Las cifras recientes nos advierten de un dato alarmante: los edificios consumen más del 30% de la energía mundial, y contribuyen a casi el 40% de las emisiones globales de carbono. Además, a medida que las ciudades se densifican, el espacio urbano es cada vez más escaso, por lo que se requiere de una gestión en cada edificio más cuidada, que permita adaptarse a esta situación creciente, utilizando los recursos de forma sostenible. Estos datos nos hacen ver que es necesario actuar y seguir avanzando, no tan solo en una construcción más eficiente sino también en la gestión de los edificios, convirtiéndolos en inteligentes y logrando que se adapten diariamente a las necesidades de todos.
Al construir estructuras inteligentes hacemos que nuestras ciudades sean más habitables, funcionales y sostenibles.
Debemos tener en cuenta que al menos el 40% de los edificios de Europa se construyeron antes de la década de 1960; esto supone que la mayor parte de ellos tienen unas formas de gestión de la energía pasivas y en muchos casos ineficientes, que pueden llegar a consumir hasta el doble. Esto es así debido a su antigüedad, ya que por su tipo de instalación no se ajustan ni responden activamente a las necesidades actuales. Sin embargo, no solo las obras nuevas pueden ser edificios inteligentes: aquellas edificaciones más antiguas también pueden ser más rentables y eficaces con las adaptaciones necesarias. Si renovamos un edificio de estas características, se podría reducir por ejemplo, la demanda de calefacción en más de un 70%.
Según la comisión Europea, todos los edificios nuevos deben ser edificios de consumo de energía casi nulo, y también aspira a ser una economía neutra en carbono con cero emisiones para 2050.
De hecho, de las 100 ciudades que participan actualmente en la misión de la UE para convertirse en ciudades inteligentes y climáticamente neutras, encontramos siete pertenecientes a España. Las urbes seleccionadas son Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza. El interés es creciente en la ciudadanía española porque precisamente, son las ciudades más grandes, las que albergan la mayor parte de la población y por ello, llegan a consumir más del 65% de la energía que representa el 70% de las emisiones de carbono. Por consiguiente, se hace palpable la necesidad de un cambio en el paradigma urbano.
Características y beneficios de los Smart Buildings
Los Smart Buildings y su gestión pueden contribuir al cuidado del ecosistema y a la propia salud de sus convivientes. Las características inteligentes pueden proveer numerosos beneficios, desde ser más eficientes energéticamente ayudando a la descarbonización y al medio ambiente hasta ser más funcionales y atractivos por su diseño y propósito. Basado en este hecho, se realizó un investigación por el USGBC, desarrollador del sistema de certificación LEED (método de evaluación de edificios eficientes), donde se afirmó que el 79% de las personas que trabajan en un edificio con esta certificación preferirían, en el caso de cambiar de trabajo, seguir trabajando en un inmueble con estas características, y también afirman sentirse más sanos, felices y productivos.
Las innovaciones y soluciones tecnológicas ABB i-bus KNX, permiten la gestión de la energía y una mejor eficiencia energética a través del control inteligente de las diferentes estancias de un edificio, tanto en hogares residenciales como en edificios comerciales. Gracias a la tecnología KNX de ABB, a través de un único sistema se pueden controlar todos los dispositivos de la estancia, lo cual permite un control más sencillo y centralizado. De hecho, podemos programar el encendido y apagado de las luces, controlar la climatización y el nivel de la temperatura de la estancia, así como la subida y bajada de las persianas dependiendo de la posición del sol.
En cuanto a la iluminación, con la finalidad de reducir al máximo el consumo, y ampliar el confort y comodidad de las personas que conviven en el edificio, los sensores de movimiento actúan con mucha precisión para encender y apagar las luces en función de la ocupación y regular su intensidad, permitiendo conseguir el nivel de luminosidad necesario según las necesidades de cada huesped. Por ejemplo, en aquellas oficinas situadas en espacios abiertos, la función maestro/esclavo del sistema permite establecer una diferencia del nivel de luminosidad entre la luces más cercanas a la ventana y las situadas en el centro de la habitación sin necesidad de instalar un segundo sensor de luz. Por si fuera necesario, también ofrecen la posibilidad de simular la presencia cuando no hay nadie en el edificio, por motivos de seguridad.
Una posibilidad que ofrece este tipo de sistemas son las escenas ambientales, que pueden programarse a través del panel para acomodar las estancias a los gustos de los huéspedes, como podría ser recrear una sala de proyecciones para realizar presentaciones, con lo cual, a través de un único click las persianas se bajan y las luces y el proyector se encienden de forma automática. Todo ello, sin perder el estilo y diseño gracias a su apariencia extrafina con un acabado en panel de vidrio de alta calidad y colores blancos o negros, que permiten la fusión con las paredes de cualquier tipo de estancia.
Otra funcionalidad, es el control del sombreado, relacionado con el control de las persianas y de la iluminación para mejorar la protección solar del edificio. Es decir, puede proveer de protección antireflectante, importante para cualquier lugar de trabajo donde se utilicen dispositivos electrónicos y pantallas de forma habitual, también ofrece protección de los muebles y las moquetas ante el envejecimiento producido por la exposición constante a la luz solar, y la regulación de la temperatura y calidad del aire de la estancia. De hecho, una mala climatización tiene impactos en la salud y el bienestar de las personas, varios estudios han demostrado que una alta concentración de CO2 en el aire tiene una influencia en el bienestar así como en el rendimiento y la capacidad de aprendizaje de las personas.
Precisamente, con este sistema de automatización de ABB i-bus KNX, se puede monitorizar con sensores la calidad del aire, de esta forma si el sistema detecta una gran exposición a dióxido de carbono o un aumento muy cargado, abre las rejillas de ventilación de forma automática en momentos del día adecuados para mantener un ambiente confortable y saludable. Una alternativa que permite que ni siquiera tengamos que movernos para realizar cambios en la estancia, adaptándose así, a las necesidades del usuario actual y mejorando su comodidad, es la capacidad de gestionar los diversos dispositivos mediante los asistentes de voz digitales como Amazon, Alexa o Google Assistant, que se integran perfectamente al sistema KNX de ABB, y permiten el control de hasta 150 funciones.
En relación con la monitorización de la energía, a través de la aplicación de ABB podemos conocer el consumo de cada uno de los dispositivos en tiempo real, lo cual nos permite saber el consumo que realizamos y tomar medidas frente a ello. Como podemos ver, es necesario un cambio en el sistema urbano y sobre todo en la gestión de los edificios, que proporcionarán importantes ventajas y responderán a las necesidades sociales y medioambientales para un futuro más ecoeficiente.