Un año más, frutas y hortalizas son uno de los productos estrella de la cesta de la compra ecológica. De forma más concreta, y atendiendo a los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (M) en su ‘Informe del Consumo Alimentario en España 2021’, el volumen de alimentos ecológicos en los hogares españoles creció un 0,6% frente a 2020; y, el gasto, un 14,3% -por el aumento del precio medio, que en el último año se situó en 3,66 €/kg/litros (+13,6%)-. Cabe matizar aquí que en este estudio no están presentes todas las categorías de alimentación ni bebidas, sino únicamente aquellas “que mantienen un peso significativo dentro del segmento”. De hecho, estos frescos son los más consumidos, con una ingesta media de 2,7 y 3,7 kg/litros por persona/año, a pesar de que su consumo per cápita se redujo con respecto a 2020 el equivalente a comer 0,23 kg menos de hortalizas y 0,46 kg menos de frutas por persona. Por canales, la tienda tradicional se mantiene como el lugar favorito para las compras de estas referencias (32,6%), seguida del supermercado (25,4%), a pesar de que ambas se anotan retrocesos del 2% y el -0,2%, respectivamente.

En términos de volumen, la alimentación ecológica supone un reducido 2,3% del total de la alimentación consumida dentro del hogar (unos 700 Mkg). Frutas y verduras frescas lideran este segmento, con participaciones del 24,9% (174 Mkg) y el 17,8% (unos 125 Mkg), de forma respectiva. Le siguen carne (13%) y pan fresco (11%). Bebidas vegetales, patatas frescas y huevos, representan el 4,5 %, 5,7 % y 3,5 % del volumen del segmento, y el resto de las categorías, oscilan entre el 0,2% y el 3,0% de cuota. En lo concerniente al valor, los productos bío se hacen con el 3,4% de la facturación global (unos 2.400 M€), en esta ocasión con la carne a la cabeza de la clasificación, con una cuota del 28,2%. Le siguen las frutas con un 13,4% (321 M aproximadamente) y, las hortalizas, con un 10,3% (unos 250 M). Tras ellas, el pan fresco con el 6,8 % del valor del segmento, y los huevos ecológicos y bollería/pastelería ecológica con el 3,8% y el 2,8%, respectivamente

De hecho, José Gómez Blanco, jefe de Compras de Frutas y Verduras de Grupo MAS, comenta que, en 2021 “las ventas de ecológicos no respondieron como esperábamos”. Por ello, a comienzos de 2022, la empresa ha decidido darle “un giro de 180º a esta familia con cambios de implantación, precios, surtidos, señalización en tienda, etc”. Con ello, la andaluza ha conseguido “un comportamiento muy positivo”. “Hay una tipología de cliente que sigue demandando estos productos y tenemos que seguir apostando por él”, concluye este directivo.

En esta misma línea se sitúan tanto El Corte Inglés (“el área de ecológicos no está en el crecimiento que debiera”, explica José Manuel Crespo Banegas, del departamento de compras de frutas y hortalizas); o Covirán, que en su memoria anual establece que su consumo en España sigue siendo “residual”. Aún así, la cooperativa trabaja para “satisfacer” la demanda de los consumidores que optan por eco o bío, poniendo a disposición de los supermercados con más superficie un catálogo con 65 referencias. Por el contrario, desde Consum, Jesús Antonio García Herráiz, ejecutivo de Compras de Frutas y Hortalizas de la cooperativa, asegura que el comportamiento de estas referencias “va en línea con el crecimiento de la sección”. “Ofrecemos un surtido básico, racional y garantizando un diferencial de precio razonable en comparación con el convencional”.

Precisamente el precio sigue siendo uno de los grandes caballos de batalla del segmento, más aún en el contexto inflacionista en el que nos encontramos. Es por ello que, por ejemplo, Carrefour está intentando “democratizar” el consumo de estos alimentos haciéndolos más asequibles a todos los bolsillos con la puesta en marcha de diversas alternativas. Entre ellas, ofrecer el descuento equivalente al importe del IVA en todos sus frescos ecológicos y un surtido de secos de su marca ‘Carrefour Bio’; o sustituir la bandeja de 500 gr. de tomate en rama de la enseña ‘Carrefour’, por el tomate en rama ‘Carrefour Bio’ en todas las tiendas ‘Carrefour Market’, manteniendo el pvp. Entre los lanzamientos más relevantes de 2021, destaca las verduras congeladas -como los pimientos tricolores en tiras-, conservas de guisantes con zanahorias, vasitos de quinoa blanca y roja, crema y caldo de verduras, mix de frutos secos o platos preparados, como el cuscús, “que se ofrecen sin plástico o en envases sostenibles”. De un modo global, la gala estrenó el año pasado 80 nuevos productos de alimentación con ‘Carrefour Bio’, elevando su surtido global a cerca de medio millar de referencias.

Incertidumbre ante la nueva normativa

Al igual que sucede en el resto de los universos hortofrutícolas, la entrada en vigor de las nuevas normativas relativas a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular y el Real Decreto de Envases y Residuos de Envases genera cierta incertidumbre en el mercado de ecológicos en la medida en que el grueso de ellos se venden envasados.

Y es que, una de las “estrellas” de esta nueva normativa la encontramos en la obligación de que las frutas y verduras frescas se presenten al cliente sin envases de plástico tradicionales, una imposición que no se aplica a las frutas y hortalizas envasadas en lotes de 1,5 kg o más, así como a las variedades que presentan un riesgo de deterioro cuando se venden a granel. Precisamente, que tipos de productos se incluyan dentro de esta última excepción será clave. ¿Por qué? La respuesta la encontramos en las palabras de Martín Fernández, quién nos explica que “es probable” que aquellas variedades con más valor añadido, como las ecológicas, “al desprenderse de su envase, pierdan el principal soporte para trasladar a los consumidores las prestaciones diferenciales que, en estos momentos, conocemos a través de las etiquetas”.

Además, abunda esta fuente, el problema no es la norma, sino su “radicalidad”, dado que no solo prohíbe el plástico “sino todos los envases con independencia de sus materiales (incluso de aquellos acordes a la filosofía de la circularidad)” lo que “nos impide continuar liderando actuaciones exitosas de ecodiseño de envases y embalajes que estaban resultando satisfactorias para el consumidor y para los productores”.

Y es que, no debe olvidarse que la distribución estaba llevando a cabo en los últimos años un ingente esfuerzo por envases más sostenibles. Así, Aldi ha eliminado los plásticos de un solo uso, sustituido gran parte de sus embalajes de plástico en la fruta y la verdura bío por ecoenvases de celulosa certificada por FSC (Forest Stewardship Council) y eliminado de su gama de marca propia los artículos de plástico de un solo uso. La compañía se marca como objetivo que, en 2023, el 100% de sus frutas y verduras ecológicas estén sin envasar o bien se utilicen solo envases sostenibles reduciendo al mínimo el envasado y utilizándose solo “para garantizar la calidad y la seguridad del producto y su manipulación”. En España, ya ha conseguido un 83,3% de optimización. En cuanto al surtido, en la memoria anual del grupo Aldi Nord se explica que la alemana se encuentra en proceso de identificar “lagunas” en el surtido ecológico de cada país “para introducir aquellos que faltan”.

Precisamente, fomentar el uso de envases y embalajes más sostenibles, respetuosos con el medio ambiente y que disminuyan el uso de plásticos es, asimismo, una de las prioridades del grupo Froiz. En este sentido, los productos ecológicos procedentes de productores locales ya cuentan con embalajes más ecosostenibles (bandejas de cartón, mallas o cinta).