El reto de la logística supone un nuevo impulso de la inversión y de la diversificación de puntos de venta y entrega en la búsqueda de la mayor rapidez y eficiencia en la entrega de pedidos. La construcción de naves más amplias en la periferia de las grandes ciudades para dar cabida a un mayor volumen de pedidos y de almacenes más reducidos para posicionarse en el centro de los grandes núcleos poblacionales.
Aunque aún estamos por debajo de otros países de la Unión Europea, tenemos que ser conscientes que en la logística está una de las claves para llegar a la excelencia en la atención a nuestros clientes. No solo nos reclaman productos de calidad y asesoramiento a tiempo real, sino también tiempos de entrega cada vez más reducidos y, por ende, facilidades y agilidad de respuesta en la solución de incidencias o posibles devoluciones.
Otro de los factores del cambio en el sector logístico es la innovación en el proceso de entrega de pedidos. En este ámbito, destacan iniciativas como el 'Manual de Buenas para la optimización de la logística de última milla', que ha publicado el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística y que se centra en identificar problemas comunes y proponer soluciones que implican tanto a las empresas del sector como a las administraciones públicas.
Entre las soluciones propuestas destacan mejorar las entregas a través de un nuevo concepto de movilidad que incluye la implantación de carriles multiusos para facilitar el reparto y reducir el tráfico, la modernización de la flota de vehículos para evitar la contaminación o la optimización de rutas a través de modelos cooperativos. Todo ello, con el fin de reducir la cifra de entregas fallidas, que estima en una de cada cinco.
Está claro que el intercambio de información estandarizada, así como la interconectividad física, digital y operacional, determinarán la logística del futuro y el sector de la construcción tiene que ser consciente de ello.
Tenemos que tener en cuenta que logística y marketing no se pueden separar. La percepción que tengan los consumidores sobre los productos y servicios en el corto plazo, estará directamente relacionada con que vuelvan a hacer uso de ese servicio. Por tanto, la visión empresarial de los operadores logísticos debe estar orientada a lograr un flujo más rápido y que responda mejor, con un menor coste.
Nuestros productos y servicios no solo deben ser innovadores, sino que deben responder rápidamente a la demanda: la entrega siempre debe llegar a tiempo, en el momento justo que el cliente lo necesite y en donde lo necesite. En este sentido, la rapidez en las entregas es una de las herramientas más contundentes para fidelizar al cliente y conseguir una mayor rentabilidad.
Jorge Ferrer, es presidente de la central de compras Grupo Ceramhome