Nuki, el fabricante de cerraduras inteligentes, ha mantenido su enfoque en la producción europea desde su fundación en 2014, con el objetivo de transformar las cerraduras inteligentes en una solución accesible y sostenible para millones de personas. Mientras muchas compañías recurren a la producción en Asia para reducir costos, Nuki apuesta por una cadena de suministro cercana y sostenible.
“Desde nuestros inicios, fue clave para nosotros mantener una relación cercana con nuestros socios de desarrollo y producción”, explica Martin Pansy, confundador y CEO de Nuki. “Este enfoque nos permite no solo acortar los tiempos de desarrollo, sino también garantizar altos estándares de calidad desde la primera generación de nuestras cerraduras inteligentes hasta la última versión”.
Además de la calidad, la sostenibilidad ha sido uno de los factores decisivos en la elección de producir en Europa. La rapidez del mercado electrónico exige cadenas de suministro ágiles, lo que, en el caso de la producción asiática, implica una dependencia del transporte aéreo, con el consiguiente aumento de las emisiones de CO2. “La única manera de ser rápidos y sostenibles es manteniendo nuestra cadena de suministro dentro de Europa”, afirma Pansy. El impacto medioambiental también se considera en cada etapa de la producción. La proximidad con los proveedores europeos permite no solo reducir tiempos de transporte y almacenamiento, sino también minimizar la huella de carbono.
Alexander Ketter, director de Operaciones de Nuki, destaca que una de las principales ventajas de la producción europea es la capacidad de respuesta inmediata a cambios de la demanda. “Podemos reunirnos en persona con nuestros proveedores en pocas horas, lo que agiliza la toma de decisiones y permite una mayor flexibilidad en la mejora continua de nuestros productos”, explica Ketter. La comparación es clara: mientras que el transporte desde Asia puede tomar hasta seis meses, los productos fabricados en Europa llegan al cliente final en tan solo dos meses.
La cercanía no es la única ventaja de fabricar en Europa. Nuki también se beneficia de los rigurosos estándares de calidad europeos, en particular aquellos impulsados por la industria automovilística. “Muchos de nuestros proveedores también trabajan con la industria del automóvil, lo que nos asegura productos de la más alta calidad”, comenta Ketter. Este compromiso con la calidad queda reflejado en la doble certificación ISO que ostenta la empresa, lo que garantiza que tanto los sistemas de gestión de calidad como los procesos medioambientales cumplen con los más altos estándares internacionales.
Aunque algunos productos de Nuki aún se fabrican en China, la compañía ya ha comenzado a trasladar el montaje final de todos sus productos principales a Europa. “Dentro de dos años, la totalidad de nuestra producción se llevará a cabo aquí”, asegura Pansy. Con este enfoque, Nuki no solo garantiza la sostenibilidad y la eficiencia en sus procesos, sino que también combina lo mejor de ambos mundos, aprovechando la experiencia asiática en áreas específicas como la fabricación de moldes, mientras centraliza la producción automatizada en Europa.