La salida de Reino Unido de la Unión Europea (Brexit), además de la incertidumbre que ha generado, tendrá también importantes consecuencias para el sector de la construcción en España. Reino Unido es el tercer destino de las exportaciones españolas de materiales y maquinaria para el sector de la construcción, por detrás de Francia y Alemania. De los más de 21.110 M€ que España ingresó por la exportación de estos productos en 2015, cerca del 6,8%, es decir, un total de 1.436 M€ tuvieron como destino suelo británico.

Reino Unido, por ejemplo, es el segundo destino del material eléctrico de media y baja tensión que se fabrica en España (493 M€ en 2015), de cementos, yesos, hormigones y cales (109 M€), de los derivados del mármol, granito y pizarra (92 M€) y de los artículos de iluminación (81 M€). Las islas son también uno de los destinos preferidos de los pavimentos y revestimientos cerámicos Made in Spain (157 M€), de los sanitarios y grifería (56 M€) o de los artículos de ferretería y bricolaje (62 M€), que incluyen desde herramientas de mano y eléctricas a cerrajería y elementos de fijación. La maquinaria de elevación y transporte (93 M€) y la maquinaria para trabajar madera, metales, prefabricados o la empleada en la industria cerámica (56 M€) también encuentran una gran demanda en Reino Unido.

En los últimos años, el total de las exportaciones españolas de todos estos materiales y maquinaria para el sector de la construcción ha ido creciendo, un 4,3% en 2014 y otro 5,5% en 2015. En el caso de las exportaciones españolas a Reino Unido de estos productos, el crecimiento ha sido aún mayor y entre 2011 y 2015 casi se han duplicado (+97%), con incrementos anuales por encima de los dos dígitos. Sólo en el último año, con 1.436 M€ facturados, las compras de Reino Unido crecieron un 14,7%.

Por otra parte, el primer país que abandona la UE es el sexto vendedor de los materiales y maquinaria de construcción que importa España. En 2015, se compraron productos por valor de 646 M€, principalmente material eléctrico de media y baja tensión (188 M€), pinturas, barnices y productos químicos (118 M€), maquinaria de elevación, transporte y manutención (86 M€), artículos y herramientas de ferretería y bricolaje (65 M€) y productos de climatización (48 M€).

El saldo de la balanza comercial es por tanto positivo para España, por lo que la salida de Reino Unido perjudicaría en principio más a las exportaciones españolas. Mientras que la libra siga bajando, las exportaciones de estos productos probablemente se reducirán, pues serán más caros para el cliente británico. Por contra, esa devaluación de su moneda permitirá quizá que aumente en España la compra de productos británicos.

Cuatro posibles escenarios comerciales

A medio plazo, y a medida que se vaya resolviendo cómo se articula la salida británica de la UE, la incógnita será conocer el tipo de restricciones que se aplicarán o no a la entrada y salida de mercancías en suelo anglosajón. Los fabricantes españoles temen el regreso de los aranceles, que encarecerían aún más sus productos, pero este posible inconveniente dependerá del estatus que el país adopte en sus nuevas relaciones comerciales con la Unión Europea. Así, el impacto final dependerá de que Reino Unido se adhiera al Espacio Económico Europeo (EEE), con acceso total al mercado único y libre circulación de mercancías, servicios, capitales y trabajadores, al igual que Noruega; que logre un acceso parcial con libre circulación de mercancías, pero no de servicios, como sucede con Suiza; que selle un acuerdo de libre circulación de mercancías, aceptando sus tarifas, pero sin capacidad de decidir en ellas, como sucede con Turquía; o que renegocie un nuevo acuerdo de libre comercio, como el que tiene la UE con Canadá, pero que no suprime todos los aranceles. Cuatro posibles escenarios que tendrán consecuencias distintas para los fabricantes españoles de materiales y maquinaria para el sector de la construcción.

Los principales compradores de viviendas

Sólo en 2015, alrededor de 15,5 millones de turistas británicos visitaron España, gastando 14.057 M€. Muchos de los británicos que han pasado por aquí han decidido quedarse, como reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística, con 254.000 residentes británicos a comienzos de 2016. El clima y la crisis económica convirtieron España en un paraíso para los jubilados británicos que, gracias a una moneda muy fuerte frente al euro, apostaron entonces por comprar propiedades en la costa Mediterránea. Andalucía y la Comunidad Valenciana concentran el 63% de la legión de residentes británicos en España.

El pasado año 2015, compraron 9.962 inmuebles en nuestro país, que equivalen al 21,3% de las viviendas adquiridas por extranjeros. Los no nacionales se hicieron con un total de 46.728 casas, prácticamente el 13% de las 354.538 propiedades que se vendieron en 2015, según el informe anual del Colegio de Registradores de la Propiedad, con un desembolso de 9.950 M€ como apuntan los datos de Fomento. Tras los británicos (21,3%) aparecen, a mucha distancia, franceses (8,7%), alemanes (7,3%) y belgas (6,2%). Desde 2011, las compras por parte de británicos ha aumentado paulatinamente y, aunque no han llegado al récord de 2007, cuando se hicieron con 17.072 casas, en la última década llevan adquiridas más de 75.000 viviendas.

La devaluación de la libra se traducirá en un recorte del valor de sus pensiones y ello provocará que muchos británicos que tenían pensado trasladarse a nuestro país aplacen por el momento esta decisión, como apuntan fuentes del sector inmobiliario. Algunos también optarán, en el caso de que siga devaluándose la libra, por vender sus propiedades, aunque dependerá de cómo se formalice la salida de Reino Unido de la UE y qué implicaciones tendrá para sus ciudadanos en materia de sanidad, pensiones e impuestos.

Presentes en las grandes obras británicas

La grandes constructoras españolas cotizadas tienen también una amplia presencia en la infraestructuras británicas y es que Reino Unido es uno de los países del viejo continente que más está invirtiendo en estas dotaciones. Un reciente estudio de la patronal de grandes constructoras Seopan señalaba que a comienzos de año se estaban desarrollando en las islas grandes infraestructuras por valor de unos 57.000 M$.

La constructora españolas también están presentes en estos grandes proyectos. Ferrovial, por ejemplo, se adjudicó el pasado verano, junto a Laing O'Rourke, la construcción del tramo central del Thames Tideway Tunnel, el nuevo sistema de alcantarillado de Londres, por más de 1.050 M€, que deberá estar completamente ultimado en 2022. También participa en la ampliación del metro de Londres (628 M€), ultima varios tramos de autopistas en Escocia (520 M€), mientras que junto con Abengoa lidera un consorcio para llevar a cabo la electrificación de 250 km de vías ferroviarias en el Sur de Inglaterra, por un importe aproximado de 230 M€ durante los próximos cinco años.

FCC también tiene una presencia destacada en las islas, y actualmente, ejecuta el puente sobre el río Mersey en Liverpool, un proyecto valorado en 700 M€, mientras que ACS se encarga de la construcción de otro puente, el de Forth Crossing en Edimburgo (Escocia), un contrato valorado en más de 1.800 M€.

La devaluación de la libra provocará un recorte de los ingresos y sobre todo de los beneficios de las empresas españolas. A medio plazo, a medida que se vayan aclarando las condiciones de salida, podría suponer un recorte de la inversión público-privada, con la consiguiente reducción del negocio de las constructoras españolas, que tienen en Reino Unido una importante fuente de ingresos. El grupo Ferrovial, el más activo en las islas, ingresó 3.103 M€ procedentes de su negocio en Reino Unido (concesiones, servicios y construcción principalmente), con una cartera en este país valorada en 16.323 M€ y más de 20.700 empleados.

Filiales en España, sucursales en Reino Unido

En la última década Reino Unido ha invertido alrededor de 63.000 M€ en España, según datos de la Cámara de Comercio Británica, generando más de 200.000 empleos, muchos de ellos vinculados al sector de la construcción. Varias empresas españolas cuentan con capital británico en su accionariado. Es el caso de la distribuidora de bricolaje Brico Depôt, del grupo Kingfisher; la distribuidora de material eléctrico Electro Stocks, controlada por la firma de capital riesgo Apax Partners; Amidata, filial del grupo británico Elektrocomponents; y CEF Almacén Material Eléctrico, sucursal en España de City Electrical Factors.

También hay fabricantes de materiales participadas por capital anglosajón, como la productora de pavimentos y revestimientos Altro Scandess, del grupo Altro; la división de asfaltos y betunes de BP Oil España; la fabricante de productos químicos Paniker, del holding Beardow Adams; y la fabricante de accesorios de tubería de cobre IBP Atcosa, del grupo británico IBP. Algunas promotoras como Taylor Wimpey y Single Home también tienen capital británico en su accionariado, mientras que la instaladora GES está controlada por el fondo 3i. Varias consultoras inmobiliarias cuentan igualmente con filiales en nuestro país, como Knight Frank y Bovis Lend Lease.

Por último, tampoco hay que olvidar la posible incidencia que el Brexit tendrá para los fabricantes españoles con sucursales en Reino Unido, como es el caso de Porcelanosa, Roca, Pamesa, Saloni, Orkli, Danosa, Fermax, Finsa, Levantina, Bralo, Salto Systems, Consetino, Cupa y Mármol Compac, entre muchas otras.