El sector de la construcción es una parte fundamental de la economía española. Las cifras dan fe de ello; representa aproximadamente el 5% del PIB, integra a más de 300.000 empresas censadas y da empleo a 1,4 millones de personas en nuestro país. Es, además, un termómetro económico preciso y fiable. Solo viendo algunos de sus indicadores principales se puede entender la salud económica e, incluso, las perspectivas de crecimiento de cualquier región. Por todo ello, se hace imprescindible cuidarlo y potenciarlo, adecuando sus capacidades y herramientas para que continúe siendo un motor de la economía española en los próximos años.
La maquinaria constituye una palanca esencial para poder solventar los retos que condicionarán el futuro desarrollo de la actividad de la construcción en nuestro país, por lo que se hace necesaria la implicación de todos los agentes que conforman el sector para acometer una profunda renovación y modernización de los parques de maquinaria españoles. Es por ello que desde Finanzauto llevamos meses colaborando con diferentes asociaciones para impulsar un Plan Renove que modernice la maquinaria móvil y promueva la transformación verde en la industria de la construcción.
Los fabricantes de maquinaria han estado incorporando cada vez más tecnología en sus máquinas para aumentar la productividad, mejorar el rendimiento, lograr una mayor eficiencia energética, optimizar el consumo de combustible, reducir las emisiones de gases y partículas contaminantes, y garantizar la comodidad, seguridad y respeto al medio ambiente. Sin embargo, la presencia de estas máquinas tecnológicamente avanzadas se ve opacada por la convivencia con un parque de maquinaria obsoleto y envejecido. Esta situación limita la mejora de la productividad y competitividad del sector de la construcción, aumentando los efectos negativos en el medio ambiente, la seguridad y salud de los trabajadores, y la sociedad en general.
Se estima que existen cerca de 70.000 unidades de maquinaria móvil de construcción en uso en España, de las cuales casi el 80% tiene más de 10 años. Además, la edad media del parque de maquinaria de construcción autopropulsada se sitúa en los 18,5 años. Este hecho refleja una brecha tecnológica significativa que debe cerrarse para mantener la competitividad de la construcción en España. Asimismo, esto acarrea un impacto medioambiental que no podemos obviar, y menos en una sociedad cada vez más concienciada con la importancia de la sostenibilidad. Más del 24% del actual parque móvil es el causante de casi el 97% de las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) y del 98% de las emisiones de partículas del total del parque de maquinaria de construcción. Teniendo en cuenta que los motores de la última fase de emisiones (V) emiten hasta un 92% menos de NOx y un 95% menos de partículas que las máquinas con más de diez años de antigüedad, el impacto ambiental y la necesidad de modernización se vuelven aún más evidentes. Y si hablamos de emisiones de CO2, comparando una máquina fabricada en el 2023 con otra del 2010, las reducciones pueden llegar hasta un 25%. Esto es debido gracias a una mejora aproximada de productividad del 10% y a una bajada del consumo del 15%, lo que podría suponer dejar de emitir en España al año, aproximadamente, 1 millón de toneladas de CO2 en el aire.
No debemos olvidar que este avance tecnológico no solo reduciría la huella ecológica, sino que también contribuiría a una construcción más segura para quienes trabajan en ella. Por desgracia, el sector de la construcción lidera el ranking de accidentabilidad en la Unión Europea. Más de una quinta parte (22,5 %) de todos los accidentes laborales mortales en la UE tuvieron lugar en nuestro sector, una estadística alarmante que deja al sector como notoriamente peligroso. El camino hacia una construcción más segura no solo implica el cumplimiento de regulaciones y normativas, sino también la adopción proactiva de tecnologías y prácticas más seguras.
La necesidad de un Plan Renove para la maquinaria de obra pública, minería y construcción es innegable, al igual que lo tienen en España otros sectores que también operan con maquinaria similar. La modernización de la maquinaria de construcción no solo mejorará la eficiencia y la sostenibilidad del sector, sino que también abrirá oportunidades para una generación de empleos más cualificados y respaldará la transición ecológica de la construcción en línea con las metas ambientales globales. Actualmente la opción de electrificar el parque no es una solución viable debido a la falta de tecnología que pueda asumir este reto y la escasez de infraestructuras disponibles.
Tenemos que reconstruir el país construyendo, pero este proyecto es más que maquinaria, ladrillos y hormigón, es el futuro de uno de los pilares fundamentales que tiene nuestra economía y un motor de progreso. Por eso, sigamos creando un futuro mejor y hagámoslo de forma más segura, eficiente y verde para todos.