El conflicto entre las seis organizaciones de productores de plátano (OPP) que integran la Asociación de Organizadores de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) se ha resuelto finalmente esta semana. Europlátano y Llanos de Sardina, las dos entidades díscolas con la estrategia de apartar producto del mercado en momentos de crisis -la denominada ‘pica’-, han llegado a un acuerdo con las otras cuatro restantes para modificar las cuotas de retirada y obtener una exención para los plátanos exportados.
“Seguiremos afrontando los periodos difíciles de forma conjunta, pero ahora tenemos una mayor flexibilidad a la hora de abordar la comercialización propia”, explica a Alimarket el gerente de Europlátano, Antonio Javier Luis Brito. Su organización, junto a la de Llanos de Sardina, comunicó a Asprocan que abandonaba la alianza a mediados del pasado mes de diciembre, pero tras varias semanas de negociaciones han logrado revertir la situación. “La asociación no debe meterse en las relaciones comerciales que tenga cada uno de los socios. Su fin es actuar como un lobby político y luchar por los intereses de los plataneros canarios, además de ser una plataforma de promoción del producto”, subraya.
Europlátano justifica su posición en el conflicto debido al esfuerzo a nivel internacional que han estado realizando desde 2015: “Normalmente enviamos a Suiza y Francia entre 40 o 50 t cada semana. Igualmente, tenemos otros envíos puntuales a más países europeos. Si la banana ha adquirido cuota en los mercados, el plátano no puede tirarse porque es mejor producto”. A juicio del gerente de la compañía, el sector se había “acomodado” al tener al mercado español “cautivo” y la banana, con menor coste de producción, les está haciendo daño.
Con la firma del nuevo pacto, las OPP ahora tienen establecido un 70 % de retirada fija, mientras que el 30 % restante se queda como ‘pica’ voluntaria. No obstante, las cantidades que se exporten a otros países, como hace Europlátano y Llanos de Sardina, quedan totalmente fuera de estos parámetros. Es decir, no entran dentro del cómputo obligatorio y opcional. “De esta forma, cada uno apartará lo que realmente le sobra y así no nos acomodamos”, incide Luis Brito.
Tanto Europlátano como Llanos de Sardina afirman que están satisfechos con el resultado de la negociación, pero advierten que no es para toda la vida. Ambas OPP reconocen que el acuerdo es una base sobre la que trabajar, aunque consideran que hay que perfeccionarlo según las circunstancias de cada momento.
En este sentido también se ha congratulado el presidente de Asprocan, Domingo Martín. El máximo mandatario de la asociación platanera ha mostrado su complacencia, ya que tiene hasta 2020 -fecha en la que se negociará la futura Política Agraria Común (PAC)- para “dedicarle toda la atención a los problemas principales”. Martín admite que los dos últimos años, “benignos climatológicamente hablando”, han facilitado la sobreproducción y la consecuente retirada de plátanos del mercado. “Estamos trabajando para introducir el producto en otros países como Marruecos, Suiza o Alemania”, asegura. Abrirse al extranjero y “resolver las divisiones según vayan surgiendo” son, a su juicio, dos aspectos fundamentales para “mantenerse juntos y combatir la competencia desleal de la banana”.