La rehabilitación y restauración de inmuebles continúa la senda de crecimiento de años anteriores impulsada por la inversión privada y el empuje de la certificación energética de los edificios. No obstante, los bajos niveles de inversión pública, lastrada por las restricciones presupuestarias en aras de los niveles de déficit, impiden el despegue de un sector que ha visto crecer la competencia en los últmos años.