La familia Carandell, hasta la fecha segundo accionista de Benito Urban , especializada en la fabricación, diseño y comercialización de equipamiento urbano, se ha desprendido recientemente de su participación en la empresa. Así, el pasado julio , la sociedad Alba Andrea Divisió, la firma a través de la que la familia Carandell vehiculaba su inversión en Benito Urban, vendió la participación del 13% que mantenía en la empresa. Este porcentaje fue adquirido por Ergon Capital Partner, que ha pasado a controlar el 100% de Benito Urban . Hay que recordar que Ergon, fondo del grupo financiero belga Bruxelles Lambert (GBL), ya contaba con el 85% de la compañía de mobiliario urbano desde diciembre de 2011.
Benito Urban está especializada en la fabricación de rejas y tapas de alcantarillado, mobiliario urbano, juegos infantiles, alumbrado y contenedores. En enero de 2013 y para reducir sus costes operativos, trasladó sus instalaciones centrales a la fábrica que explota en Sant Bartomeu del Grau (Barcelona), donde cuenta con 30.000 m2 alquilados , sobre una superficie total de 125.000 m2. Hasta la fecha, su centro operativo se encontraba en Manlleu (Barcelona) , con 50.000 m2, donde mantiene, no obstante, el showroom de 2.000 m2 y un espacio para acabados de pintura. Dispone además de fábricas en Cerceda (A Coruña), y tres fábricas ubicadas en China. Cuenta con delegaciones en Francia y Reino Unido, así como oficinas comerciales en Madrid, Portugal, Francia, Italia, Rumanía, Polonia, Argentina, Mexico, Perú, Chile, Colombia y Estados Unidos. Exporta el 50% de su producción a Europa, Asia, África y el continente americano. En su último ejercicio, cerrado el 31 de julio de 2013, Benito Urban facturó 35,12 M€ , un 19% menos que el año anterior y muy lejos de los más de 100 M que llegó a alcanzar en 2007. No obstante, espera superar los 40 M durante el presente 2014 . Controlada por Ergon, a través de la sociedad Benito Artis, actualmente emplea una plantilla de 130 trabajadores.
Por su parte, la familia Carandell se prepara para desembarcar de nuevo en el mercado de mobiliario urbano español. Así, según ha explicado Joaquim Carandell al diario Expansión, han comenzado a analizar la compra de compañías vinculadas a este negocio que tengan un tamaño de entre 5 M y 10 M de facturación . Su intención es tomar posiciones en empresas que operen tanto en el ámbito más tradicional del mobiliario urbano (bancos, papeleras farolas, parques infantiles y tapas y rejas de alcantarilla), como en compañías de perfil más tecnológico que ofrezcan soluciones para las 'smart cities' o ciudades inteligentes. La intención es efectuar la primera adquisición el próximo 2015.