La fabricante pontevedresa de parquet y suelo laminado Maderas Iglesias ha firmado finalmente el que supone el décimo Expediente de Regulación de Empleo (ERE) desde que empezara la crisis de la construcción. El nuevo expediente, acordado ya con los representantes sindicales, supondrá el despido de 44 empleados, cerca de una quinta parte de su plantilla actual, formada por unos 200 trabajadores. El objetivo de la compañía era reducir dicha plantilla en alrededor de 60 personas, aunque finalmente los sindicatos han conseguido rebajar esa cifra hasta 44. Los trabajadores despedidos percibirán una indemnización de veinte días por año trabajado con un tope de doce mensualidades, el mínimo contemplado por la ley en caso de un despido procedente. Desde enero pasado, la totalidad de la plantilla está sujeta a otro ERE, este de carácter temporal.
La compañía centraliza toda su actividad en sus instalaciones industriales de Porriño, con 80.000 m2 de naves sobre una parcela de 250.000 m2 totales. En dicha factoría fabrica parqué y tarima flotante. Maderas Iglesias superó en 2013 un concurso de acreedores pero la caída de sus ventas ha dificultado el cumplimiento de los compromisos del convenio. El grupo, que fue uno de los mayores productores de tarima, llegó a contar con plantas y filiales en países como Brasil, Estados Unidos, Polonia, Eslovaquia y Portugal, pero las fue cerrando o traspasando desde el principio de la crisis. Maderas Iglesias obtuvo unas ventas de 11,19 M€ durante 2017, muy lejos de los 112,5 M que llegó a alcanzar hace una década.
Maderas Iglesias se encuentra en proceso de venta desde hace un año, en busca de inversores que aporten nuevos fondos que garanticen su continuidad y permitan aliviar la carga financiera, ya que tiene una deuda de 50 M€. Hasta la fecha, únicamente recibió una oferta, la de la británica Bank & Clients, que fue rechazada por su bajo importe.