Por fin parece que ha cambiado el viento en el castigado sector de la edificación español y empieza a soplar a favor. No obstante, esta leva brisa de cara ha pillado a los principales estudios de arquitectura españoles trabajando fuera. No en vano, estos despachos siguen volcados en su estrategia de internacionalización , auténtica tabla de salvación durante la crisis, gracias al gran expertise acumulado durante los años del boom inmobiliario . Este proceso de expansión ha tenido en contra la estructura de un sector fuertemente atomizado y dominado por despachos de carácter personalista y con escasa estructura empresarial. Algunas firmas están adoptando ya un modelo de gestión más complejo con equipos de trabajo multidisciplinares al estilo anglosajón. La principal referencia de este modelo sería ACXT , la marca de arquitectura del grupo de ingeniería Idom, junto a estudios como L35 , Bofill Arquitectura , Lamela , Vidal y Asociados y Fenwick Iribarren , entre otros.
La falta de tamaño de las empresas de arquitectura se ha sustituido, no con operaciones corporativas sino con alianzas empresariales para salir al exterior. El proyecto más significativo hasta la fecha ha venido desde Barcelona, donde una decena de estudios han creado Gina para optar a grandes contratos internacionales. En la misma línea, Ingennus inició operaciones en 2014 fruto de la fusión de cuatro importantes estudios aragoneses. Puede consultar el Informe completo sobre estudios de arquitectura pinchando en este enlace .