Hospital de Wuhan, ejemplo de planificación
La consultora especializada en la mejora continua para el crecimiento sostenible de las empresas, Kaizen Institute, ha analizado los problemas que asociados a la gestión de proyectos de construcción, destacando las distintas causas por las que estos, en su mayoría se retrasan, esto se traduce en un aumento de hasta un 98% en el coste de los mismos.
Según los estudios realizados por Kaizen Institute, los plazos en la gestión de obra se alargan de media un 115% y más del 50% de los problemas y dificultades se repiten en los proyectos una y otra vez. Una buena comunicación entre los componentes que forman parte de la gestión de una obra es imprescindible, según Kaizen el 28% de los proyectos fracasan por una mala comunicación.
La consultora destaca cuatro causas principales:
-Una planificación de proyecto poco detallada, que impide identificar rápidamente los desvíos en el proyecto y reaccionar a ellos.
-Una mala gestión del riesgo, tener la capacidad de anticipar potenciales problemas que normalmente acaban apareciendo es esencial y a través de la reflexión previa al arranque de la ejecución de obra podrían evitarse múltiples atrasos.
-Calidad de la obra. Proyectos enfocados a avanzar como sea en la ejecución de obra sin tener presente la calidad están condenados a asumir atrasos y sobrecostes al final del proyecto, sino incluso a volver a ejecutar varias partidas del mismo. Siendo la calidad algo que debe ir de la mano del proyecto desde su concepción.
-Por último, la dificultad en la coordinación. Los proyectos se realizan en un entorno multiempresa, interviniendo distintos oficios, proveedores y contratistas, que deberíamos aspirar a que trabajasen como uno solo para así evitar las interferencias entre los distintos trabajos que suelen aparecer a lo largo del proyecto. Según la consultora, más del 25% de los recursos se desaprovechan debido a una descoordinación entre oficios.
Para ello, Kaizen Institute, propone profundizar en el uso de las metodologías de gestión agile que permitan la consecución de proyectos en plazo y ajustados a presupuesto, pero con flexibilidad suficiente para poder asumir cambios en los requisitos del cliente de forma eficaz. Con este fin, es necesario aplicar herramientas que nos permitan monitorizar en todo momento el estado del proyecto y así poder identificar los problemas de inmediato.
Por otro lado, es indispensable hacer una gestión activa y de manera anticipada a los potenciales problemas para evitar que estos aparezcan y no tener que actuar de forma reactiva.
Según José María Sánchez, Manager de Kaizen Institute Western Europe, “Siempre hay que buscar nuevos desafíos replanteándonos nuevos paradigmas en la propia ejecución del proyecto. Respecto a un tema actual como es la propagación del Coronavirus, nos sirve para observar como ante grandes crisis nos replanteamos nuestros paradigmas y reaccionamos con nuevos planteamientos en la ejecución de infraestructuras, que en un primer momento podrían parecer imposibles, pero finalmente se materializan, como es el caso de la construcción del Hospital en 10 días de Wuhan. Ante este tipo de “shocks” sociales, la necesidad nos hace replantearnos la manera de hacer las cosas y es cuando aparece nuestra ambición por cambiar de manera disruptiva, la cual debería ser continua.”