El compromiso de la distribución alimentaria con la eficiencia y el ahorro energéticos abarca cada vez más áreas y aporta más beneficios a las empresas, tanto de imagen como de reducción de gastos operativos. Los mayores esfuerzos de las compañías se están centrando en los equipos de frío comercial, que suponen cerca del 45% del gasto energético total de un establecimiento, según el grupo Supermercados Sostenibles y hasta un 60%, según algunas de las cadenas consultadas por Alimarket. Estos equipos enfrentan en los últimos años una nueva tributación que encarece el uso de refrigerantes, pero la tecnología está avanzando lo suficiente para ofrecer alternativas: compresores y condensadores en muebles refrigerados remotos, sistemas de CO2 para sustituir el uso de gases fluorados , condensación flotante, automatización del funcionamiento según temperatura ambiente, ventiladores eficientes y cerramiento de muebles son las principales tendencias para reducir el impacto de la refrigeración. Climatización e iluminación son responsables, cada una, en torno al 15% del total del consumo de un establecimiento . En el primer campo se han generalizado desde hace años los sistemas de reaprovechamiento del calor generado por los equipos de frío; en iluminación, la tecnología LED es la gran baza para las tiendas ecoeficientes. Tras unas primeras generaciones de productos incapaces de conciliar las expectativas de ahorro energético con las de imagen, confort y seguridad, hoy se ha llegado a una oferta perfeccionada con distintos tonos de luz en función de la mercancía que se muestra. En esta área, además, ha ido cobrando cada vez más peso el mejor aprovechamiento de la luz natural y, en consecuencia, el uso creciente de lucernarios.
Se adopten las medidas que se adopten, es muy importante contar también con sistemas de monitorización para supervisar su funcionamiento, conocer patrones de demanda, detectar consumos innecesarios, identificar las medidas y sistemas más eficientes y los ahorros que consiguen, así como su correcto funcionamiento; y detectar nuevas oportunidades de mejora.
El transporte y la logística también es un área donde no se deja de trabajar para mejorar la eficiencia energética de las distribuidoras: desde vehículos más sostenibles ( eléctricos o a gas natural ) a la adopción de estrategias como reducir viajes en vacío, rediseño de envases y embalajes para ocupar lo mínimo en los traslados, y fomento del transporte intermodal. Y, por encima de todas estas medidas, las distribuidoras cuentan con un as en la manga cuyo coste es prácticamente nulo y su rendimiento,infinito: la implicación de los trabajadores . Entre las medidas que han adoptado las principales cadenas de España destacan ideas como el nombramiento de un responsable de Energía por establecimiento o acciones de formación a distancia.
El estudio de Alimarket sobre ahorro energético en la distribución organizada recoge las principales inversiones de 2014 y 2015 , así como las prácticas más exitosas puestas en marcha por grupos como Mercadona, DIA, Eroski, El Corte Inglés, Auchan, Makro, Lidl, Grupo Miquel, Bon Preu, Coviran, Unide, Consum, Vegalsa, Gadisa, HLR, Alimentos El Arco, Semark, Hermanos Martín, Dealz, Maskom, Musgrave, Hiperber, Supermercados Villa de Madrid, Supermercados Bip Bip, Súper Estalvi, Valvo, Murcia Andrés Meseguer, Vidal Supermercados, Cabrero e Hijos, Galerías Gildo o la central de compras IFA, entre otras.