La distribuidora catalana Condis Supermercats está llevando a cabo una renovación de sus secciones de frutas y verduras bajo la premisa principal de modernizar los lineales. En principio, la ubicación del departamento se mantiene junto al resto de secciones de frescos, utilizando muebles bajos para crear una sensación abierta, al estilo de las plazas de mercado tradicionales, dejando a la vista los mostradores atendidos -en este caso, la pescadería-. Así, la frutería está compuesta por un mueble bajo de autoservicio a granel a modo de isla central, rematado por una pequeña cabecera, además de un mural vertical de tres alturas, también pensado para libre servicio.
La góndola central consta de doble vertiente inclinada a cada lado, lo que permite colocar varias banastas a lo ancho y que el comprador conozca de un solo vistazo todas las referencias y acceder a ellas sin dificultad. Además, la perfilería de las vertientes actúa a modo de retenedor para que la mercancía no se caiga.La elección de la mayor parte de las variedades que se exhiben en cada lateral están determinadas por los nebulizadores centrales, una opción de humidificación que Condis utiliza desde hace años para mantener a punto las variedades más delicadas, que, en buena medida, son también los productos de temporada. En este sentido, como explica el director de Compras de Fresco de Condis Miguel Á. Calderón, se conforma un surtido “donde la estacionalidad marca el camino a seguir”. Eso sí, por lo general, un lateral está dedicado a frutas y otro, a hortalizas. En el primer caso, uvas, ciruelas, melocotones, nectarinas o paraguayas, entre otras, se exhiben en banastas trabajadas a modo de cestería y rematadas con hojas verdes de variedades hortofrutícolas en las esquinas como decoración, un detalle que refuerza la sensación de producto fresco y natural que, en general, también se quiere transmitir con la apariencia de madera del mueble. En el caso de las frutas más delicadas, como las picotas, se opta por dejarlas en su caja de cartón original para evitar más manipulaciones. Una disposición habitual en este mueble es que las frutas con hueso ocupen la parte central, mientras que los exteriores se rematan con las más resistentes, como piñas o melones, con variedades como el amarillo o cantalupo, o una novedad en el catálogo de este año, el melón de El Ampurdán, cultivado en exclusiva para Condis en el Parque Natural Aiguamolls, una muestra de cómo la cadena centra su estrategia en frutas y verduras en la producción local y regional.
Ya en verduras y hortalizas, y concretamente para variedades muy estacionales, como la alcachofa o el calçot, esta filosofía se concreta en acuerdos directos con productores locales, con los que se cierran los tratos al principio de cada siembra. El surtido se completa con otras referencias de verduras de cierto valor añadido, como variedades especiales de lechuga, col, cebolletas, puerros o calabazas violín o cacahuete, en ocasiones partida por la mitad, como también sucede en las frutas con artículos como los melones o las sandías, para adaptarse a la demanda de porciones más pequeñas.La importancia de esta isla central se resalta en todo momento con multitud de focos cenitales de luces LED -prácticamente a uno por variedad-, lo que ha supuesto una de las novedades del departamento.
La comunicación en la sección mantiene elementos muy tradicionales, como los portaprecios con pizarra para la descripción de características, como el origen y el calibre, y sistema de baraja numérica para cambiar los precios. Son la opción predominante, aunque para artículos que se quiere destacar se opta por pizarritas con un remate decorativo y escritura manual, que abundan en el estilo tradicional y rústico que se quiere imprimir a la sección. Dada la gran cantidad de focos y la importancia de crear un espacio despejado, hay una ausencia casi absoluta de cartelería aérea, aunque no se renuncia a algún cartel puntual de grandes dimensiones para comunicar alguna oferta especial. El mueble de cabecera que remata la isla central apenas contiene una sola referencia para destacar su comunicación.
Las referencias clásicas de la sección se reservan para los muebles murales, cuyo número varía en función de la sala de venta total del establecimiento, aunque, por lo general, se observa que las alturas superiores se reservan para el surtido común de frutas (plátanos, peras, manzanas, etc.) y las inferiores, a hortalizas como patatas, batatas, limones, ajos o jengibre. En este caso, la presentación también descansa en la inclinación de los expositores, que alojan las piezas a granel o, en el caso de tamaños más pequeños, en bandejas depositadas en expositores de menos profundidad, para garantizar que sigan siendo vistas con facilidad por el cliente. La sección se complementa con una vitrina mural frigorífica vertical para artículos de IV y V gama. Como es habitual, la oferta que se exhibe incluye hortalizas preparadas -desde propuestas básicas, como champiñones laminados, a otras de mayor valor añadido, como calabaza cortada-. También se ofertan algunos embandejados, como cogollos, y complementos como salsas refrigeradas o hierbas aromáticas, además de ‘novedades’ consolidadas con el paso de los años, como tomate rallado o guacamole. No pueden faltar tampoco los boles de ensaladas de V gama, listos para ser consumidos.La renovación de las fruterías de Condis forma parte de un proyecto integral de la compañía para estas categorías que se apoya, desde el lado logístico, en el almacén inaugurado en 2022 en Mercabarna exclusivamente para frescos. Estas instalaciones, a las que se destinó una inversión total de 4 M, incluyen una nave de 5.000 m² para la gestión de frutas y verduras.