La Terminal 1 es una de las grandes obras de ingeniería civil, determinante para consolidar el aeropuerto deBarcelona-El Prat, como uno de los diez primeros centros aeroportuarios de Europa. Ricardo Bofill fue el arquitecto encargado de hacerla realidad en 2009 y la concibió como una estructura esbelta en forma de espada, llena de luz natural con fachadas acristaladas, por la que pasan diariamente más de 100.000 pasajeros. Uno de los retos a los que se enfrentó fue hacer frente a las características meteorológicas de Barcelona, donde caen, de media anual, unos 620 litros/m2 de precipitación en algo menos de 60 días, más que en la capital británica. Por ello, la cubierta debía tener un buen sistema de drenaje.

El taller de arquitectura Bofill escogió el sistema sifónico Geberit Pluvia para drenar las cubiertas, que ocupan una superficie total de 114.000 m2. Se consiguió instalar una compleja red de tuberías de más de 12.000 metros linealesque conectan 433 sumideros en tan solo 64 bajantes y logran evacuar grandes cantidades de agua con mucha rapidez.

La experiencia de la compañía suiza en sistemas sifónicos de evacuación de aguas pluviales ha permitido aplicar la tecnología más avanzada y fiable en la solución de los retos que planteaba el desafiante diseño de las cubiertas de esta infraestructura.