La bodega Familia Torres se lanza a por nuevos consumidores y pretende seducir a los más jóvenes con 'Lost Vines', una nueva gama de vinos desenfadados y aptos para veganos. Una propuesta pensada, sobre todo, para la generación millennial, que cuenta con un vino blanco y otro tinto de variedades mediterráneas. El precio recomendado es de 4,85 € por unidad y su comercialización se centra en supermercados y la tienda online de la compañía. Además, la bodega ha apostado por el mercado nacional y, por el momento, no estará disponible en mercados extranjeros.
La relación calidad-precio es un guiño para captar a los consumidores más inexpertos en este homenaje al espíritu aventurero y perseverante de Miguel Torres Carbó, perteneciente a la tercera generación de esta familia de bodegueros originaria del Penedès.
En la década de 1950, con su Renault 4/4, Miguel Torres Carbó viajaba buscando las mejores cepas para elaborar sus vinos, que con el tiempo se convertirían en embajadores de la cultura del vino español. 'Lost Vines' inmortaliza esta historia en su etiqueta, de colores llamativos y contrastes, convirtiendo el coche en el símbolo de la marca.
Para Xavier Rubires, enólogo responsable del proyecto, el objetivo era crear vinos afrutados, frescos y fáciles de beber, que conectaran con los gustos y necesidades de los consumidores jóvenes. "Hemos trabajado con variedades mediterráneas con total libertad, buscando la mejor combinación hasta conseguir el equilibrio perfecto entre la expresión de estas variedades y la intensidad". Y añade que "son vinos muy agradables y con muchos matices, que invitan a una segunda copa".
La variedad 'Lost Vines White Blend', de la añada 2023, está elaborada principalmente con parellada y garnacha blanca. Mientras que 'Lost Vines Red Blend', perteneciente a la añada 2022, es un cupaje de variedades mediterráneas, sobre todo, garnacha y cariñena, que realiza una crianza parcial de 6 meses.