Reducir la velocidad en autovías a 100 km/h es una de las recomendaciones del Gobierno para disminuir el consumo de combustible por la situación causada en el conflicto entre Rusia y Ucrania. Bajar la velocidad en carretera es una de las medidas que se pueden llevar a cabo para disminuir el gasto en combustible. Sin embargo, hay otras acciones que también pueden hacer que el coche reduzca su consumo hasta un 10%. Norauto, la cadena de mantenimiento integral del automóvil, enumera siete medidas que pueden contribuir a este plan de ahorro.
Reducir en 10 km/h el límite de velocidad máximo en autovías puede suponer un ahorro de combustible. Desde la Agencia Internacional de Energía (AIE) señalan que se podrían ahorrar unos 290.000 barriles de petróleo al día a corto plazo. El ahorro en el consumidor final va a depender de los kilómetros realizados. Desde Tráfico indican que pasar de 90 km/h a 120 km/h en ciudad supone un incremento del consumo de hasta un 30%. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la velocidad no es el único factor ni el más determinante.
Y es que cambiar la forma de conducir o revisar el vehículo adecuadamente pueden marcar la diferencia. “con una simple descarbonización, es decir, eliminando la carbonilla del motor, se pueden disminuir las emisiones contaminantes hasta en un 20% y reducir el consumo de combustible hasta un 10%”, afirma Víctor Pardo, Market Manager y Proyectos Taller. Si a esto se le suma una conducción más respetuosa y responsable, los beneficios serán mucho mayores.
1-Realizar una conducción responsable. La compañía destaca la importancia de conducir de manera respetuosa, evitando acelerones y frenazos bruscos. Lo importante es mantener una velocidad uniforme, procurando ir en marchas largas.
2-Apagar el motor del vehículo en paradas prolongadas. Si el coche tiene el sistema start & stop, lo hará solo.
3-Hacer un uso racional del vehículo, evitando desplazamientos innecesarios y combinando el coche, con otros medios de movilidad más sostenibles como bicicletas eléctricas, patinetes eléctricos, scooter, scooters eléctricas o el transporte público.
4-Evitar al máximo los atascos planificando con antelación los trayectos y siendo previsor. Hay que evitar coger el vehículo en horas punta y moverse por el centro de la ciudad donde las constantes paradas y arranques pueden incrementar el consumo.
5-Revisar el vehículo para que contamine menos, especialmente el motor y la carbonilla que se puede acumular en su interior. Esta carbonilla puede provocar averías costosas y aumentar las emisiones contaminantes y puede ser aconsejable realizar una descarbonización del motor. “Si el vehículo consume más de lo habitual, tiene menos potencia o emite humo demasiado negro, sin duda, puede ser el momento más indicado para llevar a cabo una descarbonización. De lo contrario, hay más posibilidades de sufrir averías costosas, el vehículo rendirá menos, consumirá más y habrá más dificultades de pasar la ITV, ya que aumentarán las emisiones contaminantes”, remarca Víctor Pardo, . Este servicio de descarbonización del motor y escape se puede realizar tanto en vehículos de gasolina como diésel.
En esta línea, se recomienda realizar una limpieza de los sistemas de inyección, junto a la revisión de las bujías y los calentadores, el filtro del aire y el nivel de aceite. Igualmente es recomendable realizar un diagnóstico de emisiones de gases, también específicos para diésel o gasolina. Conocer el estado de las emisiones contaminantes ayudará a saber si el motor del coche funciona correctamente y si pasa la prueba de gases de la ITV. En este servicio también se comprueba el estado de consumo de combustible.
6-Estado de los neumáticos y su presión. Pueden ayudar a que el consumo de combustible sea menor. Norauto recuerda que a través del etiquetado el usuario puede contar con información tan importante como la eficiencia del combustible o el ruido de la rodadura. Otro factor destacable es su durabilidad o composición. El símbolo de la bomba de combustible representa la resistencia a la rodadura de un neumático. Cuando menor sea, menos energía requiere y, por lo tanto, menor es el consumo de combustible. Por ello, Norauto recomienda neumáticos con la etiqueta A. En lo que respecta a la presión, si llevamos un inflado inferior o las ruedas poco hinchadas, se incrementará la resistencia del neumático al rodamiento y, por lo tanto, sube el consumo. Llevar 1 bar de presión por debajo de lo recomendado puede suponer un gasto adicional de un depósito de combustible al año, según indican los fabricantes. Tampoco es recomendable llevar una presión elevada. Lo aconsejable es seguir las indicaciones de la marca para que se note en el bolsillo y en la seguridad.
7- El uso de aditivos puede reducir el consumo de combustible entre un 3 y 5% aproximadamente. Basta con echarlo en el depósito de combustible.
Igualmente hay aceites con aditivos que mejoran su rendimiento. La cantidad y los tipos de aditivos utilizados contribuyen a la calidad del producto final. No hay que olvidar que el aceite se encarga de lubricar todas las piezas del motor. “En coches con más de veinte años de vida se recomienda cambiar el aceite de motor cada 7.500 kilómetros, mientras que en los vehículos modernos el cambio debe producirse cada 15.000 o 20.000 kilómetros. Muchos aceites son compatibles tanto para motores de gasolina como diésel. Sin embargo, siempre hay que seguir las especificaciones propias del vehículo e indicaciones del fabricante para elegir el aceite más adecuado”, señala Víctor Pardo, responsable de Taller de Norauto.