El mercado de gran consumo crecerá a doble dígito el próximo mes de mayo, en concreto un 23%, según el último informe presentado por la consultora Kantar Worlpanel. Y es que, el consumo doméstico sigue incrementándose (+25%) debido al confinamiento, creciendo especialmente las comidas que realizamos entre horas (+56%) y los fines de semana (+48%), lo que, por otro lado, está abriendo "oportunidades de negocio" para algunas categorías de productos. Es el caso de la levadura, harinas o sémolas, que han disparado sus ventas ya que "cocinamos más". No obstante, esta misma fuente puntualiza que este dato de crecimiento podría oscilar entre un mínimo de un 10% y un máximo de un 33%, dependiendo de los diferentes escenarios de 'desescalada' que, a su vez, estarán condicionados por una serie de factores exclusivos de la actual crisis sanitaria en la que se se encuentra inmerso el país, como la fecha de apertura del canal horeca, cuanto tiempo estén los niños en casa o si se llegará a producir un "rebrote" del Covid-19.
En cualquier caso, se trata de tasas "temporales" ya que, a finales de año, el gran consumo podría perder un 3% (unos 300 M), atendiéndonos a la evolución de la última crisis económica de 2008. Y es que, es más que probable que a la actual pandemia le suceda una crisis económica e incluso, que ambas coincidan en el tiempo por lo que, según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española caerá alrededor de un 8% y, el desempleo, ascenderá un 20,8% En este sentido, y teniendo en cuenta como se desarrolló la citada crisis de 2008 (cuando las ventas se redujeron un 6,7%), Kantar asevera que el desempleo "acelera" la pérdida de valor del mercado, en la medida en que se consume más en casa, se incorporan más productos de MDD y hay un cambio en la cesta de la compra, adquiriendo productos con menor valor añadido y reduciéndose las compras de impulso.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que el consumidor actual no es el mismo que en 2008, el país ha cambiado, por lo que las previsiones podrían no evolucionar de la misma forma. Ahora somos más viejos (nuestra edad media es de 43 años por los 40 de 2009), ha aumentado un 19% el número de jubilados, un 5% el de hogares unipersonales o con dos miembros y, sobre todo, somos más digitales (existen un 40% más de hogares con conexión a internet, hasta alcanzar un total del 91%). Especialmente importante es comentar que, asimismo, el ecommerce ha conseguido superar dos de las barreras con las que se encontraba hasta estos momentos: la compra de productos frescos (cuyo consumo ha aumentado un 46%) y conseguir llegar a las personas mayores de 65 años, cuyo target ha avanzado un 57% durante esta crisis. Así las cosas, el canal online representa ya un 3% del valor, frente al 1,6% que aglutinaba antes del confinamiento.
Una segunda diferencia muy importante es que nuestra manera de hacer la compra es totalmente diferente. Así, mientras en 2008 se fraccionaba mucho el gasto y los consumidores visitaban varios establecimientos en busca del precio más barato, ahora lo que predominan son las grandes compras. No en vano, la frecuencia ha disminuido un 11% mientras que el ticket medio se ha incrementado un 37%, además de apostar por el comercio de proximidad, que sigue ganando cuota de mercado -con los supermercados regionales y DIA a la cabeza- en detrimento de cadenas nacionales como Mercadona.