El sector de la construcción ha sufrido un importante incremento de costes en diversos capítulos a lo largo de los últimos años. Los datos publicados por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana revelan que el aumento fue del 12,8% en 2022, el porcentaje más alto desde que se comenzaron a recoger datos en 2005.
En el primer semestre de 2023, las estadísticas muestran una tendencia a la estabilización: el Índice de Costes de la Construcción en España ha escalado un 2,77% anual, afianzándose en junio con un índice de 129,35 puntos. Uno de los factores es el aumento del precio de los materiales. La pandemia provocada por el COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la cadena de suministro. El estallido de la guerra en Ucrania acentuó la subida de precios de las materias primas, sobre todo la cal y el yeso, cuyo coste fue un 40% superior al de 2021, pero también el acero, el vidrio hueco y los materiales sintéticos.
La falta de mano de obra cualificada también ha tenido un impacto significativo en el sector. La pandemia ha provocado que muchos trabajadores abandonen esta actividad, lo que ha dejado a las empresas con plantillas reducidas. Asimismo, el coste de la mano de obra repuntó un 1,4% en 2022, en comparación con el 3,3% del año anterior. Ante estos datos, es necesario fomentar iniciativas que aminoren los costes fijos sin mermar la contratación de personal, pues lo contrario repercutiría aún más negativamente en la actividad de construcción.
En este contexto, el alquiler –frente a la compra- de maquinaria está cobrando una importancia creciente, pero tampoco se libra de competir en una coyuntura complicada. Si nos atenemos al empleo y según el último índice trimestral de la Asociación Europea del Alquiler ERA/IRN RentalTracker, las perspectivas de contratación son complicadas, dada la escasez general de mano de obra. La ERA advierte que los síntomas de debilitamiento empresarial no invitan al optimismo. De hecho, casi el 60% de las empresas encuestadas afirma que no incorporará personal en el tercer trimestre, frente al 48% del primer trimestre.
Por países, Francia y el Reino Unido están a la cola de las estadísticas de empleo, mientras que España sigue siendo la más positiva. Llama la atención que ni una sola empresa del Reino Unido haya respondido positivamente sobre un incremento de la contratación en el segundo trimestre. Por el contrario, el índice asciende al 62% en el caso de las españolas. La proporción de empresas de alquiler que esperan aumentar la contratación de julio a septiembre sigue siendo alta, un 36%, pero sigue siendo la más baja desde el momento álgido de la pandemia en 2020.
Y hablando de España, otra buena noticia: las compañías consideran que el mantenimiento y la modernización de los equipos son claves para el sector, y esta opinión se afianza cada vez más. Según el Estudio sobre el Alquiler de Maquinaria y Equipos en España 2023 de ASEAMAC, si en 2020 un 18% de las empresas encuestadas consideraban crucial la reparación y el mantenimiento de los equipos en propiedad, este año este porcentaje ha aumentado al 24%.
En el corto plazo, es probable que la subida de los costes se mantenga, debido a la alta demanda y escasez de materiales y mano de obra, así como a la inflación y a los costes de transporte. A largo plazo, los expertos señalan una leve mejora de la situación, aunque advierten de que será un proceso lento y costoso. En cualquier caso, la inflación es un problema generalizado y afecta a toda la industria, y se necesitan soluciones innovadoras y colaborativas para mantener la sostenibilidad económica del sector a largo plazo.
La opción de alquilar maquinaria ahorra costes a las empresas, tiempo y preocupaciones de mantenimiento o transporte. Además, esta modalidad cumple con todos los principios de la economía circular, minimizando el impacto medioambiental de las actividades de construcción o de los costes que implica la organización de grandes eventos. El alquiler fomenta el uso compartido, es decir, la maquinaria es utilizada por múltiples usuarios. A ello se añade la ventaja de la reparación, ya que los productos son diseñados para facilitar su mantenimiento periódico, que asegura la eficiencia y la extensión de su vida útil.
Son razones que apuntalan los beneficios de una modalidad que ha ido consolidándose frente a la compra, y que, en definitiva, contribuirá a aliviar la carga presupuestaria que suponen los costes fijos en las organizaciones. Subrayamos, de nuevo, el buen momento y el moderado optimismo que muestran las empresas de alquiler de maquinaria en España.