El sector de bebidas espirituosas se recupera a la par que la economía española, lo que se refleja en un mayor gasto en la hostelería y en el buen momento turístico que vive España. De ese modo, las ventas de licores crecieron un 4% en 2016 hasta situarse en los 214 Ml. Una mejora que se mantuvo en el primer semestre de 2017, reflejando un incremento del 2,7% en volumen y del 3,7% en valor, tal y como se detalla en el Informe Anual de Bebida Espirituosas 2017. El consumo sube y a la vez se adapta a los nuevos patrones sociales y gustos, mostrando las siguientes tendencias.
-Whiskies y rones cada vez más premium: los españoles seguimos siendo grandes consumidores de whisky, categoría que vuelve a crecer y domina las ventas del sector con una cuota del 27% (+1,9%). Si bien, son los niveles más premium los que crecen frente a los whiskies más estándar. Según datos de Febe, los segmentos premium y super premium subieron un 6,7% y un 14,5%, respectivamente. Además, van ganando terrenos los whiskies japoneses y las elaboraciones especiales (whiskies más ahumados, single malts de producción limitada, terminados en barricas de Jerez, con un toque de cerveza, etc.). Similar es el comportamiento de los rones, categoría que se mantiene como tercera bebida más demandada (sin tener en cuenta la genérica de licores por su disparidad).
-Ginebras, el éxito del perfect serve se consolida: la aparente moda del gin tonic, como lo conocemos hoy en día, se ha consolidado y lleva a la ginebra a los mayores incrementos en el sector hasta colocarla en unos pocos años a ser la segunda bebida más consumida con una cuota del 22%. Aquí, cabe matizar que hemos pasado de consumir ginebras muy premium y de importación a demandar marcas consideradas estándar y de origen nacional, que ya suponen el 47% de las ventas. Un éxito apoyado en referencias como 'Larios' , la sevillana 'Puerto de Indias' o 'Rives', entre otras. De hecho el concepto del perfect serve que acompaña al gin tonic se está extendiendo a otras bebidas como el whisky, vodka o el vermut.
-La hostelería diurna gana adeptos: con la mejora de la economía los españoles hemos recuperado el hábito del aperitivo y la sobremesa y, gracias a los esfuerzos de las marcas y los profesionales de la hostelería, el tardeo y el afterwork se instauran como nuevas ocasiones para disfrutar de un espirituoso. Estos nuevos modos de consumo han llevado a la industria y a la hostelería a poner en marcha la campaña "Comparte un medio". Además de las medias copas, productos como los licores y las cremas, con una graduación alcohólica media, han registrado un fuerte impulso (crecieron un 8,7% hasta aglutinar el 19% de cuota en volumen) y atraído lanzamientos (Crema de Arroz Panizo, Orochata de Licor 43, Crema de Anís del Mono, etc.).
-Grandes marcas conviven con destilados craft: dentro del mercado de bebidas espirituosas el target determina totalmente la estrategia de las marcas. En este sentido, se da la circunstancia de que las grandes enseñas que mueven volumen centran sus esfuerzos en los millenials, con productos más estándar apoyados en potentes campañas de marketing, patrocinio y promociones en hostelería y redes sociales. Frente a ellos, hay otra tendencia que está despuntando en España, la de los destilados craft o de autor, para un consumidor más experimentado y conocedor del producto, con mayor poder adquisitivo y que valora la calidad, lo auténtico y artesano.
-Marcas que venden experiencias: llegar al corazón del consumidor, identificarse con sus valores, su forma de vida, etc., el marketing emocional lleva a las marcas de bebidas a proponer experiencias más allá del producto. Así, encontramos propuestas gastro o musicales, tematizadas, etc. como las recientes "Fizz & Eat" de 'Cointreau' o las tardes 'Ginial', ambas para el target femenino; las "Noches Seagram's Gin" o 'London Nº 1', y el "Beefeater London Town", acercando a Madrid la esencia de los barrios londinenses (música, talleres, degustación, etc.), por citar los más recientes.