DIA comenzó en 2019 la transformación de su modelo de tienda , implementando un nuevo concepto caracterizado por contar “con un diseño simplificado, más amplio y luminoso”, en el que el grupo cotizado apuesta por convertirse en una tienda de barrio donde el cliente pueda realizar “una compra completa, de manera fácil y práctica, con un surtido muy amplio”. Sobresale, especialmente, su “clara apuesta” por los productos frescos y de proximidad (ya que “nuestra prioridad” son las referencias locales), así como por una MDD “de muy alta calidad con precios asequibles al alcance de todos” (alrededor del 50% de su surtido son marcas propias). Actualmente, este concepto ya está implantado en el 84% de los 2.334 puntos de venta detallistas que conformaban su entramado a 30 de junio de 2023, con una superficie de 1,19 Mm2, tomando como referencia datos aportados por la propia compañía.
Como hemos comentado, entre las novedades de esta fórmula comercial destaca la mayor presencia y visibilidad de los frescos, con la fruta y la verdura como “grandes protagonistas” del establecimiento. Para conseguirlo, la cadena está desarrollando toda una serie de acciones que, por ende, le están permitiendo “mejorar la calidad y variedad de nuestros productos, y disponer en tienda de referencias ‘BIO’, exóticos de origen regional o certificadas (IGP o ‘Sabor del Año’, entre otras)”, gracias a la colaboración de la distribuidora con “proveedores proactivos expertos en el sector y en la evolución de las categorías”. Como resultado, “obtenemos mejoras tanto en la calidad como en las variedades, los orígenes, los calibres o parámetros técnicos”. En paralelo, también se consigue adaptar la logística “a plataformas y tiendas (flujo tenso, control de calidad, coordinación interdepartamental, etc)”, algo imprescindible para el buen funcionamiento de este universo, dado que el suministro “es diario”.
Situadas a la entrada del supermercado, estas secciones, que han incrementado “notablemente” su espacio y modificado su distribución para proporcionar una mayor visibilidad y favorecer la frescura de frutas y hortalizas “gracias a una mejor rotación y reposición”, cuentan con un surtido “variado, de calidad y adaptado a las necesidades de nuestros clientes”. En total, son unas 60 las familias a la venta, repartidas entre dos estanterías horizontales que se configuran como la columna vertebral de este universo. Ambas están divididas en tres alturas, con inclinación vertical y un tope para evitar que los ‘pools’ donde el género está expuesto se desplacen hacia abajo.
Mobiliario que, por otra parte, también se ha renovado, presentándose ahora en color madera y con perfiles negros (donde se han colocado las etiquetas con el precio que, en el caso de las ofertas son de color naranja y, en el del resto, blanco). Por su parte, la iluminación se basa en un sistema de carriles blancos donde se han integrado los focos leds direccionables para crear diferentes ambientes según las necesidades de cada momento.
Como es habitual en la distribución nacional, uno de estos estantes se dedica íntegramente a frutas y, el otro, a verduras, realizándose el pesaje en la propia sección por parte del comprador. No obstante, en los dos se intercala la venta a granel -predominante- con el envasado. A grandes rasgos, tanto en uno como en otro el catálogo está compuesto por “básicos” indispensables (manzanas, peras, tomates, lechugas, zanahorias, etc), que conviven con variedades exóticas (sobre todo frutales, como aguacate, chirimoya, kiwis, mango, papaya, piñas, plátano o banana), además de frescos locales y de temporada (melones, sandías, berenjenas o pepinos) y cítricos. Por su parte, hortalizas básicas como patatas, cebollas o ajos, junto con algunas promociones, suelen situarse en las cabeceras anteriores para que el cliente las vea nada más entrar al establecimiento.
Finalmente, una de las diferencias de las secciones de DIA con respecto a la competencia es que el catálogo ‘bío’ comparte espacio en los lineales con el tradicional, aunque si coincide con el resto del sector en la presentación del mismo: envasado en barquetas recicladas y reciclables.
La sección se completa con un mural de frío vertical cerrado con cuatro cuerpos reunidos bajo el epígrafe único de ‘Verduras’. De estos módulos, dos se dedican, básicamente, a ensaladas, donde los básicos de I gama (bolsas de lechuga lavada, acelgas o brotes), conviven con los más modernos de IV y V gama, además de hortalizas como cebolletas o champiñones y frutos rojos que, si bien no es necesario que estén refrigeradas, si es recomendable para una mejor conservación de las mismas.
Por su parte, las dos restantes reúnen los artículos de mayor valor añadido. Tal es el caso de especialidades como las verduras cortadas o las patatas ‘baby’ para microondas, junto con calabaza cortada o germinados; otros alimentos con base hortofrutícola (guacamole, tomate rallado, gazpachos o salmorejos); y, finalmente, bebidas como kombucha, smothies o zumos, incluyendo los últimos lanzamientos de la cadena para la época estival, que lucen la marca ‘ZumoSfera’. En concreto, en 2023, DIA sumó ‘Piña Colada’, a las dos variedades existentes hasta ese momento: ‘Limonada’ y ‘Mojito’, todas ellos sin alcohol. Por último, tampoco puede faltar la ya habitual máquina de zumo natural de naranja y los frutos secos.