La innovación se ha mostrado fundamental para el desarrollo y crecimiento experimentando dentro del sector hortofrutícola doméstico durante los últimos años, cuya actualidad en el punto de venta puede conoce a través del Informe 2021 de la Distribución de Frutas y Hortalizas en España. De hecho, gracias a iniciativas basadas en la mejora varietal y la apuesta por nuevas variedades, la aparición de multitud de productos que están enfocados a dilatar la vida útil y lograr el punto óptimo o las inversiones llevadas a cabo tanto en las instalaciones productivas como en el transporte hasta el propio punto de venta, el consumo de frutas y hortalizas continúa aumentando a la vez que el agricultor alcanza una rentabilidad superior.
Soluciones para combatir plagas y enfermedades relacionadas con la falta de agua o la subida de las temperaturas, aclimatación de los cultivos a nuevas zonas de producción, propuestas de mayor valor añadido para diferenciarse de la competencia o la aparición de técnicas agrarias y embalajes mucho más sostenibles son algunas de las innovaciones más destacadas que han visto la luz durante el año en curso. Así, y conforme al Informe 2020 de Consumo Alimentario elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa), productos que suelen ir ligados a la innovación como las referencias de IV y V gama, las frutas exóticas o las hojas y tallos tiernos percibieron a lo largo del pasado ejercicio incrementos de doble dígito frente a 2019, ya que tal propiedad estimula la compra, debido a una oferta más atractiva y adaptada a los diversos estilos de vida y gustos del consumidor.
Ante tal coyuntura, la especialista en semillas Basf ha desarrollado nuevas tipologías de lechugas y canónigos en base a cuatro factores: sabor y apariencia, en el que aúna placer y gustos; tecnologías, enfocado a dar solución a la eficiencia en la producción y que incluye “una apuesta decidida” por la recolección mecanizada; lechuga del chef, con variedades diseñadas para la utilización en diversos platos de cocina como sándwiches y hamburguesas o como lechuga snack; y finalmente el concepto convenience, con variedades que facilitan el consumo y fomentan una alimentación más saludable. Estas novedades han ampliado su catálogo en las categorías de little gem (Theras* y VS15**), mini romana (VS73**, NUN 06574 y Winbee*), romana (Boratal* y NUN 06263*) e iceberg (Goldiva, Segobia* y Recilia*). Mientras, también ha notificado la incorporación del canónigo a su portfolio, “un cultivo en auge”, según explica, que hasta el pasado curso era comercializado por su filial Hild Samen, la cual en marzo de 2020 pasó a ser propiedad de la hortofrutícola francesa Graines Voltz.
Pero no toda la innovación de la firma alemana se ha dirigido únicamente al producto, ya que ha construido un nuevo centro de producción en Etiopía, cuyas primeras semillas comenzaron a llegar a Europa durante el pasado mes de junio. El recinto, en el que ha desembolsado cerca de 8 M€, abarca una superficie de unas 15 ha, dos de ellas ocupadas por invernaderos de última generación y el resto por instalaciones e infraestructura dedicadas a la elaboración de semillas en campo abierto. “La producción sostenible de alimentos es muy importante para nosotros y queremos contribuir a hacerla realidad. Por eso estamos tan orgullosos de este nuevo centro que nos sitúa a la vanguardia, dado que es el primer centro de alta tecnología para producción sostenible de semillas del país, con procesos totalmente automatizados de control climático, incluyendo humedad, calefacción y riego”, detalla Basf sobre el proyecto, que al tiempo incluye toda su normativa de salud, seguridad y medio ambiente, aparte de “superar con creces” los requisitos de sostenibilidad exigidos en Etiopía, puesto que la electricidad usada proviene en su mayor parte de fuentes de energías renovables para reducir la huella de carbono, los invernaderos se calientan con paneles solares, cuenta con su propia planta de tratamiento de aguas residuales y puede reciclar los residuos generados sin necesidad de terceros.
De igual modo, Syngenta, que desembolsa anualmente 5.000 M$ en I+D+i para el lanzamiento de nuevas soluciones y variedades, ha focalizado como Basf una parte de sus esfuerzos en los cultivos de hoja. En concreto, se encuentra trabajando en el perfeccionamiento del concepto “nervio sólido” para lechugas, cuyo objetivo es aumentar la rentabilidad en el campo y reducir las reclamaciones en el lineal al tener “mejor presencia”, dado que se trata de una modalidad de lechuga sin huecos y más compacta. También, en el terreno del brócoli, está impulsando varias tipologías como Monflor, que pertenece a la familia Easy Broq y se come el 100% de la pieza, tanto los floretes como los tallos; lo que ayuda a minimizar el desperdicio alimentario. Entretanto, el color ha sido el protagonista de sus innovaciones para las coliflores, con Andrómeda o Green Storm, y las coles de Bruselas, Redarling.
Por su parte, la compañía turca Yuksel Seeds ha tenido presente la resistencia y aclimatación en sus nuevos desarrollos, al incrementar sus variedades de tomate resistentes al denominado virus rugoso (ToBRFV), patógeno vegetal que se contagia a través de la transmisión mecánica, generando que la mercancía quede inhabilitada para la comercialización. Cassarosa, el tomate pera de calibre superior Marcus o la tipología negra Sacher son algunas de las referencias que disponen de dicha propiedad, así como las destinadas a siembras tempranas, Azarbe y Soda, que dan solución a los problemas que supone el cultivo ante el exceso de calor, tanto en el cuaje como en la fortaleza de la propia planta. Además, durante este ejercicio ha puesto en circulación otras innovaciones como el pimiento dulce Princesa, la berenjena Negratín y el pepino corto Bohol. De hecho, la última es su novedad insignia, “debido a un excelente rebrote que aumenta la productividad un 15% respecto a pepinos similares”.
Y es que, como señalan desde Enza Zaden, toda la genética desarrollada por las casas de semillas es intrínsecamente innovación. “Los programas de mejora buscan innovar para todos nuestros clientes, mejorando resistencias, productividad y postcosecha; y para el consumidor, potenciando cualidades que añaden valor como el sabor, la textura e incluso la versatilidad de un producto”, manifiestan las fuentes consultadas. Sus líneas de actuación más destacadas del curso han estado enfocadas hacia las hortalizas de fruto, sobre todo pepino y pimiento, sin dejar de lado la enseña de lechugas aptas para la recolección mecanizada ‘EazyLeaf’, que sigue aumentando con nuevas texturas y colores. “Por ejemplo, nuestra marca de pimientos ‘Tribelli’ es un sello de calidad para todos los actores: lo es para los productores, puesto que nuestro programa es el más amplio del mercado con resistencias pioneras y cuenta con variedades adaptadas a todo ciclo y zona de cultivo; lo es para las cadenas, ya que, gracias a la innovación, hemos garantizado la producción durante los 365 días del año; y lo es para el consumo, al cubrir las expectativas que están revolucionando la manera de comer”, subraya.
Aparte de satisfacer necesidades planteadas a lo largo de toda la cadena de obtención, distribución y consumo de productos hortofrutícolas, el sector nacional debe adaptarse lo más rápido posible a los objetivos fijados por la Unión Europea para el año 2030, normativa que exige reducir un 50% el uso de pesticidas o incrementar en un 25% la producción de alimentos ecológicos, entre otras medidas. Así, conceptos como trazabilidad y transparencia informativa en procesos y cultivos, especialmente en el ámbito bío, cada vez son más valorados por los consumidores a la hora de hacer sus compras, los cuales también tienen en cuenta los atributos del packaging en el momento de tomar la decisión. “Hoy en día, al hablar de sostenibilidad es imposible no pensar en los avances que se han hecho en cuanto a envases con más vida, plastic free y la comercialización desnuda”, puntualiza Enza Zaden.
En esta línea, la especialista en tecnologías y tratamientos postcosecha Citrosol ha apostado durante 2021 por la presentación de nuevas referencias para su repertorio de recubrimientos vegetales. Se trata de Plantseal Tropical y CI-Control. La primera se integra dentro de la gama Plantseal, una de las más precoces del mercado en lograr la etiqueta V-Label, y está ideada para controlar la deshidratación y el daño por frío en las frutas tropicales; mientras que la segunda minimiza los agravios que las bajas temperaturas de las largas frigoconservaciones o de envíos frigoríficos prolongados provocan en los cítricos. “Con el último producto, hemos conseguido una reducción del deterioro similar al obtenido con la adicción de Tiabendazol al recubrimiento, pudiendo prescindir de su empleo para este fin”, expone. Sin embargo, estos lanzamientos no serán los únicos que realice antes de terminar el curso, puesto que ahora se encuentra ultimando la salida de su sistema Citrocide Fresh-Cut para el lavado higiénico de las frutas y hortalizas en la industria de la IV gama, es decir, mínimamente procesadas.
Para este tipo de desarrollos, la firma valenciana ha ampliado su planta piloto ubicada en Potríes, que simula una central hortofrutícola, que evalúa en un lugar controlado lo que puede ocurrir en un almacén. Un salto cualitativo con el que cierra el círculo para testar desde la llegada de la fruta del campo, pasando por el posterior tratamiento drencher y en línea, hasta el almacenamiento. “Nuestro compromiso con los clientes, y una de nuestras señas de identidad, es alcanzar la máxima eficacia y homogeneidad con nuestros tratamientos, de manera que disminuya la variabilidad en la aplicación industrial o, lo que es lo mismo, que no haya brecha entre el resultado en nuestros laboratorios y el que después obtiene el cliente en sus instalaciones productivas”, explican al respecto desde Citrosol.
En tanto, la fabricante de packaging Hinojosa afirma que, además de solventar las preocupaciones de seguridad e higiene, “fruto de la situación que estamos viviendo”, la sostenibilidad se encuentra en la actualidad entre las principales propiedades demandadas por sus clientes: envases reciclables y elaborados con materiales reciclados, que al mismo tiempo mantengan o mejoren las cualidades de los alimentos y alarguen su vida útil, lo que también contribuye a reducir el desperdicio alimentario. Por ello, resalta Barket y Halopack Octogonal como sus novedades más destacadas del último año, dado que están confeccionadas con cartón y un mínimo de film, acoplado al recipiente mediante un sistema de termosellado, que es el responsable de conservar la calidad de los productos más tiempo. Igualmente, ambos formatos se ajustan a la maquinaria que los productores tienen en sus plantas de producción y pueden imprimirse por las dos caras, por lo que la diferencia entre ellos es que Barket es una alternativa para las tradicionales barquetas de plástico de un solo uso, mientras que Halopack Octogonal es un envase primario -integrado en la gama 360Green Packaging- con atributos barrera.
Más allá de la sostenibilidad, Hinojosa está percibiendo tendencias dentro del sector hortofrutícola como la digitalización -trazabilidad e información adicional a través de códigos QR- y el comercio electrónico. Sobre la última, destaca que ha tenido un crecimiento “vertiginoso” en estos meses, a pesar de que ya mostraba una gran fortaleza antes de la pandemia. “Se trata de un nicho que solicita embalajes seguros y resistentes, diseños que adecúen el tamaño al producto y faciliten la apertura y reutilización, en el caso de devolución, para que la experiencia de sus clientes sea perfecta”, detalla.
También el convenience ha tenido su hueco entre las innovaciones centradas en el packaging. Es el caso de las coles de Bruselas microondables de Primeale, cuyo envase facilita la preparación de esta hortaliza, ayudando al consumidor a disfrutar de ella en pocos minutos”, asegura la firma, a la vez que pone en valor que el recipiente del producto sea reciclable. “En este aspecto, hace falta mucha información y concienciación sobre las implicaciones reales de utilizar un material u otro, teniendo en cuenta que el envase cumple varias funciones, entre ellas las de proteger la calidad, cautivar a los consumidores y, en caso de los microondables, servir como componente para cocinarlos”, remarca.
Y es que, de vuelta a los objetivos climáticos marcados por la Unión Europea para el ejercicio 2030, la agricultura actual se enfrenta a un cambio de paradigma, focalizado hacia una producción mucho más responsable y el cuidado del medio ambiente. En consecuencia, un gran número de compañías productoras se están adaptando a esta normativa, además de potenciar técnicas agrarias con métodos más innovadores, cuya finalidad no es otra que el desarrollo de cultivos y procesos más sostenibles.
En este sentido, Primaflor se ha aliado con la multinacional española de biotecnología Kimitec para poner en marcha el proyecto MAAVi Innovation Center, un laboratorio de unos 6.000 m² dedicado a la investigación de soluciones naturales con el propósito de avanzar en el residuo cero de las más de 6.000 ha de extensión que la hortofrutícola destina a los cultivos de hoja al aire libre. De hecho, la iniciativa también le permitirá desarrollar bioinsumos, cumpliendo con la exigencia de reducir el uso de sustancias químicas y fertilizantes nitrogenados, recogida en la citada estrategia comunitaria Farm to Fork 2030. “De esta manera, nos convertiremos en la primera empresa del sector en lanzar al mercado una gama completa de productos de hoja con residuo cero”, señalan desde la productora almeriense. Pero este trabajo con Kimitec va más allá, dado que ambas sociedades abordarán otros retos, como la contribución a mejorar las cualidades organolépticas -como sabor, firmeza y olor- y funcionales -como las quimiopreventivas-, gracias a la utilización de prebióticos y probióticos; la gestión eficiente de agua y nutrientes; la revalorización de aquellos subproductos derivados de la propia línea de confección; y el logro de contar con una mayor vida postcosecha de los productos, para así llegar a lugares más lejanos o minimizar el residuo, al estar más tiempo en el lineal de los supermercados. Sin embargo, Primaflor no es la única productora nacional que trabaja con Kimitec, puesto que lleva a cabo otros programas junto a Unica y Bollo, aunque para diferentes productos.
Go Ideas: Implementación de Desarrollos Ecológicos para una Agricultura Sostenible, por su parte, es el nombre del plan iniciado por Surinver para restaurar la biodiversidad y su funcionalibilidad en la regulación de plagas y “así favorecer la conservación de sus enemigos naturales, disminuir el uso de plaguicidas y mejorar la calidad del paisaje”. Entre las actuaciones realizadas dentro de este plan, la compañía alicantina destaca la producción de setos y plantas acompañantes en sus semilleros, y la posterior instalación de estos recursos tanto en parcelas propias como en las explotaciones agrícolas de productores asociados, su mantenimiento y seguimiento; iniciativa con la que asegura obtener un resultado positivo de las técnicas empleadas, como la mayor abundancia de polinizadores naturales.
También la enseña de sandías ‘Fashion’ ha dado un paso adelante en su compromiso con la salud y el bienestar de la sociedad, trasladando ahora a los mercados el Plan Integral de Sostenibilidad en el que está inmersa y que se traduce en una hoja de ruta con medidas específicas que se revisarán cada año, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas. Dicha iniciativa incluye acciones en cinco temas principales: reducción de emisiones, economía circular, agricultura regenerativa, salud y bienestar y responsabilidad social. Por ejemplo, gracias a esta estrategia Grupo Fashion lleva tiempo planificando su producción de forma “responsable”, con el fin de no contribuir en sobreproducciones que generalmente derivan en desequilibrios entre oferta y demanda. Además, ha renovado el packaging con el que las sandías llegan a sus clientes, apostando por el cartón, con el que reducirá más de 400 t de CO2 hasta 2026 y ahorrará unas 1.100 t de celulosa y 190 t de tintas.
Así las cosas, los principales factores tenidos en cuenta a la hora de lanzar un producto son el sabor, el convenience y, sobre todo, la sostenibilidad. Pero también se consideran otros más como el color y la personalidad propia, señalan desde Yuksel Seeds respecto al ya mencionado tomate Cassarosa. La semillera desarrolla estas novedades en proyectos de co-creación, junto a un grupo reducido de productores, entre los que se sitúa Grupo Agroponiente dentro de España. “Buscamos variedades fáciles de trabajar, diferentes, para que obtengan reconocimiento de su valor en los mercados y con sabor, con el objetivo de enganchar al consumidor y que este vuelva a repetir su compra”, subraya.
De igual modo, La Unión y Rijk Zwaan se han aliado para la producción y comercialización dentro del mercado doméstico de Sweet Palermo Chocolate, un pimiento de estructura alargada similar a la de la guindilla y reconocido por su color marrón chocolate, que “ofrece un sabor dulce, una textura y olor diferentes, y ha sido premiado con el Sabor del Año 2021”, exponen desde la hortofrutícola. Además de dichas características, Rijk Zwaan pone en valor “su versatilidad culinaria”, pudiéndose emplear de topping en ensaladas, salteados, crudités o guarniciones; ya sea cocinado, asado o frito.
También la cooperativa alavesa Udapa ha apostado por el producto prémium con la incorporación a su catálogo de ‘Udapa Gourmet’, una línea que entre su propuesta integra la patata púrpura Beltza, creada y registrada por el centro tecnológico Neiker, con el que la entidad selló una colaboración en 2020, en virtud del cual recibió 600 kgs de semillas, para realizar un análisis agronómico y estudiar su grado de aceptación. “A pesar de que Beltza tiene un color oscuro, que la mayoría de nosotros no estamos acostumbrados a vincular con la patata, esperamos que el consumidor acepte el producto y disfrute del sabor y de todas sus cualidades. Por el momento, está generando mucho interés entre los que no conocían las patatas moradas y, poco a poco, se están animando a comprarla”, afirma Udapa.
Por su parte, el grupo Foodiverse, a través de la filial Agromediterránea, ha puesto en circulación sus lechugas vivas, que preservan la raíz para que el producto llegue “todavía más fresco y limpio” a los hogares. Asimismo, la agrupación valenciana indica que no utiliza tratamientos fitosanitarios en el cultivo de estas referencias, ya que se desarrollan “dentro de un entorno totalmente controlado que garantiza que se encuentran libres de plagas sin necesidad de emplear herbicidas o plaguicidas”. Esta innovación es el resultado del proyecto Farmitank, un sistema pionero para cultivo hidropónico vertical que “permite cultivar diversos vegetales, como lechugas vivas con raíz o hierbas aromáticas en cualquier parte del mundo, asegurando la máxima eficacia en el ahorro de los recursos naturales, con una huella de carbono reducida y un suministro constante a lo largo de todo el año”, puntualiza.