Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España.
Las empresas de la cadena agroalimentaria y distribución para gran consumo y hostelería han dejado patente, en los últimos días, la necesidad de activar “a la mayor brevedad posible” medidas “urgentes” para acabar con la huelga de transportistas que está afectando a toda su actividad, provocando el cierre de algunas fábricas por falta de suministros y el desabestecimiento de productos en los supermercados. Ahora bien, además de estas actuaciones, también han puesto foco en la necesidad de que el Gobierno planifique para futuro y estudie “medidas estructurales” que eviten la subida de precios de las materias primas y la energía, que afectan no solo al petróleo, sino también al gas y a la electricidad y que también sufren las empresas.
Emilio Gallego, secretario general de la Confederación Empresarial de Hostelería de España, considera que las compañías están “controladas por sistemas de regulación de precios y de fiscalidad” que, en lugar de evitar las subidas de estos costes, influyen en su ascenso. “Nos sentimos penalizados por el sistema de fijación de precios”, ha comentado, “a todas luces, la limitación de precios de la energía incentiva la subida”. Por ello, considera que el Ejecutivo debe tener “amplitud de miras” y pensar en “medidas audaces que ayuden a todo el tejido empresarial” para mejorar la competitividad en el conjunto de las mismas.
Gallego ha realizado estas declaraciones en una rueda de prensa de valoración de los efectos de la huelga de transportistas, que encara ya su décima jornada. En ella han participado, además del representante de Hostelería de España, representantes de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc; Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (Aces); Cooperativas Agroalimentarias; Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (Fiab); Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas); y Asociación Nacional Grandes de Empresas de Distribución (Anged). Todos ellos de acuerdo en que los paros deben cesar con la mayor brevedad posible y, para ello, instan al Gobierno para que “encuentre soluciones con la mayor urgencia posible”.
Javier Millán-Astray, vicepresidente ejecutivo de Anged, ha definido como “incalculable” la afectación de esta huelga “al conjunto de la economía española”. Unos “daños que no se pueden tolerar”, sobre todo en un momento “tan crítico” como el actual. En varias intervenciones se han señalado las dificultades empresariales sufridas en los últimos años, desde el Covid-19 hasta la afectación de desabastecimiento por la guerra entre Rusia y Ucrania, pasando por las complicaciones durante la tormenta de nieve Filomena, las subidas de precios de la operativa internacional, etcétera.
Los representantes de las diferentes organizaciones se han mostrado de acuerdo de que “cada día que pasa, el problema se va agravando” y creen necesario que las negociaciones entre el Gobierno y los transportistas se aceleren para poner fin a los paros. En este sentido, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha comunicado el adelanto de la reunión con el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), en la que se precisará la acordada bonificación del precio del gasóleo. La reunión, prevista para el viernes y que se realizará un día antes, el jueves 24 de marzo. Una noticia que ha sido bien acogida por el sector de la cadena agroalimentaria para gran consumo. “Cuanto antes se reúnan, mejor. Todo lo que ganemos de tiempo, sobre todo si esa reunión garantiza soluciones, será bienvenido”, ha comentado Aurelio del Pino, presidente de Aces.
A pesar de ser “uno de los sectores más afectados por la huelga”, estas asociaciones no tienen asiento en la mesa de negociaciones, así como tampoco lo tiene la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera, sindicato que convocó el paro indefinido. Aún así, las organizaciones han expresado que se encuentran “en comunicación permanente” con los ministerios de Transporte y de Alimentación para “plantear los problemas que sufrimos y las medidas que estamos tomando” para paliar los desabastecimientos que comienzan a vislumbrarse en la gran distribución.
Independientemente de la celebración del encuentro entre el Gobierno y la CNTC, desde estas asociaciones demandan a los huelguistas -que no cuentan con participación en la mesa de negociaciones- la finalización de piquetes y actitudes amenazantes contra los trabajadores del sector que “sí quieren trabajar”. Esta sería, en opinión del director general de la Aecoc, José María Bonmatí, la primera de las “medidas urgentes” que deben activarse para evitar una mayor erosión de la actividad del sector alimentario y hostelero español. Por otra parte pide celeridad al Ejecutivo de Pedro Sánchez no solo para activar las ayudas planificadas -valoradas en 500 M€-, sino también “que se concrete a quién llegarán”.
Una de las reivindicaciones que han abanderado los transportistas es que la remuneración de sus servicios estén por encima de los costes que la actividad le genera, un rasgo casi estructural del sector. Preguntado por si estarían dispuestos a negociar este punto con los proveedores del transporte, Bonmatí ha sido directo en su respuesta: “No tiene sentido, en un marco de competencia, pactar ningún tipo de precios mínimos”. Ha asegurado que “el transportista debe tener beneficios” para mejorar la eficiencia y competitividad tanto de su actividad como de la cadena de suministro; sin embargo, considera que un sistema de regulación de precios “no es factible”, sino que se debe “abordar en profundidad los problemas de la cadena de transporte” para buscar una solución a este hecho.
Por otra parte, los representantes de la industria alimentaria han aprovechado su comparecencia para “apelar a la responsabilidad de los consumidores” para que su actitud no incida en un mayor desabastecimiento. Es decir, que conminan a la sociedad a que eviten “el acopio” de productos básicos, que causan tensiones en el suministro, como la leche o el aceite. “La forma más responsable de actuar es teniendo pautas de consumo normales”, ha comentado Aurelio del Pino, presidente de Aces. “El consumidor tiene que entender que estamos haciendo grandes esfuerzos para evitar problemas de desabastecimiento”.