De todos los sectores analizados en este reportaje, el envasado vertical es sin duda el que más ha sufrido las consecuencias de la crisis. Si el pasado año las empresas que configuraban el sector valoraban su situación como “aceptablemente negativa”, la coyuntura ha resultado ser bastante peor a lo esperado.
Como se sabe, el sector del envasado vertical es el más dependiente de la marcha del mercado interno, debido a que la tecnología empleada no suele ser lo suficientemente puntera como para tener hueco en mercados exteriores. Esto es así sobre todo desde el momento en que el euro alcanzó los niveles de cotización frente al dólar en los que se está moviendo, cerrando la posibilidad de que los productos españoles entrasen en mercados emergentes (fundamentalmente el Magreb y Latinoamérica), hasta ese momento, precisamente los destinos a los que podía tener un acceso real.