Tras sufrir un duro ajuste, el negocio de la construcción por fin recobró el pulso el pasado ejercicio. La producción nacional de esta industria creció por primera vez en 2015 desde que estallara la burbuja inmobiliaria, concretamente cerca de un 8%. Este resultado positivo se ha logrado, en buena medida, gracias a la rehabilitación (que ya aporta más del 31% de los ingresos) y al repunte de la edificación residencial, que va acompañada de un aumento en el número de visados de obra nueva.