Nestlé ha instalado en su planta de producción de Biessenhofen una innovadora bomba de calor de Johnson Controls, proveedor líder mundial de tecnologías para edificios inteligentes, saludables y sostenibles. Se trata de un paso importante en la estrategia de Nestlé para impulsar la electrificación de todas sus plantas y minimizar las emisiones de CO2. Nestlé pretende reducir a la mitad todas sus emisiones de gases de efecto invernadero a escala global para 2030 y alcanzar emisiones netas cero para 2050.
La bomba de calor Sabroe, que sustituye a una antigua caldera de vapor, se ha integrado en la red de calefacción local de la planta que suministra calor tanto a los edificios como a las distintas áreas implicadas en la producción de la fórmula infantil BEBA HA, donde los sistemas de ventilación desempeñan un papel importante para cumplir con los altos requisitos de higiene. El aire se enfría primero para secarlo antes de volver a calentarlo a temperatura ambiente. Este paso del proceso es decisivo para la seguridad del producto, pero también requiere mucha energía.
Una vez finalizado el proyecto, el agua caliente será calentada con ayuda de la nueva bomba de calor que aprovecha el calor residual del circuito de amoniaco del sistema de refrigeración, reduciendo considerablemente la producción de vapor en la planta. Como resultado, las emisiones anuales de CO2 en la planta se reducirán aproximadamente un 10%. Igualmente, gracias a la alta eficiencia de la bomba de calor, se podrá ahorrar más de la mitad de los costes energéticos para generar agua caliente. Además, Nestlé optimiza continuamente los sistemas y procesos en el ámbito del agua caliente, lo que contribuye a aumentar aún más la eficiencia.
Como señala Jörg Schmitt, responsable de Medio Ambiente y Sostenibilidad de las Plantas de Producción alemanas de Nestlé, "estamos analizando cómo podemos ahorrar energía y CO2 en todas nuestras plantas; en la de Biessenhofen, con una elevada producción y consumo energético, la nueva bomba de calor nos ayuda considerablemente en este sentido, acelerando nuestro objetivo de electrificación". "Estamos encantados de contribuir con nuestra innovación en bombas de calor de alta eficiencia a reducir el consumo de combustibles fósiles y de las emisiones de CO2 en la producción industrial", destacó Andrea Vallejo, vicepresidenta y directora general de Johnson Controls para el Sur de Europa. "En el caso de la planta de Nestlé en Biessenhofen, la integración y la combinación con el sistema de refrigeración existente supone una solución con visión de futuro para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad".