La densidad comercial en Cataluña continuó el pasado año su tendencia alcista, aunque desacelerando el ritmo de crecimiento que venía registrando en ejercicios previos. En un año marcado por la inflación y la incertidumbre económica, el avance sectorial se vio ralentizado por la conjunción de varios factores, entre ellos, la incesante reestructuración de DIA, que en el plano comercial se tradujo en un significativo número de cierres; la demora de varios de los proyectos de hipermercados de Bon Preu; o la expansión más selectiva de Condis, que aun así, continuó liderando la creación de nueva sala de venta en el mercado de la franquicia. No obstante, el ímpetu aperturista de Lidl y Aldi, pero también la continuidad del plan de renovación comercial de Mercadona, junto al brío de los operadores regionales, impulsaron el avance sectorial en un ejercicio en el que también los principales esfuerzos se dirigieron a mejorar la competitividad y a la búsqueda de una mayor eficiencia por metro cuadrado.