de la clase media/alta han disparado la demanda. Si en 2009 ésta se reducía a 10.000 t, según el CGC, en 2019 la cifra se aproximó a las 80.000 t.
"Encontrar un espacio para la naranja española será complicado porque India es un destino más próximo a Egipto, que compite en nuestra misma campaña, que hoy tiene una cuota en este mercado superior al 60% y que disfruta de esta privilegiada situación por unos precios más bajos que los nuestros", detalla la presidenta de CGC. No obstante, Sanfeliu matiza que "a medio plazo, o incluso en campañas puntuales, India podría tener un gran recorrido porque la naranja de España goza de gran prestigio exterior y, además, tenemos el know how para conseguirlo".