En los próximos 15 años, está previsto que la creación de hogares alcance los 3,7 M en términos absolutos, lo que supondrá la constitución de una media de 250.000 hogares, según un estudio publicado por la fundación Emilio Ontiveros de la consultora Analistas Financieros Internacionales (AFI) -ver Informe del Resumen Ejecutivo abajo-. Esta espectacular creación de hogares se apoya en la longevidad de la población, la reducción del número de miembros en la familia u hogares y en la entrada de población inmigrante prevista. Gracias a este último punto, en España está previsto que aumente la población entre 4 y 5 millones de personas durante los próximos 15 años.
A pesar de este buen comportamiento, el aumento de la longevidad no ha logrado compensar la reducción en los nacimientos, lo que ya se ha traducido en un crecimiento vegetativo negativo en los últimos años. De tal forma que solo la entrada de población extranjera ha evitado una importante caída de la población en España. De hecho, este tercer factor, los flujos migratorios, es el más determinante en la evolución de la población española durante el periodo de estudio. La comparativa internacional dice mucho de su relevancia: nuestro país se ha convertido en cifras absolutas (con diferencia) en el principal receptor de inmigrantes de toda Europa junto con Alemania,
Esperamos que esta dinámica demográfica que hemos conocido desde principios de siglo sea aún más acusada en las próximas décadas, concretándose, en base a las más recientes. En el horizonte final de proyección, según el INE los mayores de 80 años doblarían su proporción en el conjunto de la población (del 6% actual al 12%) y los mayores de 65 escalarían del 20% al 30%. Ese envejecimiento de la población se traducirá en una recomposición del mapa de hogares, con un crecimiento de su número (no solo por esta razón) mucho más intenso que el crecimiento poblacional, y un tamaño medio del hogar que continuará su descenso. Habiendo pasado desde 4 personas por hogar en 1970 hasta 2,9 en 2001, para caer posteriormente hasta 2,50 en 2024, ahora se proyectan 2,32 personas en media por hogar en el horizonte de 2039. Ello será resultado de un efecto composición con un notable incremento de los hogares tanto de dos miembros como de los de una única persona. De hecho, estos últimos acabarían siendo ya los dominantes en un horizonte de 15 años. A la vista de las tendencias demográficas observadas en este inicio de siglo, este cambio en la distribución geográfica seguirá produciéndose en las décadas venideras, dada su importante correlación con el fenómeno migratorio.
Concentración de la población
Paralelamente, se está produciendo el cambio acelerado en la localización geográfica de la población residente en España: un intenso proceso de despoblación de algunas regiones y de concentración en otras, a lo que se superpone un no menos creciente desplazamiento hacia grandes núcleos urbanos. Como es natural, esta heterogeneidad en cuanto a cambios relativos en la localización geográfica de la población está inducida principalmente por los flujos migratorios exteriores, pero también por las migraciones interiores. Ambos fenómenos propician una creciente concentración, fundamentalmente en grandes áreas
metropolitanas, provocando ya no solo la despoblación de las zonas rurales, sino también incluso de ciudades y capitales de provincia de tamaño medio.
De esta manera la diferencia entre la España vaciada y la España abarrotada, con aglomeraciones urbanas aún mayores, se acelerará en las próximas décadas: 4 de los 5 millones de personas del aumento proyectado de la población en los próximos 15 años se asentarían en unos pocos territorios. Las zonas con mayor dinamismo económico y/o mayor concentración de servicios seguirían siendo en consecuencia polos de atracción demográfica.
Ha sido el importante crecimiento del número de hogares desde 2021, superando ampliamente las proyecciones demográficas que se venían realizando, lo que ha ampliado fundamentalmente el actual desajuste entre oferta y demanda de viviendas, no habiéndose adaptado los niveles de producción de vivienda a tal crecimiento. En los próximos 15 años se prevé un fuerte aumento de la creación de hogares. Un 19,1% entre 2024 y 2039 —casi 3,7 millones de nuevos hogares en términos absolutos—, muy por encima del 10,6% proyectado para el crecimiento de la población (algo más de 5 millones de personas). Esto supone una creación media de casi 250.000 hogares anuales.
Ajustar oferta y demanda
El parque de vivienda en España lo componen 26,7 millones de viviendas, de las cuales 18,7 millones corresponden a viviendas principales y el resto, unos 8 millones, corresponden a viviendas no principales –usadas como viviendas secundarias o vacías—. El crecimiento de la demanda por el proceso de creación de hogares deberá ser cubierto tanto con la producción de nueva vivienda como con mecanismos que faciliten la transformación de viviendas secundarias o viviendas vacías en viviendas principales. La oferta de nueva vivienda deberá estar ajustada a las necesidades de los demandantes en cuanto a ubicación y características, y deberá adecuar su precio a sus niveles de ingresos.
La construcción de vivienda en los últimos años, además de haber sufrido una importante contracción respecto a la producción previa a la crisis de 2008, ha mostrado una orientación a segmentos de mercado que evitasen alguno de los riesgos que se materializaron en el pasado. Específicamente, se ha orientado a compradores con capacidad de inversión y/o acceso a financiación bancaria, derivando en la tendencia a la construcción de viviendas con mejores calidades, dimensión o ubicación. Esto ha segmentado en cierto modo los precios entre la vivienda nueva y la vivienda usada. Frente a esta oferta privada de vivienda nueva, el parque de vivienda social o de vivienda pública de alquiler sigue mostrando un volumen muy inferior al de la media de los países de la UE: se sitúa en un 2,5% del total de parque de viviendas principales, frente a una media de la UE del 9,3% y el peso de otros países como Francia del 16,8% o Países Bajos en un 30,0%.