
Las cerca de 200 empresas dedicadas a la ejecución de instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico que operan en España lograron elevar sus ventas un 129% el pasado año 2022 hasta los 890 M€. El crecimiento exponencial de este negocio, impulsado por las ayudas y subvenciones a las instalaciones, y el incremento de los precios de la energía, se mantendrá durante los próximos años, elevando la capacidad instalada de uno de los países que hasta el momento menos rendimiento sacaba a sus numerosas horas de sol.
Posiblemente España sea uno de los países europeos con más horas de sol que menos rendimiento saca a esta fuente renovable de energía. Tras unos primeros intentos llenos de contradicciones, con incentivos y recortes durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, primero, y luego de Mariano Rajoy, este último dio marcha atrás a la apuesta solar con la aprobación del Real Decreto 900/2015. El llamado impuesto al sol, impulsado por el ministerio dirigido entonces por José Manuel Soria, desincentivaba y ponía numerosas trabas al autoconsumo, dejando a esta incipiente industria en la sombra.
Tres años después, la derogación de este decreto en octubre de 2018, por iniciativa del gobierno de Pedro Sánchez, y la adopción de una serie de reformas del ministerio de Teresa Ribera para reactivar el autoconsumo solar fotovoltaico, siguiendo las directrices de la Unión Europea en materia de transición energética, han supuesto un punto de inflexión para el sector. Desde entonces esta industria no ha parado de crecer y no encontrará su techo al menos durante los dos o tres próximos años.
Los datos de la Unión Española Fotovoltaica (Unef) son contundentes. Las instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en España crecieron un 108% el pasado año 2022, con 2.507 MW de nueva potencia instalada, más del doble de los 1.203 MW de 2021 y diez veces más que los 236 MW instalados en 2018.
Según esta patronal, que aglutina a más de 770 empresas, la mayor parte de esta nueva potencia correspondió al sector industrial (47%), seguida del residencial (32%), comercial (20%) y el autoconsumo aislado (1%). España contaría ahora con 5.249 MW de potencia instalada acumulada de autoconsumo, con cerca de 200.500 instalaciones residenciales, según datos de la Unef.
Dos grandes factores explican este crecimiento exponencial. En primer lugar los elevados precios de la energía, sobre todo tras la invasión de Ucrania, que hacen más atractiva que nunca la apuesta por el autoconsumo. El segundo factor, aún más decisivo, sería la lluvia de ayudas y subvenciones concedidas por las diferentes administraciones, en su mayoría procedentes de los fondos Next Generation de la Unión Europea.
Estas ayudas al autoconsumo pueden suponer para empresas y particulares una serie de descuentos que oscilan entre el 15 y 45% en la instalación de placas solares, a los que hay que sumar bonificaciones complementarias en impuestos como el de bienes inmuebles (10-50%), el de construcciones, instalaciones y obras (15-100%) o el de actividades económicas (20-50%), que varían en función de cada municipio, así como deducciones en el IRPF que oscilan el 20 y el 60%, según datos del comparador de energía Selectra.
Ayudas y subvenciones impulsan la demanda
Hay que recordar que el precio medio de una instalación de este tipo ronda los 8.000 €, que suele amortizarse en un plazo de entre seis y diez años, según los expertos. No obstante, las mejoras tecnológicas en el desarrollo de los propios paneles solares y una mayor competencia -sólo en 2022 surgieron más de una veintena de empresas especializadas en autoconsumo- está provocando que con el paso del tiempo estos precios y plazos de reduzcan.
Además, el mercado ofrece alternativas para que el cliente no tenga que sufragar la totalidad del gasto. Así, en las instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico, existen dos opciones básicas: la llamada modalidad llave en mano, donde el cliente realiza la inversión, y la modalidad PPA (Power Purchase Agreement), donde la inversión la realiza la empresa instaladora a cambio de que el usuario se comprometa a comprar la energía generada por el propio proyecto a un precio y plazo determinado.
A pesar de todos estos factores que han provocado este espectacular crecimiento, aún queda mucho camino por recorrer para que esta alternativa sea una fuente principal de energía en España. Actualmente, la energía solar fotovoltaica sólo supone el 10% de la producción neta de energía que se generó en España en 2022, según datos oficiales de la Secretaría de Estado de Energía. Un porcentaje que representa la mitad de lo que aportan la eólica (21,6%) o la nuclear (19,8%) y la cuarta parte de lo que suponen los combustibles (39,4%), primera fuente de energía en nuestro país.
Estas cifras no obstante sitúan a España entre los diez países que mayor rendimiento sacan al sol como fuente de energía, con 15,95 GW de capacidad instalada de energía solar. Sólo Alemania (58,46 GW), con muchas menos horas de sol, e Italia (22,70 GW), con unas condiciones de luz similares, superan a España como los países europeos con mayor potencia instalada. En un par de años España se ha colado en ese top ten mundial, reflejo también de la escasa apuesta mundial por la energía solar.
Las instaladoras facturaron 890 M€ en 2022
En este contexto, las empresas encargadas de ejecutar las instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico se han multiplicado en España y han disparado sus ingresos. En 2018, sin tiempo para observar los efectos del fin del impuesto al sol, estas compañías facturaron unos 90 M€. Un año después la cifra alcanzó los 135 M€ (+50%) y se elevó hasta los 199 M€ en 2020 (+47%), a pesar del parón que supuso la pandemia. Ya en 2021 afloraron los primeros rayos de luz y la facturación de estas empresas prácticamente se duplicó hasta los 388 M€ (+95%). El pasado año 2022 las cerca de 200 instaladoras que participan en este negocio ingresaron cerca de 890 M€ (+129%).
Este crecimiento también genera empleo. En apenas cinco años, el número de trabajadores de las instaladoras especializadas en autoconsumo se ha multiplicado. Si en 2017 sumaban 601 empleados, la cifra alcanzó los 2.000 trabajadores en 2021 y ahora mismo superarían la barrera de los 4.000 trabajadores, según datos de Alimarket.
La demanda se multiplicará hasta 2030
La tendencia se mantendrá al menos durante los dos o tres próximos años. Todo juega a favor de esta industria, a la que sólo le afectaría un cambio de gobierno que supusiera un giro en la actual política sobre energías renovables, algo que, por otra parte, iría en contra de las directrices europeas.
“Este mercado seguirá creciendo a un ritmo muy alto durante los próximos 5 ó 6 años. Después esperamos una estabilización, dependiendo también del mercado residencial en comunidades de propietarios, que está por detonar todavía, a diferencia del unifamiliar, que ya está muy acelerado”, apuntan desde la firma riojana Ecotelia, que desde el año 2021 pertenece al grupo constructor Sorigué. Ecotelia facturó el pasado año 7,66 M€ (+233%) por instalaciones de autoconsumo, con una cartera de contratos que ronda los 10 M€.
Desde la instaladora madrileña Opengy señalan que el mercado en España “crecerá a un ritmo de 2-3 GW/año, pero se estancará en ese entorno, que no es poco, ya que hablamos de una horquilla de entre 1.400 y 2.100 M€ anuales”. La firma, constituida como un spin-off del Grupo Enertis para centrarse en el autoconsumo, cuenta con una cartera de 26 MW para desarrollar en los próximos años.
En EnchufeSolar, la marca comercial de la cordobesa Madama Desarrollos, coinciden en esta visión. “Es evidente que llegará un momento, calculamos que en unos 4 ó 5 años, en el que la demanda se estabilizará, por el siempre hecho de que ya existirá un gran número de cubiertas con instalaciones solares, por lo que el porcentaje de superficies disponibles a ocupar será menor”.
EnchufeSolar, fundada por Daniel Montilla, facturó 10,52 M€ en 2022 (+60%) por este negocio, gracias a las 613 instalaciones realizadas, frente a las 351 del año anterior. La instaladora cuenta desde 2021 con la comercializadora Helios Energía, con la que prevé alcanzar este año unos ingresos conjuntos de 40 M€. EnchufeSolar dispone actualmente de ocho sucursales repartidas por toda España, bajo el modelo de franquicia, y para este año acometerá varios proyectos para empresas como Infrico, Ubago y KFC, entre otras.
“Las previsiones de cara al año 2030 es que se duplique la demanda”, señalan desde la instaladora valenciana Solats, que indican además que “el almacenamiento energético está cada vez más cerca, de modo que los clientes lograrán reducir su factura de luz del 35-40% actual a un 80-85%”. Solats facturó 12,60 M€ en 2022 (+311%) por instalaciones para autoconsumo, con 196 proyectos ejecutados. Su cartera actual supera los 14 M€ para poner en el mercado 22,50 MW.
Dentro de unos años, como señalan desde ID Energy Group, “la demanda progresivamente irá bajando, dando paso a la entrada de elementos complementarios para esas plantas, como la acumulación”. Esta firma, afincada en Ciudad Real, cuenta con una cartera de 18 M€ para la instalación de 32 MW. Lo que parece claro es que “el autoconsumo industrial se ha convertido en una necesidad, por lo que la demanda seguirá aumentando en la medida que sigamos teniendo altos costes de energía”, apuntan desde la sevillana Tentusol, centrada en parques fotovoltaicos, pero que cuenta con una línea de autoconsumo industrial.
Muchas de estas compañías comenzaron su andadura en el primer boom que vivió este sector, unos años antes de que la crisis de 2007 y las posteriores reformas relegaran a la sombra a estas empresas. Tras el decreto del impuesto al sol, las supervivientes se vieron obligadas a reorientar su negocio como empresas de servicios energéticos y en los últimos años han retomado su actividad como instaladoras de autoconsumo solar fotovoltaico.
Además de estas especialistas, poco a poco otras empresas dedicadas a la ejecución de instalaciones eléctricas o de climatización también están apostando por potenciar esta línea de actividad visto el espectacular crecimiento de la demanda. Las grandes constructoras, con divisiones de energía, aunque centradas en el desarrollo de parques solares, también están empezando a dirigir su mirada hacia el autoconsumo solar.
Atraen la atención de inversores y fondos
Este vertiginoso crecimiento ha provocado que varias de estas empresas que han empezado a relucir den rápidamente el salto al mercado alternativo bursátil. Así, instaladoras como SolarProfit, EiDF y Enegy Solar Tech cotizan en el BME Growth, al igual que la empresa energética especializada en autoconsumo solar Holaluz, que cuenta con su propia instaladora (Clidom Solar). Enerside Energy, otra compañía especializa en la industria solar fotovoltaica y que cotiza en este mercado, ha constituido recientemente una empresa de autoconsumo, por lo que quizá no tarde mucho en dar el salto.
Las grandes eléctricas están apostando también por el autoconsumo. No obstante, la mayoría de estas compañías no disponen de instaladoras o filiales propias que ejecuten estas instalaciones. Ofrecen un servicio integral al usuario, encargándose de todo el proceso, pero subcontratando la instalación a otras empresas especializadas.
Iberdrola, por ejemplo, lidera el mercado de autoconsumo fotovoltaico en cuanto a número de instalaciones y potencia gestionada, a través de su servicio Smart Solar. Esta firma ofrece un servicio integral, con la que alcanzaría una cuota de mercado que, según la compañía, rondaría el 40%, desde que se introdujera en este negocio en el año 2015. Sin embargo, el grupo no tiene una filial propia encargada de ejecutar la instalación y recurre a empresas colaboradoras.
La lista de proyectos industriales realizados en el último año por Iberdrola incluyen plantas de autoconsumo para Makro en varios de sus centros (5,68 MW), para Amazon en Madrid y Barcelona (5,12 MW), para Lactalis en Albacete (2,31 MW), para la sede de Mapfre en Majadahonda (1,80 MW) y para AkzoNobel en varias de sus plantas (1,09 MW). Además, la energética ha puesto en marcha numerosas comunidades solares (instalaciones en cubiertas de centros, colegios, parroquias, naves, etc.), que suministran energía renovable a los vecinos de la zona.
Por su parte, el grupo Endesa, a través de su filial de servicios energéticos Endesa X Servicios, puesta en marcha tras el fin del impuesto al sol en 2018, también está apostando fuerte por esta línea de negocio tanto a nivel doméstico como industrial. Así, la compañía ha desarrollado ya varios grandes proyectos de autoconsumo industrial, como el realizado para PortAventura World en Salou (Tarragona), con la instalación de 11.102 paneles solares en suelo, con una potencia de 6,05 MW y una inversión de 4,80 M€.
También la petrolera portuguesa Galp tiene su propia división de autoconsumo, Galp Solar, que subcontrata la ejecución de la instalaciones. Otra petrolera como Repsol selló el pasado año una alianza con Telefónica para poner en marcha Solar360, una joint venture para el desarrollo de instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico.
Sin embargo, el presente informe trata principalmente de aquellas empresas con instaladores propios y especializadas en autoconsumo solar fotovoltaico, tanto doméstico como industrial, y que además suelen ofrecer otros servicios energéticos. La cifra actualmente superaría las 150 empresas centradas en este negocio, aunque sólo en el último año 2022 se crearon una veintena de sociedades dedicadas a esta actividad.
Entre estas últimas en llegar, destaca por ejemplo el grupo portugués Greenvolt, que a finales del pasado curso puso en marcha su filial Greenvolt Next España y que prevé invertir 170 M€ en la ejecución de proyectos de autoconsumo solar fotovoltaico en nuestro país durante los próximos cinco años. Hay que recordar que la portuguesa había entrado unos meses antes en el capital de la instaladora Univergy Autoconsumo, cuyo restante 50% controla Univergy Solar.
A este número de empresas habría que sumar aquellas instaladoras que ejecutan instalaciones eléctricas o de climatización, pero que han puesto en marcha líneas dedicadas al autoconsumo. Sería el caso del grupo francés Eiffage, cuya filial española Eiffage Energía facturó 17,50 M€ en 2022 por instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico, con una cartera pendiente de ejecución de 15,50 M€ para desarrollar 22,20 MW.
Eiffage Energía ha sido la responsable de realizar dos de los mayores contratos de autoconsumo solar fotovoltaico hasta la fecha en España: la planta solar de Cosentino en Cantoria (Almería) en 2022 (20 MW) y su posterior ampliación, con otros 14 MW, que estará lista este año. Tecma, Sima, Obremo, Etralux, Comsa, Remica, Iquord y Acciona serían algunas de las empresas constructoras o instaladoras que están apostando por la ejecución de instalaciones de autoconsumo, principalmente para el ámbito industrial.
Solar Profit, primera instaladora de autoconsumo
Al frente del ranking de las instaladoras especializadas en autoconsumo solar fotovoltaico figura la barcelonesa Solar Profit. Según su últimas cuentas trimestrales tenía previsto cerrar 2022 con unos ingresos de 102 M€ por la venta, diseño y montaje de instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo residencial e industrial. Estas cifras le permitirían liderar este mercado con una cuota superior al 11%. Su crecimiento se basa en el rápido ascenso de su negocio residencial, que hace cinco años era inexistente por la normativa anterior, y que ahora le aporta más del 80% de su facturación. La compañía asegura que desde finales de 2022 acomete unas 1.000 instalaciones mensuales.
Para este ejercicio 2023, Solar Profit, controlada por Óscar Gómez y Roger Fernández, elevará sus ventas hasta los 110 M€, con el objetivo de acometer 65.000 instalaciones residenciales en 2024 (hasta junio sumaba 11.000) e instalar una potencia industrial de 75 MW (32 MW ejecutados hasta el primer semestre de 2022).
El 90% de las nuevas instalaciones que realiza desde el pasado verano incluyen ya baterías que acumulan el excedente de energía. Una opción que se le da al cliente y que para SolarProfit supone un ingreso medio por instalación de entre 2.000 y 2.500 €, según datos de la compañía. Una alternativa que ofrecen ya otras instaladoras y empresas energéticas para que el usuario pueda rebajar hasta el 80% su factura de luz.
Ranking provincial de productores de energía solar fotovoltaica en 2022 (GW)

En el segundo puesto de este ranking de especialistas figura otra de las empresas que cotiza en el BME Growth, la pontevedresa EiDF Solar. La firma, controlada por Fernando Romero Martínez a través de la comercializadora Prosol Energía, tenía previsto cerrar 2022 con unos ingresos superiores a los 315 M€, de los que más de 70 M€ corresponderían a instalaciones de autoconsumo solar fotovoltaico. A finales de 2022, EiDF contaba con una cartera superior a los 70 M€ para llevar a cabo 137 MW repartidos en 653 proyectos.
La compañía alcanzó el pasado año un acuerdo con Sinia (división de renovables del Banco Sabadell) para construir 43 MW de autoconsumo industrial mediante la modalidad PPA Onsite, un acuerdo de compraventa de energía a largo plazo (entre 10-15 años), a un precio fijo pactado. EiDF también alcanzó un acuerdo el pasado año con la compañía integral de infraestructuras energéticas Redexis para poner en marcha un vehículo para la promoción y operación de instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo orientado al segmento industrial y terciario.
Greening, que nació hace más de una década como iniciativa de un grupo de jóvenes ingenieros de la Universidad de Granada, también ha experimentado un crecimiento exponencial en el último año. La compañía granadina ha multiplicando sus ventas por instalaciones de autoconsumo desde los 13,59 M€ de 2021 a los 50,66 M€ del pasado año. En 2022, Greening llevó a cabo 160 instalaciones para autoconsumo solar fotovoltaico, frente a las 96 del curso anterior. Su cartera actual supera los 11 M€, con proyectos para instalar 20,21 MW y con clientes entre los que figuran las energéticas Iberdrola y EDP. El Banco Sabadell adquirió el pasado año una participación del 9,99% en la compañía para acelerar su crecimiento, consolidar su expansión internacional y llevarla al BME Growth a lo largo de este 2023.
El crecimiento, una constante en todo el territorio
La sevillana Quantica Renovables es otras de las empresas que ha registrado un crecimiento espectacular. Fundada en 2017 por Alfonso Garcés López-Alonso, exdirectivo de Abengoa, cerró el pasado año con unas ventas de 30,80 M€, frente a los 5,86 M€ de 2021, gracias a las cerca de 3.000 instalaciones realizadas.
Entre su densa cartera de clientes figuran Grupo Ilunion, para quien instalará 4 MW repartidos entre todas sus lavanderías a nivel nacional; McDonald’s, con la que firmó un contrato marco para la ejecución de 5 MW en sus restaurantes en España; y numerosas empresas de la construcción, para las que ya ha ejecutado o realizará proyectos de autoconsumo industrial, como Danosa, Baux, Levantina, Peronda, Composan, Decocer y Gama Decor, del grupo Porcelanosa, entre otras.
Clidom Solar, la instaladora de autoconsumo de la compañía energética Holaluz, también ha multiplicado su negocio en el último año hasta facturar 29,70 M€ (+479%). El plan estratégico de Holaluz contempla alcanzar las 40.000 instalaciones gestionadas en 2023 y 75.000 en 2024. Para conseguir dichos objetivos, Holaluz ha cerrado este año un acuerdo con Banco Santander para que sus clientes puedan instalar placas solares en sus hogares, además de financiar su instalación con la línea verde de crédito del banco.
La instaladora navarra Solarfam también elevó un 193% sus ventas (25,90 M€) el pasado año gracias a las 82 instalaciones ejecutadas. La barcelonesa Engel Solar también ha disparado su facturación hasta los 25,68 M€ (+79%), con crecimientos del 115% en el segmento residencial y de un 236% en el área de soluciones industriales para empresas. Engel Solar, una de las empresas veteranas de este sector, fundada en 2005 y controlada por la familia Montané, tiene previsto superar los 40 M€ este año, con un plan de negocio de 5.000 instalaciones residenciales y más de 50 MW de potencia instalada en cubiertas industriales al año.
El crecimiento en todas las empresas del sector es una constante, con incrementos de tres dígitos. El mercado se está formando y de momento hay sitio para todas. La instaladora madrileña Ise Energía, con sede en Alcobendas, facturó 24,40 M€ en 2022 (+142%) con más de medio centenar de instalaciones realizadas. Cuenta con una cartera por valor de 25 M€ para llevar a cabo 40 MW. Entre las empresas que han confiado en Ise Energía figuran CLH, con un proyecto de 3,88 MW en Huelva; Cerámicas La Paloma, con una planta de autoconsumo de 1,90 MW en Toledo; y la farmacéutica Liconsa, que instaló el pasado año 1,22 MW en su instalaciones en Azuqueca (Guadalajara).
Por su parte, la barcelonesa Sud Renovables, fundada por Manel Romero y Alfred Puig en 2005, ha pasado de facturar 8,50 M€ en 2021 a superar los 23 M€ el pasado curso, con 775 instalaciones acometidas, frente a las 287 del año anterior. Especializada en autoconsumo industrial, que le aporta el 80% de sus ventas, sus expectativas de crecimiento llamaron el pasado año la atención de la compañía sueca Soltech, que se hizo en junio con el 65% de Sud en una operación valorada en unos 17 M€. La nórdica se guarda una opción de compra por el 35% restante, ahora en manos de la firma de capital riesgo Ona Capital y los fundadores de Sud, ahora accionistas minoritarios. Su cartera supera los 35 MW.
La castellonense Elektrosol, especialista en la instalación de cubiertas fotovoltaicas, también duplicó sus ingresos el pasado año 2022. Facturó 22,50 M€ por su negocio de autoconsumo, con 85 instalaciones realizadas y una cartera actual alcanza los 16 M€ para el desarrollo de 50 MW. Elektrosol cerró hace dos años una alianza con la energética Imagina Energía, centrada en el autoconsumo solar, para ser el socio de referencia en los proyectos de esta firma en la provincia de Castellón.
El grupo Enerland, especialista en la promoción, construcción, operación y mantenimiento de grandes plantas fotovoltaicas, con una facturación de 104 M€ en 2022, puso en marcha en 2021 su nueva división Monticell, dedicada en exclusiva a los proyectos de autoconsumo para el sector industrial y comercial. En apenas dos años de actividad, el autoconsumo le ha reportado a la compañía aragonesa, dirigida por sus fundadores Manuel Balet y Javier Gil, una facturación de 20,50 M€ en 2022 (+807%).
La valenciana Monsolar también elevó sus ventas un 221% en 2022 con una facturación de 17 M€ por autoconsumo y 450 instalaciones ejecutadas, frente al centenar del año anterior. Su cartera llega a los 15 M€ para el desarrollo de 30 MW. La barcelonesa Solideo, con unos ingresos de 21 M€ en 2022 (+337%), está buscando socios para seguir creciendo y duplicar este mismo año esa cifra de negocio. La alicantina Cubierta Solar también ha multiplicado su número de instalaciones en 2022, casi un centenar, con unos ingresos que alcanzaron los 10,80 M€ y una amplia cartera centrada sobre todo en la Comunidad Valenciana.
Retos para el futuro
Los datos de la asturiana Sotysolar, con más de 2.474 instalaciones realizadas, sobre todo en viviendas, y unos ingresos por 14,10 M€ en 2022 (+193%); de la vizcaína Bikote Solar, con 125 instalaciones ejecutadas y unas ventas de 10 M€ en 2022 (232%); de la navarra Enhol, con unos ingresos por autoconsumo de 7,50 M€ (+87%), un centenar de instalaciones y una cartera de 15 M€ para desarrollar 20 MW; o de la empresa palentina Enerpal, con unos ingresos de 6,50 M€ (+299%), confirman que el boom solar no se limita a una zona o territorio concreto sino que es una tendencia en todo el país.
A pesar de que el sector se encuentra surfeando en la ola buena, tampoco es ajeno a los posibles contratiempos que podrían surgir. “No creemos que se frene el mercado por situaciones externas, si bien es cierto que factores como la guerra en Ucrania y el Covid, entre otros, han encarecido el abastecimiento de material y generado retrasos de distribución”, apuntan desde Solats.
Enhol denuncia “la excesiva complejidad burocrática en la tramitación de vertido a red y la falta de transparencia en la capacidad de los nudos de distribución”. Para la zaragozana Endef los problemas pasan por la “dificultad de acceso a los puntos de conexión, la lentitud en la tramitación de los autoconsumos colectivos y un posible cambio regulatorio desfavorable”.
Desde Edison Next Spain, dos de los factores que pondrán el freno en el crecimiento de proyectos de instalaciones solares de autoconsumo “son el permitting (tramitación y obtención de permisos para la puesta en marcha de las instalaciones de energía renovable )y los tipos de interés en alza”. La reducción de los beneficios fiscales a los ciudadanos que opten por invertir en renovables será un factor a tener muy en cuenta, como señalan desde Emovili Spain.
“La falta de equipos podría ser un factor que limitara el crecimiento de las instalaciones solares de autoconsumo”, como confirman desde Sud. “Actualmente estamos sufriendo un gran problema de plazos de entrega con los inversores fotovoltaicos, que hace que se ralentice la ejecución de las instalaciones”, señalan desde Tentusol.
Más a largo plazo, desde Aljaval advierten de una disminución de precio de la energía en horario solar, del aumento de costes, la caída de incentivos y la progresiva menor demanda una vez satisfecho un gran número de clientes.
Lo que parece claro es que la independencia energética“para poder consumir o producir sin preocuparnos de las fluctuaciones del mercado energético es algo que puede aportar el autoconsumo”, como concluyen desde EnchufeSolar.