Grupo La Caña ha informado sobre la evolución del proyecto bioRefina, coordinado por el centro tecnológico Ainia, en el que participan varias compañías, aunque la hortofrutícola granadina es la única representante del sector. La investigación se centra en transformar residuos vegetales de la actividad agrícola en bioproductos fertilizantes de elevada calidad higiénica y en biogás.
El consorcio empresarial, en el que también se integran Azud, JB Ingenieros y Biorizon Biotech, ha empezado a dar sus primeros frutos. Según La Caña, las pruebas realizadas con el fertilizante son “esperanzadoras”. Por el momento, se ha logrado una producción de 300 kg diarios, obtenidos de triturar y mezclar los residuos. El resultante es filtrado con el objetivo de reducir el tamaño de sus partículas hasta 200 veces y adaptarlo al riego por goteo. El producto ya se prueba en sus fincas.
El biogás, por su parte, se obtendrá de la confección del fertilizante, dado que el biocombustible se genera durante el proceso y, a su vez, sirve como fuente de calor para suministrar energía al procedimiento. "Es un claro ejemplo de eficiencia energética y economía circular".
Grupo La Caña está formado por las sociedades Miguel García Sánchez e Hijos y Eurocastell Caña (sucesora de SAT Eurocastell). Entre todas, trabajan tanto productos hortícolas (tomate, judía, pepino, pimiento, sandía y melón), como frutas tropicales (chirimoya, mango y aguacate). En los últimos años ha aumentado el volumen de producción ecológica con inversiones en instalaciones y superficie.