La Paloma Cerámicas presenta un innovador ladrillo ecológico, desarrollado para ofrecer soluciones de fachada cerámica bajas en emisiones de CO2 a la atmósfera. Así, este ladrillo cuenta con un diseño inteligente que, en comparación con otros materiales empleados habitualmente en la construcción de fachada, le permite reducir hasta en un 31,8% las emisiones de CO2 por cada metro cuadrado. Asimismo, respecto al sistema de ladrillo cara vista convencional, se disminuyen en un 26% teniendo en cuenta todas las hojas del cerramiento.
Una de las claves de este material reside en el formato, ya que a diferencia del ladrillo tradicional, presenta unas dimensiones de 236 x 100 x 119 mm (largo x ancho x alto), lo que hace que se disminuya en un 49% el mortero presente en el paño cara vista. Además, gracias a ello, se precisan hasta 36 unidades menos de ladrillo por metro cuadrado en la colocación y se consigue un 22% menos de peso en esta misma superficie de la hoja principal de fachada.
El ladrillo ecológico se produce con un 100% de material reciclado y se fabrica exclusivamente en los centros más punteros de La Paloma Cerámicas, cuyo ratio de emisiones se equipara al de las plantas más eficientes de toda Europa. Además, al igual que el resto de sus productos y soluciones, este material no es emisor de COVs o compuestos orgánicos volátiles, lo que contribuye a una alta calidad del aire interior. Bajo los nombres Doñana, Monfragüe y Garajonay, la compañía ha desarrollado el ladrillo ecológico en tres modelos con propiedades idénticas pero tonalidades diferentes que simulan y rememoran el origen 100% natural de este material.