No corren buenos tiempos para los productores y comercializadores de frutos rojos en España. Según la asociación del ramo Freshuelva, su consumo ha caído un 50% frente al volumen de una campaña normal debido a la crisis sanitaria que afecta a Europa desde el pasado febrero. El motivo es la naturaleza perecedera de esta fruta, conforme manifiesta la entidad, además de las restricciones logísticas que dificultan la exportación a Reino Unido, Italia, Francia y Alemania; mercados que absorben el 80% de la producción. Sin embargo, las previsiones hasta la fecha eran favorables y, de hecho, había sido un sector muy activo a la hora de tomar medidas sobre sosteniblidad.
A pesar de que la inversión en inmovilizado material fue menor que en años anteriores, dado que se apostó en mayor grado por la I+D, los operadores de frutos rojos continuaron en 2019 adecuando sus negocios hacia alternativas más amigables con el medio ambiente. Residuo cero, explotaciones agrarias inteligentes o la desaparición del plástico en el packaging fueron algunas de las innovaciones más reiteradas a lo largo de los últimos doce meses. Todas ellas con sus distintivos avalados por las respectivas compañías de certificación en cada materia.
Sostenibilidad y respeto a la normativa fueron dos factores clave en la estrategia de Agromolinillo, que renovó y superó certificaciones como Global Gap; que garantiza la protección de sus cultivos, la seguridad alimentaria de sus productos y la trazabilidad completa en la cadena de suministro. También consiguió los sellos Grasp -de Global Gap-, que se centra en los aspectos laborales; BRC, que abarca la fiabilidad y protección de la fruta, logrando la máxima clasificación (AA); IFS, relacionado con la logística; Producción Integrada, concedido por la Junta de Andalucía; y Certificación en Producto Ecológico, otorgado por la Unión Europea a los alimentados derivados de la agricultura ecológica. Así, su presencia exterior no solo se limita al Viejo Continente, sino que también engloba Arabia Saudí, China, Canadá o Singapur.
CoopHuelva, por su parte, comenzó a implantar tanto en sus explotaciones agrícolas como en sus instalaciones herramientas digitales de agricultura 4.0. El proyecto, desarrollado por tecnológica Verde Smart, aún se encuentra en una fase inicial, en la cual se han presentado voluntarios algunos socios para demostrar al resto los beneficios para la calidad del producto y la eficiencia de los recursos que aportan la tecnología. De momento, ha establecido varios tipos de sensores que no solo registran y analizan condiciones climáticas, sino que también controlan el consumo de nitratos y potasio; así como la huella hídrica y los diferentes tipos de estrés que padecen las plantas de berries. El objetivo es utilizar los datos tomados para aprender y, por ende, mejorar la producción postcosecha.
Precisamente, Flor de Doñana, que lleva tiempo abrazando la sostenibilidad en varios ámbitos de su negocio, dio un paso más al incorporar un packaging totalmente totalmente biodegradable y biocompostable. Se trata de una tarrina confeccionada con celulosa de papel y sello FSC, protegida por un revestimiento elaborado con ácido poliláctico. Este elemento es el más novedoso, puesto que el fabricante Futamura -distribuido por Coverpan en España- ha conseguido imitar la transparencia y la flexibilidad del plástico convencional. Esta firma onubense, en línea con su filosofía corporativa, ha tardado tres años en sumarlo a su oferta. En la actualidad, el 60% de los frutos rojos que salen de su central incorpora el citado envase. “Nuestra meta es llegar al 100% en 2021, aunque depende del cliente”, puntualiza. Además, cuenta con alternativas como el rPET; una opción “intermedia”, de cartón y cubierta de rPET; y redes de plástico biodegradable, de mayor coste. Por el momento, la solicitud de propuestas más sostenibles procede de los mercados europeos como Alemania, Inglaterra, Suiza o Bélgica.
Si quiere ampliar la información sobre este tipo de iniciativas, además de la evolución del comercio nacional e internacional, inversiones o las tendencias del consumo, entre otros factores, puede consultar nuestro Informe 2020 sobre el mercado de frutos rojos en España.