Familia Torres presenta 'Mas de la Rosa Vinyes Velles 2016' (pvp. 370 €/botella), un nuevo vino exclusivo acogido a la DOQ Priorat, que procede del paraje del que toma el nombre, en el término municipal de Porrera. Se trata de un viejo viñedo en propiedad de 80 años de tan solo 1,9 ha y éste es el primer vino de la Familia Torres en la DOQ Priorat que procede de un único viñedo singular, un proyecto impulsado por Miguel Torres Maczassek. Las otras dos referencias que elabora, 'Perpetual' y 'Salmos', se nutren de viñas situadas en varios municipios que, en el caso de 'Salmos', son mayoritariamente de propiedad.
La finca tiene plantadas 5.800 cepas viejas de cariñena y garnacha, entre las que se mezclan unas pocas vides de picapoll negre. Todos los trabajos se realizan de manera manual y con la máxima delicadeza para preservar el paisaje y la integridad del fruto.
Es una de las primeras fincas de Porrera en la que históricamente ya se hacía vino, como testimonian viejos lagares de la zona, y está documentada como tal en el libro ‘Crónica de Porrera 1865’ de Josep Simó i Serres.
'Mas de la Rosa 2016', obra del enólogo Jordi Foraster, se ha criado en barricas de roble francés durante 16 meses, respetando la expresión del terroir. El resultado es un vino singular, de extremada finura y estilo fresco, del que se han producido únicamente 2.059 botellas, que se asignarán por cupos a restaurantes gastronómicos de 15 países. El 80% se destinará a mercados exteriores, entre ellos Canadá, Alemania, Inglaterra, Japón, China, Hong Kong y Estados Unidos. Es el vino más exclusivo de cuantos elabora Familia Torres, que ya sale al mercado avalado por la crítica internacional con 94+ puntos Parker y 94 puntos en la revista británica Decanter.
Familia Torres plantó sus primeras viñas en la región a finales de los años noventa y cuenta actualmente con 25 hectáreas de viñedo propio en El Lloar, donde también se asienta la bodega, y 50 ha en Porrera. Recientemente ha adquirido 15 ha en la zona de Els Tossals, donde está realizando una plantación experimental de una pequeña parcela del que será el viñedo de piedra llicorella más alto del Priorat, a 746 m de altura, un proyecto a muy largo plazo pensado para afrontar el cambio climático.