La multinacional italiana Prysmian, uno de los líderes mundiales en la fabricación de cable de energía y telecomunicaciones, cerrará las oficinas de General Cable en Barcelona, compañía que adquirió el pasado junio por más de 2.600 M€, tras anunciar el acuerdo a finales de 2017. El cierre de estas oficinas supondrá el despido de los 121 trabajadores de este centro mediante un Expediente de Regulación de Empleo que afectará al 100% de la plantilla, según avanza el sindicato UGT a la agencia Efe.
Desde estas oficinas, Grupo General Cables Sistemas, la filial española de la fabricante estadounidense General Cable, se llevan a cabo servicios comerciales, gestión de recursos humanos, finanzas y contabilidad y la logística e informática de la compañía. El sindicato ha emplazado a la dirección de Prysmian a reconsiderar su postura y buscar soluciones menos traumáticas.
Según el sindicato, este cierre, en principio, sólo afectará a las oficinas en Barcelona, descartando por el momento cualquier medida similar en las fábricas que General Cable tiene en Montcada i Reixac (36.000 m2 de superficie), Abrera (195.000 m2) y Manlleu (107.000 m2), donde anualmente fabrica unas 120.000 t de cable. La filial española facturó 329 M€ en 2017 y cuenta con 840 trabajadores.
Por su parte, Prysmian Cables Spain, filial española de Prysmian, cuenta con dos centros de producción en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), otro en Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona) y otro en Maliaño (Cantabria). En 2017 facturó 310 M€ y dispone de más de 780 empleados.