Las marcas de distribución (MDD) ya suponen el 57,5% (+3,5%) del volumen de las compras en gran consumo y el 48,5% (+17,7%) de su valor, según los datos más recientes de Circana, correspondientes a septiembre de 2023. Las principales cadenas están apoyándose más que nunca en sus marcas propias para reducir en la medida de lo posible el impacto de la inflación en la cesta de la compra. Dos movimientos recientes son especialmente significativos: Uvesco ha lanzado ‘BM’, que unificará las diferentes marcas blancas que hasta ahora trabajaba: IFA (Eliges, Sabe y Unnia), Saski, Peñalabra, Bertako y Selecta. En paralelo, está revisando el surtido para actualizar e introducir nuevos productos que completen la gama en todas las secciones. Su plan es que llegue a suponer el 11% de las referencias comercializadas.
Por su parte, Alcampo, que siempre ha hecho bandera de la libertad de elección en sus hipermercados, ha recuperado el histórico ‘Pulgar Amarillo’ eliminado hace cuatro años. Esta decisión ha llegado como parte de otra reorganización de su MDD para clarificar al cliente las alternativas de las que dispone. Según comunicaba el grupo en un reciente encuentro con medios, la aportación de sus marcas ha crecido un 2% en lo que va de año y ya representa el 12-13% del surtido de alimentación y más del 20% de sus ventas.
En el caso de Carrefour, el objetivo es reducir el peso de las primeras marcas y, en general, el número de referencias que maneja. En distribución mayorista, Makro se ha marcado la misma meta con su actual estrategia ‘sCore’: aumentar la presencia de la MDD hasta el 35% de las ventas (el último dato disponible es del 17%) y reducir entre un 30 y un 40% sus 75.000 artículos en venta.