La rehabilitación energética de edificios en España ha experimentado un notable aumento en los precios desde 2022, período durante el cual las comunidades de propietarios solicitaron las subvenciones para mejorar la eficiencia energética de sus inmuebles, hasta 2024, momento en el que en muchos de estos casos se les ha adjudicado dichas subvenciones. En este sentido, estos últimos meses, el grueso de los materiales de construcción ha experimentado una subida de precios media acumulada del 40%, según los últimos datos de Anerr, la Asociación Nacional de Empresas de Rehabilitación y Reforma.

Este aumento de precios ha sido impulsado por una combinación de factores que incluyen: la alta demanda de estas obras de rehabilitación por la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, debido a las subvenciones disponibles y la conciencia creciente de los usuarios sobre la necesidad de adecuar sus edificios; la escasez de materias primas motivada por las interrupciones significativas en la cadena de suministro global de estas, como es el caso de metales, plásticos y productos químicos esenciales para su fabricación; entre 2008 y el cierre de 2023 ha disminuido el número de empresas fabricantes de productos de construcción, pasando de unas 46.000 a alrededor de 28.500; el aumento en los costes de transporte por carretera, que ha sufrido un incremento cercano al 16%; los incrementos en costes y regulaciones laborales más estrictas; en el caso de los trabajos de rehabilitación energética se suma a la falta de mano de obra cualificada, la escasez de personal especializado en los nuevos sistemas de aislamiento y construcción sostenible, a lo que se ha de añadir los limitados o escasos conocimientos técnicos que aún se tienen sobre estos nuevos sistemas constructivos, a todos los niveles de la cadena productiva, desde el operario de obra hasta los técnicos que han de controlar la calidad de esta.

Estos factores han creado un entorno desafiante para las empresas que llevan a cabo los proyectos de rehabilitación, ya que tras realizar los trabajos previos para conseguir que las comunidades de propietarios quieran rehabilitar sus edificios para adecuarlos a las necesidades actuales y a la normativa, cuyo inicio de obra no se da en muchos casos si no se les adjudican las subvenciones, se encuentran con que una vez adjudicada la ayuda al edificio dos años después de presentar la solicitud, han subido los precios, con el lógico y notable descontento de los propietarios. Es crucial para las comunidades de propietarios y las empresas del sector de la rehabilitación de edificios, adaptarse a estas dinámicas cambiantes y considerar estrategias de mitigación de riesgos y eficiencia en la gestión de proyectos. Es por esto por lo que desde Anerr se recomienda tomar medidas para evitar estas consecuencias, como podrían ser fijar cláusulas de variación de precios en los contratos de los clientes, acortar la validez temporal de los presupuestos, e informar de los plazos para la ejecución de los trabajos a los clientes para que tengan en cuenta los factores antes mencionados.

Para las empresas que tengan la oportunidad y les sea viable, para garantizar el suministro de los materiales y equipos necesarios para la ejecución de las obras, lo ideal sería que realizasen provisión de acopios, que garanticen que los materiales estén disponibles en el momento de su empleo. Anerr lamenta las consecuencias producidas por las subidas de precios, ya que afectan a las empresas, a los particulares y en definitiva a todo el sector, es por esto por lo que también recomienda que para hacer frente a esta situación se atengan a subvenciones, deducciones fiscales, y todas las herramientas de nueva creación del mercado para amortiguar el impacto económico.