El grupo metalúrgico valenciano en concurso de acreedore , en concurso de acreedore s desde el pasado julio, está cerca de llegar a un acuerdo con la banca para reducir su deuda -unos 230 M€- y poder seguir así adelante, a cambio de que las entidades financieras se hagan con el control de su capital. El porcentaje que podría pasar a manos de la banca oscila entre el 85% y el 90%, que capitalizarían la deuda del grupo a través del denominado Proyecto Fénix . En concreto, las entidades estarían interesadas en hacerse con el 90% del negocio de planos (chapa para el automóvil), mientras que la familia Ros conservaría el 10% de las acciones, según ha adelantado la prensa local. No obstante, Francisco Ros García, consejero delegado del grupo, quiere garantizar un pacto global que le permita salvar además otros negocios siderúrgicos no vinculados específicamente al sector del automóvil . En este sentido, a través del procedimiento concursal busca también implicar en el pacto a otros acreedores para capitalizar deudas en filiales y mantener la actividad.
Ros Casares se convertiría así en la cuarta empresa -tras Bodegas Chivite, GAM y Condesa - en entrar en el Proyecto Fénix, que a finales de mes constituirán los seis grandes bancos españoles: Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell.
No obstante y para formalizar la integración, es necesario resolver el conflicto que el grupo mantiene con la multinacional alemana ThyssenKrupp en torno a la sociedad conjunta Thyssen Ros Casares . Así, en el marco de las negociaciones, ambas partes habrían alcanzado ya un principio de acuerdo , según ha anunciado el diario Levante. Este acuerdo contemplaría la incorporación al proyecto de rescate del centro de servicios de Ros Casares en Vitoria-Gasteiz y de las plantas de Sagunt y El Puig con que cuenta Thyssen Ros Casares. La multinacional alemana se convertiría así en socio industrial al tiempo que reconduciría sus conflictos judiciales con Ros Casares. Como condición, el grupo valenciano tendría que retirar sus acciones judiciales contra la firma germana, en las que le reclama indemnizaciones que suman un importe superior a los 100 M€ por administración desleal y por bloquear el funcionamiento de la filial conjunta. En paralelo, ThyssenKrupp deberá renunciar a su posición de condicionar cualquier pacto a la compra de las mencionadas plantas de Sagunt y El Puig, muy infravaloradas actualmente por la pugna societaria.
Entretanto y hasta que se culmine la firma del acuerdo, propuesta de convenio para cuatro de sus sociedades : Grupo Ros Casares; las filiales Ros Casares Centro del Acero y ES Avilés 177, y la mencionada Thyssen Ros Casares. La propuesta, que contempla una quita inicial del 45%, es coordinada y condicionada y la capitalización de créditos afectaría exclusivamente a la matriz. El grupo Ros Casares consolidó ventas de 307,92 M€ en 2012 -último ejercicio disponible en el Registro Mercantil-, un 17,5% inferiores a las del año anterior. Además, elevó sus pérdidas hasta los 18,66 M.