Con el objetivo de “reconquistar Cataluña”, Caprabo ha puesto en marcha su plan estratégico 2024-2026 que incluye un total de 11 acciones divididas en tres bloques: “de conquista”, “de posicionamiento” y “facilitador”. Entre estas actuaciones, se encuentran la implementación de un nuevo modelo de tienda; focalizarse en precio; la expansión de su red de supermercados con franquicias y locales propios; el aumento de la variedad y calidad de sus productos, con especial énfasis en la oferta de proximidad, de MDD y frescos; el impulso del área online con Capraboacasa; y en estrechar y personalizar la relación con el cliente.
Centrándonos en el nuevo concepto comercial, entre sus mejoras destaca la creación de un nuevo espacio cosmopolita y acogedor, con fachadas abiertas y sin carteles; y tiendas más luminosas con mobiliario más funcional y eficiente. Asimismo, cuenta con espacios más amplios y diáfanos y dota de mayor superficie a los frescos, especialmente en el caso de frutas y verduras, que han ganado protagonismo al mejorar su ubicación. Actualmente, la compañía está testando este formato en diferentes supermercados de su red comercial, incluyendo su buque insignia: el ubicado en Travessera de Gracia, 72-78, en Barcelona capital. Precisamente este local ha sido el visitado por Alimarket Gran Consumo, junto a su director general, Edorta Juaristi, para conocer estos cambios “in situ”.
Con una oferta integrada por más de 275 referencias (incluyendo frutas, hortalizas, IV gama y frutos secos), el universo hortofrutícola de Caprabo, tildado de “estrella” por Edorta Juaristi, ha cambiado su situación a la entrada del supermercado porque “para nosotros, es la puerta de acceso a nuestras tiendas en la que mostramos la variedad, la frescura y la localidad, que encontrarán en nuestra tienda”, explica, Laura Mestre, directiva del área comercial de la compañía.
La sección se encuentra encabezada por una selección de productos de temporada (cerezas y melocotones de diversas variedades el día de la visita), cuya exposición se ha cuidado hasta el último detalle. Así, las referencias elegidas se presentan en cestas de mimbre o papel en disposición piramidal, acompañadas de ‘atrezzo’ como palés de madera. En paralelo, estas cestas de mimbre salpican el resto del universo dedicadas a múltiples funciones como, por ejemplo, resaltar las promociones.
Una vez superada esta zona de atracción, nos encontramos con dos muebles horizontales de madera con doble vertiente e inclinación vertical. Cabe destacar que, aunque el género está expuesto en los contenedores originales del proveedor, estos se hallan, a su vez, encastrados en cajas de madera, acorde con el color de la estructura sobre la que se exponen y creando un ambiente más natural. Uno de estos muebles se dedica a la fruta, con básicos como la manzana y la fruta de verano, en su cara anterior, mientras la posterior se destina, íntegramente, a referencias tropicales (coco, kiwi o papaya), y la cabecera está copada por sandías y melones partidos por la mitad. Por su parte, el segundo recoge en uno de sus lados el catálogo de cítricos y, en el otro, hortalizas clásicas (pimientos o calabacines). En ambos, Caprabo ha optado por la reunificación familiar de estos frescos e intercalar la venta al peso (que supone alrededor del 70% del portafolio global), con envasados en mallas o bolsas, “siempre que haya una aportación de valor que justifique su uso”, puntualiza Mestre. Cabe destacar aquí que la isla de las hortalizas se encuentra encabezada por una muy concreta: el tomate, ya que en Cataluña “es muy apreciado”, detalla Edorta Juaristi. Así, encontramos tomate rugoso, cherry o el conocido tomaquet “per sucar”
Una segunda hortaliza que cuenta con un trato “de favor” es la patata, que dispone de mobiliario y espacio propio. Integrado por alrededor de una decena de variedades, incluye desde marcas de fabricante “Amandine”, “Trumferole”,hasta propias (“Eroski Natur”), disponibles en diferentes pesos (1, 2 y 3 kg).
El compromiso de la empresa con la producción de proximidad constituye un elemento “clave en el posicionamiento estratégico de Caprabo” y se enmarca “en la libertad de elección”, señalan desde la distribuidora. No en vano, Caprabo es el “único supermercado” que cuenta con un ‘Programa de Proximidad por Comarcas’, a través del cual ha dado entrada en sus centros a más de 300 pequeños productores y cooperativas agroalimentarias de proximidad y más de 2.600 de sus productos.
Finalmente, el surtido envasado se encuentra a la venta en un mural refrigerado cerrado que discurre paralelo a la zona central descrita. El grueso del mismo está conformado por artículos de IV y V gama, alrededor de un centenar, ya que se trata de una categoría “con mucha proyección”, en palabras de Laura Mestre. Aquí, se incluyen ensaladas -con una oferta que incluye desde bolsas de I gama (lechuga, rúcula o brotes lavados y cortados), hasta boles listos para consumir-); verduras transformadas y cocinadas (zanahoria entera o rallada, coliflor/brócoli por piezas individuales o en floretes, setas y champiñones enteros o laminados, calabaza troceada, mix de hortalizas o alcachofas al vapor para el microondas), complementos (tomate rallado, salmorejo o guacamole) y preparados de fruta, como los tarritos de piña, mango o coco ya troceados.
No obstante, esta última referencia, junto a los encurtidos y algunas especialidades, como los frutos rojos, se venden en un segundo mueble refrigerado de menores dimensiones que el anterior. La sección se completa con un par de estanterías independientes para los deshidratados o los frutos secos (a granel y envasados).