El sector taponero creció a doble dígito en 2022 por segundo año consecutivo. El fuerte incremento de precios se encuentra detrás de este avance, que podría moderarse en 2023, tras haberse relajado la espiral inflacionista de las materias primas. El sector ha acusado este aumento de costes productivos, así como los numerosos cambios legislativos, con el “impuesto al plástico” como principal quebradero de cabeza. La inminente entrada en vigor de la ley 2019/904, por su parte, está detrás de la mayor parte de las inversiones de la industria. Ésta sigue incrementando su capacidad de producción de cierres solidarios, que llegan con cuentagotas y con cierta polémica a España. El resto de proyectos industriales y de innovación se centran en el ecodiseño y la eficiencia, aceleradores de la renovación del sector.
El sector taponero afronta años decisivos. Los cambios sociales y, sobre todo, legislativos han empujado al sector a redefinirse integralmente, renovando catálogos y afrontando transformaciones industriales con la sostenibilidad como clave de bóveda. Sin ir más lejos, la próxima entrada en vigor de la normativa 2019/904 y la reciente luz verde al resto de leyes relativas al envase han obligado a la industria a seguir innovando e invirtiendo, a pesar del contexto de inestabilidad sin precedentes modernos en el que se mueve, con la inflación desbocada y altas dosis de incertidumbre. A esto se suma, además, la necesidad de dar respuesta a una demanda creciente en materia de sostenibilidad pero también en ciertos ámbitos como el de aguas embotelladas, comida envasada y productos farmacéuticos, así como de cierres cada vez más sofisticados para el universo de la cosmética o de la farmacia.
Todo ello ha dinamizado el sector y ha contribuido a su crecimiento. Aunque, en el último año, más que hablar de crecimiento en términos absolutos, hay que hablar de avance aparente, ya que ha procedido fundamentalmente del incremento de precios aplicado por la industria para responder al encarecimiento de sus insumos (polímeros y metales, principalmente) así como de la energía, el transporte y los coste salariales. Sirva como referencia el Índice de Precios Industriales (Ipri) que calcula el INE y que arroja un aumento de 10,5 puntos en 2022 en el epígrafe de fabricación de envases y embalajes de plásticos, sumando dos años de subida a doble dígito. En cuanto a los envases y embalajes metálicos ligeros, el aumento en el último ejercicio fue de 19,3 puntos, casi seis más del registrado en 2021. Todo ello ha sido repercutido en los costes de los productos, elevando el valor del mercado.
Según los datos de Alimarket, con información de más de 45 empresas localizadas en nuestro país y dedicadas a la producción o comercialización de todo tipo de tapas, tapones y cierres, así como de sistemas de dispensado, pulverizado o difusión para alimentación, bebidas, cosmética y perfumería, droguería, farmacia e industrial, el sector de cierres y tapones en España superó los 1.200 M€ de ingresos en 2022, esto es, un 22% por encima de los datos del ejercicio anterior. Este crecimiento, sin embargo, se reduce al 7,5% en términos de volumen, quedando este avance además prácticamente limitado a los fabricantes de cierres y tapones para bebidas o para envases de cartón complejo, que han incrementado su actividad en el último año para dar respuesta a la mayor demanda de tapones solidarios, o bien, a los que trabajan para el sector de la perfumería y cosmética.
De esta forma, el mercado taponero habría crecido por segundo año consecutivo por encima del 10% (en 2021 el avance fue del 16,5%), una progresión estrechamente ligada en ambos ejercicios a la subida de los costes productivos trasladado al pvp final del producto a fin de minimizar la erosión de márgenes industriales. Aunque también influye el mayor precio de los cierres solidarios y del resto de modelos evolucionados que están saliendo al mercado, con un perfil eminentemente sostenible, bien por su diseño, o bien, por los materiales empleados.
Con vistas a 2023, las perspectivas son de una cierta moderación en la revalorización del mercado, según las primeras estimaciones de ingresos de los operadores, principalmente, porque se espera que se siga conteniendo el precio de la energía y del transporte y, sobre todo, de las materias primas, altamente volátiles pero a la baja en los últimos meses. En concreto, el valor del aluminio (uno de lo materiales más empleados en la industria taponera) en la Bolsa de Londres (London Metal Exchange) cayó un 36% entre marzo de 2022 y marzo de 2023, situando su cotización en 2.265 $/t. En cuanto a los polímeros, el descenso experimentado por el crudo desde la segunda mitad del ejercicio 2022 redujo el coste de la mayor parte de las resinas empleadas (PEAD, PP, PS). Además, los operadores vaticinan una contracción de la demanda de algunos productos como resultado de la reducción del poder adquisitivo de los consumidores en todo el mundo tras las continuadas subidas de los tipos de interés y de la inflación, lo que debería contribuir también a moderar los precios. En este contexto, sólo queda por saber como incidirá en el mercado taponero el segundo gran asunto de relevancia en la actualidad del packaging: el efecto de los cambios legislativos recientemente aprobados en España y las normativas europeas de próxima entrada en vigor.
La nueva legislación impacta en el sector
Ya se apuntaba el pasado año que uno de los aspectos más a tener en cuenta a la hora de analizar el presente y futuro del sector del envase en general y del dedicado a la producción de cierres y tapones en particular era el relacionado con la introducción en el corpus legal español de la nueva legislación en materia de economía circular, como resultado de la incorporación a la normativa española de las directivas de la Unión Europea en este campo.
Primero fue la aprobación de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, a la que la Cámara Baja dio luz verde en marzo del pasado ejercicio y que contenía el artículo bautizado como “impuesto al plástico”, en vigor desde el pasado 1 de enero de 2023 y uno de los puntos que está generando más impacto en el sector. Este tipo impositivo buscaba gravar todos los envases no reutilizables que contuvieran plástico virgen en su composición, incluyendo los productos destinados al cierre, así como las materias primas de embalaje secundario como los films o las bolsas, muy empleadas por la industria. Se establecía el pago de 0,45€ por cada kg de plástico virgen utilizado, una tasa obligatoria para todos los fabricantes primeros del packaging, si éste se fabricaba en España, así como para los importadores o compradores intracomunitarios de envases y productos envasados en plástico, lo que obliga a llegar una contabilidad diferenciada en función de si el producto se destina al mercado español (sujeto a impuesto) o a terceros países (exento de él). Igualmente, en el caso de que el producto sea importado se debe declarar el volumen y tipo de packaging plástico que entra en el mercado español.
La aprobación de esta tasa por parte de España (primer país europeo en implantarla) ha supuesto “un gran impacto”, en palabras de los operadores, principalmente, a nivel competitivo, puesto que les deja en desventaja frente al resto de fabricantes extranjeros, pero también a nivel económico por las reticencias que están encontrando entre algunos de sus clientes para asumir este sobrecoste, lo que ha obligado a algunas empresas a absorberlo. Y a esto se suma una carga administrativa extra para revisar el catálogo y certificar el contenido de plástico no reciclado de cada producto, además de hacer necesario adecuar sistemas o facturas a esta nueva normativa. Igualmente, ha motivado redefinir los procesos de compra, rediseñar los productos o, incluso, acelerar inversiones para, entre otros, aumentar el uso de materiales reciclados en el proceso productivo u optimizar costes productivos.
Además del “impuesto al plástico”, el cierre de año trajo también la aprobación por parte del Consejo de Ministros de la RD 1055/2022 de Envases y Residuos de Envases, una norma orientada a reducir la generación de residuos de envases y que incluía también medidas de reducción del uso de plásticos vírgenes. Igualmente, se incluía un capítulo para fomentar el uso de envases reutilizables en el sector bebidas; se establecía un sistema de depósito, devolución y retorno para la recuperación de estos envases, y se creaba la figura de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que implica cambios en los Sistemas Colectivos de la Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP) de envases domésticos. Además, este Real Decreto desarrollaba también algunos aspectos de la Directiva de la UE 2019/904 sobre plásticos de un solo uso para envases, en la que figura la obligatoriedad de que los tapones permanezcan atados al envase en todos los envases de un solo uso con capacidades por debajo de 3 litros a partir de junio de 2024.
La mayor parte de los operadores coinciden en que cualquier avance en cuestiones medioambientales es necesario, aunque consideran que también lo es educar a los consumidores para que estas medidas sean realmente efectivas para la minimización de los residuos o el aumento de la recogida selectiva. En cualquier caso, adecuarse a la nueva legislación se está convirtiendo en el principal caballo de batalla del sector, no sólo en la industria de los cierres y tapones, sino en todo el ámbito del envase y embalaje en general. De hecho, así se manifestaba en el Informe 2023 sobre innovación y sostenibilidad en packaging publicado por Alimarket el pasado mes de febrero. El 65% de los encuestados aludía a la burocracia para hacer frente al nuevo marco legal en aspectos como el “impuesto al plástico” como su principal preocupación para 2023
El sector lácteo, pionero en el uso de cierres solidarios en España
Esta nueva legislación, como ya se apuntaba, ha hecho también oficial la trasposición a España de la norma comunitaria 2019/904, una de las que más impacto tiene en el mercado taponero, en tanto en cuanto le apunta directamente, y que entrará en vigor en junio de 2024.
Desde hace casi tres años, esta normativa ha venido vehiculando las decisiones empresariales e inversiones de una parte muy importante de la industria taponera en nuestro país, concretamente, de la dedicada a la producción de cierres plásticos para envases de bebidas, que representa alrededor del 25% del total. Todas estas compañías, integradas principalmente en grupos multinacionales, han trabajado en los últimos años para adaptar sus modelos a la nueva normativa o desarrollar nuevas referencias y, sobre todo, para dotarse de capacidad productiva que hiciera posible esta transición. Estos trabajos, sin embargo, apenas están teniendo visibilidad en el mercado español, donde el desembarco de estos cierres se está realizando con cuentagotas. Esto, precisamente, genera una duda relevante: ¿se llegará a tiempo para hacer el cambio completo de todos los cierres antes de junio de 2024?.
“La industria de nuestro país estará lista para cumplir con el plazo legal. Algunos actores ya han lanzado al mercado este tipo de cierre y, si bien en un primer momento, el consumidor se muestra reticente al uso del mismo, entendemos que el hábito continuado disipará estas dudas iniciales” opinan desde Zeller Plastik, una de las filiales en España del grupo norteamericano Berry Global, dedicada a la producción de tapones de plástico y sistemas de dispensado y dosificación para alimentación, cosmética y perfumería y droguería y cuidado del hogar. La propia compañía está trabajando en este ámbito con el desarrollo para este 2023 de un nuevo tapón solidario para el mercado de aceites y vinagres, que llegará después de años de inversión en I+D y en ampliación de capacidad productiva. De hecho, para el bienio 2022-2023, ha estimado un desembolso de 2 M€ para el desarrollo de nuevos moldes de inyección para sus nuevos modelos (además del cierre ya referido, ha lanzado recientemente un tapón aligerado para salsas y prepara otro para el mercado cosmético) y la incorporación de nuevos equipos y maquinaria industrial. Además, el grupo al que pertenece es el responsable directo de la fabricación de los primeros tapones solidarios que la multinacional Coca Cola está incorporando progresivamente a las botellas de 50 cl, 1l, 1,25 l y 2 l de sus bebidas ‘Coca Cola’, ‘Fanta’, ‘Sprite’ y ‘Nordic Mist’ en varios países europeos, incluyendo España. En concreto, Berry ha suministrado más de 400 M de cierres solidarios a las plantas de embotellado que la multinacional de bebidas tiene en España, Alemania y Reino Unido, y prevé seguir distribuyendo estas referencias al resto de plantas europeas de Coca Cola desde su fábrica en Italia. Se trata de una solución basada en el cierre bisagra de Berry ‘CompactFlip’, al que se añade un tapón ligero de 26 mm adecuado para el cuello GME 30.40.
Con este lanzamiento, Coca Cola se ha convertido en uno de los primeros operadores del universo de bebidas que ha apostado en España por adelantar el uso de cierres solidarios en sus productos a la entrada en vigor de la ley. El resto de embotelladores no se han decidido todavía a dar el paso, principalmente, por el alto coste que supone adecuar las máquinas de envasado a estos nuevos modelos, lo cual es especialmente relevante en el contexto socio económico actual. Además de que los consumidores siguen mostrando cierto rechazo a estos cierres, de los que se cuestionan aspectos de su funcionalidad o de su conveniencia, así como de la experiencia de consumo que ofrecen.
Por contra, la industria láctea se ha decantado por ir introduciendo a los consumidores en su uso. De hecho, marcas como ‘Lauki’, ‘Pascual’, ‘Puleva’ , ‘El Buen Pastor’ o ‘Central Lechera Asturiana’ ya han incorporado cierres solidarios en algunas de sus referencias.
Detrás de estos lanzamientos está principalmente Tetra Pak, para la que el desarrollo de estos nuevos cierres forma parte de las actuaciones de innovación destinadas a lograr “el envase del futuro, el más sostenible del mundo”. En total, ha estimado un desembolso global de unos 400 M€ en los próximos años para investigación, desarrollo e implantación de estas soluciones de cierre en sus envases de lácteos, zumos y aguas, un proceso que sigue avanzando con cinco modelos ya en el mercado e importantes inversiones industriales en tres de sus plantas. En concreto, tiene en marcha un desembolso de 100 M€ en su fábrica francesa de Chateaubriant y está dotando de maquinaria también su planta italiana de Sezzadio, así como su centro de Alcalá de Guadaira (Sevilla), gestionado por su filial Tetra Pak Closures Spain. En ésta está ejecutando una inversión de 60 M€ para reemplazar la mayor parte de las 21 líneas de producción actualmente operativas. El proyecto lleva en marcha desde 2019 y finalizará en 2024 y, por el momento, ya está en funcionamiento una de estas nuevas líneas y otras tres están en fase de validación, todas ellas con capacidad para fabricar estas piezas también en azúcar de caña, lo que, unido a su menor peso respecto a los tapones estándar, reduce la huella de carbono de la pieza. Una vez que estén concluidos estos trabajos, la planta verá incrementada además su capacidad productiva, puesto que las nuevas líneas están automatizadas y ofrecen mayor eficiencia que las actualmente operativas. Por lo pronto, para este 2022, la compañía prevé lograr una producción de 6.500 M ud, si bien, el volumen de cierres solidarios es todavía relativamente pequeño. En cuanto a los modelos de cierre que fabrica, se trata de ‘Helicap TM 26 Pro’, ‘Helicap TM 23 Pro’, ‘LightWing 30’ y ‘Screw Cap C38 Pro’, todos ellos para los envases de lácteos y zumos fabricados por su matriz.
Tetra es, por el momento, la única de las tres especialistas en estos envases que ha introducido en España sus nuevos desarrollos, aunque tanto SIG como Elopak trabajan también en nuevos modelos. De hecho, para SIG, la transformación de sus cierres tradicionales a solidarios es “el mayor proyecto de inversión en cierres nunca realizado”, tanto de forma directa, en las instalaciones que tiene para la producción de cierres en Suiza y Arabia Saudí, como en la red de partners con la que trabaja para producir localmente. En el caso de España, si bien tiene filial comercial para la distribución de soluciones para el envasado de cartón aséptico -SIG Combibloc- y ha ampliado su presencia tras la compra en junio de 2022 de Scholle IPN, mantiene un acuerdo para la producción de sus tapones con la tarraconense Plásticos Castella (Jabil Packaging Solutions). Ésta ya ha comenzado a dotarse de capacidad para la producción de los cierres solidarios de SIG dirigidos al mercados español, que podrían ver la luz en 2023, una fecha marcada en el calendario por la compañía, que ya tiene seis modelos de cierres solidarios en diferentes estadios de desarrollo. De hecho, presentó a finales de 2022 los primeros tapones unidos ‘CombiSwift’ y ‘DomeTwist’ para una compañía láctea alemana y una fabricantes de zumo centroeuropea, respectivamente.
En cuanto a Elopak, a mediados del pasado ejercicio, presentó oficialmente ‘Pure Twist Flip 29i’ para sus envases de lácteos ‘Pure Pak’, un tapón que es el más liviano de cuantos tiene en catálogo. En su desarrollo ha contado con la colaboración de la luxemburguesa United Caps, presente en España a través de United Caps Llagostera, y que, además de este desarrollo adhoc para Elopak, ha lanzado recientemente el modelo estándar ‘23 H-Pak’, un tapón de 3 piezas para envases de cartón complejo que es compatible con las actuales líneas de envasado y que incluye un precinto a prueba de manipulaciones y una función inteligente de primer uso para crear un punto de acceso óptimo, así como un borde cortante atraviesa del orificio prelaminado sin esfuerzo. No es la única novedad de United Caps en el campo de los cierres solidarios. Ha presentado igualmente una nueva familia dentro de su gama ‘UCTC’, formada por aquellas referencias solidarias fabricadas con resinas certificadas ISCC+. Se trata de ‘Fit for a King’, dentro de la cual figuran las versiones ‘Crown Jewel’ (solución moldeada prémium) y ‘No Drama Queen’ (solución ranurada), disponibles para todo tipo de cuellos y para bebidas sin gas, carbonatadas, zumos y lácteos.
Nuevas inversiones incrementan la capacidad instalada para cierres solidarios
Al igual que United Caps, prácticamente todas las taponeras están renovando sus portfolios para incorporar referencias solidarias adecuadas a diferentes sectores, principalmente, aguas, zumos o lácteos. Es el caso de la alemana Bericap, que sigue adaptando su modelo de cierre solidario ‘ClipAside’ a diferentes diámetros e industrias, gracias a la buena acogida que está teniendo entre los consumidores y los envasadores por su flexibilidad y compatibilidad con la mayoría de cuellos de botella existentes, así como por la facilidad para adaptar a éstos las actuales líneas de envasado. Sobre este desarrollo, presentará durante 2023 una gama de tapones solidarios para aguas en cuello PT 29/25; dos nuevos modelos de tapones solidario para aguas, zumos y lácteos con cuello PT 38/15, y una nueva gama de tapones solidarios para envases de cartón complejo. Estas referencias, junto con uno nuevo tapón extensible para aceites lubricantes, en tamaño 50 mm, completan las novedades de Bericap para este ejercicio, también en nuestro país, donde su filial Bericap España sigue dotándose de capacidad industrial para hacer frente a la demanda previsible de estas referencias en los próximos años.
La de Bericap es solo una de las inversiones que se están realizando para la producción de tapones solidarios para bebidas, lácteos y aceites. De hecho, basta con revisar el listado de las principales inversiones del sector que acompañan este análisis. El 55% de los casi 170 M€ que está invirtiendo el sector entre 2022 y 2023 tienen por objeto desarrollar nuevos moldes o incorporar maquinaria para estos cierres. No obstante, como salvedad a estas cifras, faltan por incluir los desembolsos que finalmente realizarán en sus proyectos tanto Axilone Metal como Grupo Torrent, y en la cifra indicada para Tetra Pak se incluye la inversión que viene efectuando en estos cierres desde 2019. En cualquier caso, sirve para hacerse una idea del impacto que ya está teniendo esta norma en la industria.
Pionera en el desarrollo de nuevos modelos atados es la guipuzcoana Betapack que, en el último año, ha registrado un crecimiento del 29% en sus ventas tanto por el incremento de precios como por el efecto de las ventas de estas nuevas referencias en su cifra de negocio. La compañía lanzó sus primeros modelos solidarios en 2019 y, desde entonces, ha venido dotándose de capacidad productiva y evolucionando estos modelos para poder encabezar esta transición. De hecho, tras lanzar nuevas versiones de su modelo de cierre a rosca ‘Inova’ para zumos y yogures de beber en 2022, prevé desarrollar las versiones para yogures de beber de sus modelos tipo snap ‘Pelican’ y ‘Goeland’ durante este curso, así como lanzar una familia de tapones solidarios a rosca para aguas en cuello estándar 29/25 mm. A nivel fabril, por su parte, para 2023, ha presupuestado 12 M€, que se sumarán a los 7 M€ dedicados en 2022 a introducir nuevas líneas de producción de referencias tethered así como a mejorar su eficiencia energética, renovar maquinaria e incorporar nuevos almacenes. En términos generales, la compañía prevé que el 80% de la producción que realiza en su planta de Irún (Guipúzcoa) corresponda a estos modelos. Queda fuera de este proyecto, por tanto, su centro de Brasil, operado por su filial Mirvi. Pese a la dimensión y trascendencia de esta iniciativa, Betapack sigue además trabajando en incorporar materias primas sostenibles (green PE y bío PE) para tapones para envases de cartón complejo, y en emplear materiales procedentes de reciclado químico.
La alicantina Manufacturas Inplast (Wisecap) también sigue aumentando el número de líneas operativas para cumplir con la nueva normativa europea. En su caso, el presupuesto para este ejercicio es de 3,5 M€, gracias a los cuales también optimizará sus sistemas logísticos internos. De esta forma, ya son más de 7 M€ los destinados en los últimos años por la compañía a ganar capacidad para responder a este nuevo requerimiento normativo, así como al desarrollo de nuevas referencias de este tipo, lo que dará como resultado que, durante este ejercicio, se encontrará ya en disposición de servir todos sus tapones en formato solidario. Sin embargo, apenas el 20% de su producción prevista para este curso (5.103 M tapones) corresponderá a estos cierres. Y de igual forma está actuando Closure System International, integrada en el grupo neozelandés Pactiv Evergreen, y especializada en la producción de cierres plásticos para bebidas refrescantes con gas, zumos, cervezas y aguas. Desde 2021, esta compañía está acometiendo en su centro de Sant Cugat Sesgarrigues (Barcelona) millonarias inversiones para ampliar su capacidad de producción de cierres solidarios. Concretamente, durante este curso prevé destinar 1 M€ para convertir sus líneas de tapas de 38 y 28 mm a cierres solidarios, que saldrán al mercado durante ese ejercicio. Su objetivo es que, en 2023, el 60% de la producción realizada en esta planta (3.000 M ud) corresponda a estos tapones.
Axilone Metal y Plastin estrenan instalaciones
La relevancia que tiene para el sector la transición hacia estos nuevos modelos a nivel industrial y comercial eclipsa en cierto modo el resto de iniciativas industriales llevadas a cabo en otros sectores ajenos a esta normativa, como puede ser el vinculado a la cosmética, también en auge, especialmente, a nivel internacional. De hecho, desde la irrupción de la pandemia, la demanda de productos de perfumería y cosmética está creciendo en todo el mundo, principalmente, dentro del segmento más prémium, lo que ha animado a muchas compañías a acompañar estas positivas previsiones con nuevas inversiones para ampliar capacidad.
Es el caso de Axilone Metal, filial en España del grupo Axilone, propiedad desde 2018 del fondo de inversión chino Citic Capital Holding. Especializada en la producción de tapas metálicas y otros elementos de embellecimiento para envases de perfumería y envases para pintalabios, la compañía prevé abrir en 2025 una segunda planta de producción en Sant Pere de Torelló (Barcelona), junto a su centro actual. Serán en total unos 12.000 m² que le permitirá responder al crecimiento previsto para los próximos ejercicios, especialmente en el exterior. En marcha se encuentra también el nuevo edificio que está levantando la barcelonesa Virospack. La especialista en la producción de droppers y otros envases para cosmética, perfumería y farmacia ha venido realizando millonarias inversiones en los últimos años para renovar su maquinaria e instalar líneas más eficientes y productivas; aumentar su autonomía energética (con la puesta en marcha de una instalación geotérmica); crecer en los mercados asiáticos (con la apertura de un centro logístico en China); mejorar su logística también en España con un nuevo almacén, y, sobre todo, poner en marcha el ya mencionado nuevo edificio sostenible y certificado, que ha absorbido buena parte de las inversiones de 30 M€ realizadas entre 2021 y 2022 por Virospack y que abrirá sus puertas en este 2023 en Badalona, tras recibir nuevas inversiones.
Algo inferiores son los desembolsos que Grupo Silgan prevé realizar en dos de sus filiales presentes en nuestro país: Silgan Dispensing System Barcelona y Silgan Dispensing System Covit Europe, ambas con presencia en el sector de la perfumería y la cosmética, principalmente. La primera de ellas está incorporando nueva maquinaria a su fábrica de Barcelona para el desarrollo de nuevos proyectos, con un desembolso previsto entre 2022 y 2023 de 7 M€. En cuanto a la antigua Covit, sigue automatizando sus procesos internos y ampliando la capacidad de su planta de Torelló (Barcelona), con una inversión de 3 M€ en los dos últimos años. La también barcelonesa Costertec, por su parte, ha presupuestado 1,8 M€ para seguir incorporando nuevos moldes y maquinaria durante este curso con el objetivo de potenciar el crecimiento de su actividad como fabricante de vaporizadores para perfumería y bombas y válvulas para aerosoles. Esta cifra se unirá a los casi 3 M€ destinados por la filial del grupo italiano Coster en nuestro país a este mismo objetivo desde 2020.
Por último, es preciso reseñar también los proyectos de la fabricante de cierres plásticos para perfumería, cosmética, farmacia y gran consumo Plastin, del gaditano Grupo Torrent y de la barcelonesa Menshen Iber. En el caso de Plastin, prevé inaugurar durante este 2023 sus nuevas instalaciones productivas y de almacenamiento de Manlleu (Barcelona), tras haber invertido 5 M€. Gracias a ello, verá multiplicado por cinco su capacidad y tendrá espacio para abordar nuevos negocios. En cuanto a Torrent, además de millonarias inversiones en la incorporación de placas solares a sus instalaciones, transformación digital, innovación en procesos y productos con nuevas referencias más sostenibles y optimizadas, así como en la ampliación de sus centros de I+D (Torrent Innova y Torrent Lab) y de su centro de molde (Torrent Mold), la compañía está ampliando sus instalaciones en Jerez de la Frontera, tras haberse hecho con nuevos terrenos en el polígono industrial en el que está ubicada. En este nuevo espacio, prevé ampliar su espacio de producción y logístico, con una inversión de más de 7 M€. Por último, Menshen Iber también está levantando una nueva nave de producción cerca de sus instalaciones de Molins de Rei (Barcelona), un proyecto que está absorbiendo buena parte de los 7,5 M€ desembolsados por la compañía en 2022 y 2023. Todavía está por definir qué actividades incorporará esta nueva planta, que se espera que pueda ayudar a la compañía a avanzar también en sus proyectos de innovación dentro del campo de la alimentación y la droguería y cosmética.
Avances en ecodiseño
Estas inversiones industriales se suman a los importantes desembolsos en materia de innovación desarrollados por el sector, un aspecto que, desde hace años, está íntimamente unido a la sostenibilidad. La palabra ecodiseño es la más repetida a la hora de hablar de tendencias, un concepto que abarca desde la reducción de pesos hasta la funcionalidad y conveniencia, el nivel de reciclabilidad y la incorporación de nuevos materiales. Las 3 Rs (reducir, reciclar, reutilizar), por tanto, se imponen a la hora de desarrollar nuevos modelos, aunque sin dejar de lado los requisitos básicos de los envasadores: seguridad, rendimiento en línea y versatilidad, incluyendo en ésta su adecuación a los nuevos modelos de comercio, incluyendo el e-commerce.
Dentro de este ámbito, en el segmento de bebidas se ha definido un nuevo estándar de cuellos de botella, más reducido. Se trata del cuello GME 30.40 desarrollado por el CETIE, al que ha seguido el GME 30.37, en ambos casos, para tapones de 26 mm y preparados para los nuevos modelos de cierres solidarios. Vienen a sustituir a algunos de los cuellos más extendidos del mercado como el PCO 1810 o el PCO 1881, y compañías como Bericap o Berry Global están metidas de lleno en la adecuación de sus cierres a estos nuevos estándares, que reducen el uso de materiales en su fabricación.
La sostenibilidad también se ha traducido en un incremento del uso de plásticos reciclados de posconsumo (PCR) y bioplásticos como materias primas. Esta práctica está cada vez más extendida entre los fabricantes de piezas plásticas para droguería, cosmética y perfumería, pero también entre los operadores del sector alimentario. Sin ir más lejos, el grupo ITC Packaging ha colaborado con la también alicantina Bonnysa en lanzar una tapa para tomate relleno fabricado en PP biocircular, procedente de desechos orgánicos procesados.
El problema del uso de estas materias primas es, no obstante, su disponibilidad en cantidad y calidad suficiente como para poder asumir las necesidades de la industria. Y eso que las previsiones de la patronal del sector europeo de fabricantes de bioplásticos calcula que de aquí a 2027 el nivel de bioplástico fabricado podría aumentar en 4,7 Mt, alcanzando los 6,3 Mt, frente a los 2,2 Mt fabricados en 2022. En cuanto al plástico reciclado, los problemas de suministro son similares, especialmente, en el último año, en el que los altos costes energéticos han hecho que se redujera el reciclado mecánico de envases en Europa. Sin embargo, su demanda sigue creciendo y se calcula que en 2030, más de 1,7 Mt de polímeros vírgenes serán sustituidas por plástico reciclado mecánicamente.
Pese a las dificultades que presenta ajustar la oferta de estas materias a las necesidades de la industria, la mayor parte de los fabricantes de envases o complementos (como los tapones) se han marcado objetivos muy ambiciosos en este campo. Por ejemplo, Alpla quiere que su embalaje sea totalmente reciclable para 2025 y que el material reciclado posconsumo represente el 25% del total utilizado en su proceso productivo. Para ello, está invirtiendo 50 M€ cada año en actividades de reciclaje, con la compra, incluso, de plantas especializadas en reciclado de plástico, con el propósito de duplicar su volumen de producción de materias primas procedente de reciclado en 2026. Otras compañías están desarrollando también sus propios polímeros a base de producto reciclado, como es el caso de SP Berner, que lleva diez años transformando en su planta de materiales reciclados residuos plásticos y posindustriales en nuevos materiales para sus productos gracias a la tecnología “SP-Endless Lifecycle”.
El uso de PCR se está extendiendo principalmente en el sector de la cosmética, donde triunfa también el desarrollo de cierres para envases rellenables y monomateriales, sin olvidar cuestiones intrínsecas a estas piezas como es el diseño, la precisión o la generación de experiencias en el consumidor. Es el caso de Silgan Dispensing System, que se ha propuesto incorporar el ecodiseño a todos sus productos, con la tecnología ‘Piroutte’ (dispensadores de fragancia con cierre roscado) como punta de lanza, ya que permite a las marcas de perfume ofrecer envases reutilizables a sus consumidores, con la incorporación de sus bombas para fragancias ‘Melodie’. Otras de sus novedades han sido las piezas ‘P2000’ para cuidado personal, en las que se usan resinas recicladas; los dispensadores ‘ReVive’ de gran tamaño y fabricados íntegramente en plástico, o ‘Pearl’, para cuidado facial y fabricada al 100% en poliolefina reciclable con la tecnología patentada ‘LifecycleTM’, que ya está siendo empleada por Silgan a nivel mundial para otros productos como la pistola difusora ‘SP05TM’.
Virospack, por su parte, ha optado por lanzar varias referencias de productos fabricados íntegramente en un único material, así como cuentagotas producidos con material reciclado y 100% reciclables o su nueva gama de cuentagotas hechos en madera y disponibles también con rosca. Recientemente, la compañía barcelonesa ha presentado también su renovado sistema ‘Duomix’, de dispensado de polvo para cosméticos formulados con dos componentes diferenciados, que mejora en diseño y capacidad a las versiones anteriores. Quadpack sigue igualmente aumentado su oferta sostenible gracias, por ejemplo, a la colaboración con Aptar para el desarrollo de una barra de labios recargable y fabricada en madera, basada en su desarrollo ‘Woodacity’, cuya oferta ha seguido creciendo con el envase para cosmética ‘Idol Woodacity Solo Twist Compact’ , de menor tamaño, rellenable y con tecnología de cierre solo twist. Igualmente, ha ampliado sus soluciones fabricadas en PCR, con ‘Multistick’ o con el envase ‘Gala’ (en pet reciclado), y aquellas recargables, como la familia ‘Regula’, que ha crecido una nueva solución de envase y tapa reciclable, recargable y monomaterial, o la nueva gama de lápices ‘Light me Up’. Rafesa, por su parte, también está intentando reducir espesores e incorporar progresivamente más porcentaje de PCR a sus envases, con el desarrollo de productos como la línea ‘Zeno in Pack’, formada por envases refill y otros fabricados en plástico y vidrio reciclado para cosmética. Por último, la también barcelonesa Pujolasos, especializada en cierres de madera, ha desarrollado ‘P-Refill’, un nuevo modelo de envase reciclable y reutilizable para la industria cosmética, fabricado en madera, libre de pegamentos y compatible con algunos de sus últimos desarrollos de tapas (‘Woodle’ o ‘Woon’).
En cuanto a alimentación y otros sectores como la droguería o la farmacia, destacan los lanzamientos de Menshen Iber, que ha puesto el foco en el desarrollo de una base para envases flexibles monomateriales, aprovechando su posición como especialista en cierres weldspout. Se trata de ‘Lotus’, una solución cuyo diseño evita los problemas de rotura que presentaban los doypack durante el proceso de soldadura, con lo que se logra maximizar la eficiencia del proceso de envasado. También para este segmento, Mespack ha colaborado con la norteamericana Hoffer Plastics para lanzar una solución innovadora y sostenible de cierre para doypack (‘P-15’), con menos plástico y compatible con envases monocapa. Siguiendo en el mercado alimentario hay que reseñar las novedades de Fizzycaps, una nueva sociedad que ha llegado al mercado taponero con una nueva generación de tapones sostenibles, fabricados en un único material y 100% reutilizables, reciclables y recuperables. A la cabeza de todas ellas se encuentra ‘Fizztirage’, fabricado en PE reciclado y que sustituye el obturador y el tapón corona que los fabricantes de cava emplean en la primera fermentación de los vinos espumosos. Además de ‘Fizztirage’, la compañía está probando otro modelo de cierre para vinos, refrescos o cervezas (‘Fizzycrown’) y mantiene en fase piloto otros desarrollos para vinos espumosos en botella de 75 cl (‘Fizzypop’ 29 mm), vinos espumosos pequeños (‘Fizzypop’ 26 mm) o para botellas de pet de menos de 3 l (‘Flipzzy’). Por último, la alemana Weener Plastik ha desarrollado nuevos sistemas de aerosol: ‘Ultimate Spray System’ (con inserto en PP, que se puede quitar. Se trata de un producto monomaterial y que puede ser producido en PCR) e ‘Integrated Spray Technology’, de una pieza y con inserto integrado, y Aptar ha lanzado, entre otros, un nuevo spray nasal reciclable (al no contar con piezas metálicas); la bomba ‘Future’(fabricada íntegramente en PE), nuevas soluciones de dispensado con hasta un 46% de PCR en su composición, y una nueva generación de dispensadores para alimentación que mejora el vertido y el control de flujo, reduciendo el desperdicio, eliminando láminas barrera o mejorando la conveniencia al permitir su apertura con una mano.
El segmento prémium ofrece nuevas oportunidades
Además de la sostenibilidad, el lujo sigue siendo otro de los grandes driver del mercado, especialmente si hablamos de sectores como la cosmética o los licores. Bien lo saben en Grupo Torrent, que está cada vez más enfocado hacia soluciones de cierres sostenibles y prémium para aceites, licores, espirituosos o vinos, apostando además por el desarrollo de proyectos adhoc para cada cliente. “Cada vez la industria demanda tiradas más cortas y más personalizadas para compañas concretas de soluciones de cierre prémium”, apuntan desde el grupo gaditano. Destacan en este segmento, por ejemplo, los bartops (cierres de corcho con cabeza), con alta demanda en el mercado de los spirits. Precisamente, Torrent es uno de los grandes especialistas en este producto gracias a su división de corcho pero otra compañía como Crealis (nueva denominación de Rivercap tras su compra por parte de Enoflex) también ha visto las posibilidades de este producto. Por ello, ha comprado recientemente tres sociedades en Portugal, especializadas en corcho, para poder ofrecer al mercado tapones con corona con corcho natural. Esta operación hay que incluirla en una tendencia que se está viendo en el mercado que habla de la compra de empresas de corcho por parte de fabricantes de piezas para estos tapones, para asegurarse la materia prima. Otras compañías que están apostando por este segmento del mercado son la italiana Guala y la alemana Alpla. En el caso de Guala, además de haber puesto en marcha una nueva fábrica en China para la cierres metálicos de espirituosos prémium para este país, ha adquirido también la italiana Labrenta, especializada en la producción de cierres de alta gama en distintos materiales (aluminio, plástico o corcho) para espirituosos, vinos, cervezas o aceites. En cuanto a Alpla, acaba de presentar dos desarrollos realizados desde su centro de Alemania para vinos espumosos y botellas de agua en vidrio, en ambos casos, con un posicionamiento prémium.
Los cierres metálicos ganan protagonismo
Este último desarrollo de Alpla se ha realizado en metal, un material que gana protagonismo en este nuevo contexto por sus virtudes en materia de reciclabilidad. Esto está haciendo que, por ejemplo, crezca el empleo de tapones corona también para nuevos productos, lo que está impulsando a compañías como José Combalía, referente en este segmento, con una facturación que podría llegar a los 30 M€ en este 2023, año de su centenario, tras haber consolidado su presencia como proveedor para productos como cervezas pero también otras como la kombucha, tanto en España como fuera. Está creciendo igualmente la demanda de cierres metálicos para vinos, especialmente fuera de España, y la de tapas tipo twist off, muy requeridas en la industria conservera y de alimentación infantil. En este campo, España es una de las grandes protagonistas, con presencia fabril en nuestro país de empresas como Eviosys, Ayrtac, Bemasa o Grumetal, todas ellas en crecimiento y con buenas perspectivas gracias en parte a la innovación de sus productos. Ésta se traduce, por ejemplo, en el lanzamiento por parte de Bemasa de un nuevo formato de tapa 70 DHB de falda media con escalón y botón de seguridad, mientras trabaja en nuevos desarrollos de tapas de fácil apertura y otras de falta alta para productos de valor añadido. La buena marcha del negocio de la murciana, tanto en España como en el exterior (donde cuenta con buenas perspectivas en mercados como el africano) le está haciendo replantearse incluso el importante proyecto de inversión anunciado hace unos años y orientado a ampliar nuevamente su capacidad productiva y sus instalaciones. La zaragozana Grumetal, filial del grupo francés Massilly, también está incrementando su negocio de tapas twist off tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, gracias principalmente al buen funcionamiento de las tapas libres de PVC, lo que le ha animado a seguir ampliando capacidad para este producto, con el objetivo de poder fabricarlas en todos los formatos. Para Ayrtac, por su parte, las tapas twist off fueron uno de sus principales motores en 2022, gracias a su entrada en nuevos países como Francia o Marruecos, aunque esté creciendo especialmente por la venta de maquinaria de cierre, tras el lanzamiento en 2022 de la tecnología ‘Oxyneg’, que garantiza el cierre de los botes con alto vacío.
La exportación cae por tercer año consecutivo
La buena evolución fuera de nuestras fronteras de Grumetal, Bemasa o Ayrtac contrasta con los datos de comercio exterior ofrecidos por el ICEX, que apunta a una caída del 8,8% de las ventas de cierres metálicos en el último ejercicio, frente al crecimiento del 2,9% de los plásticos y del 18,2% de los tapones corona. En total, las ventas de cierres y tapones fabricados cedieron por tercer año consecutivo (-4,8%), hasta los 162.336 t. Por contra, a nivel económico se registró un crecimiento del 27,8% por el fuerte aumento del precio (+34,1%), siendo, precisamente, las tapas de metal las que más se encarecieron, casi un 45%.
Pese a ello, sigue aumentando la tasa de exportación de buena parte de las fabricantes de cierres y tapones españoles. De hecho, compañías como Plásticos Transformados Josa han duplicado sus ventas exteriores en el último año, y esta partida ha crecido también en otras compañías ya referidas como Bemasa, Costertec, José Combalía, Grumetal, Inplast o Bericap. Plastin, por su parte, también ha visto incrementado su negocio en Europa vinculado al sector alimentario, al igual que Rafesa, que está potenciando su línea de perfumería para el mercado europeo. En cuanto a Bericap, su cifra de exportación creció en casi 5 M€ en 2022, y espera un nuevo avance para 2023, con la entrada en nuevos países asiáticos, africanos y de Europa del Este.
La evolución de la exportación está muy vinculada tanto al estado del mercado interior como al coste del envío al exterior, en un contexto en el que se apuesta principalmente por la proximidad al cliente. Ya se habló el año pasado de la apuesta estratégica de las compañías por la cercanía, con la creación de espacios de co-creación para favorecer el trabajo conjunto. Y muchas empresas siguen trabajando en este sentido como es Quadpack, que ha invertido en Alemania para satisfacer la demanda del mercado local y ampliar su capacidad de decoración y moldeo por inyección. Además, estableció un nuevo laboratorio en EEUU para ensayos de valor añadido con sus clientes de este país.
Verticalización del negocio
De forma paralela, se apuesta igualmente por integrar procesos y evitar así la externalización. Así, por ejemplo, Plamisa o Witte y Sola han decidido impulsar sus propias filiales dedicadas a la producción de tapones para sus envases. En el caso de Plamisa, entre sus planes está poner en marcha una división específica para la producción de cierres, una actividad que tenían hasta la fecha subcontratada, aunque el proyecto se ha paralizado. En cuanto la barcelonesa Witte Sola, ha instalado una nueva máquina de inyección y moldes de cámara caliente en su filial Amfer Transformación de Plásticos, dedicada a la producción de piezas plásticas y complementos para los envases de Witte y Sola y que, con esta inversión, incrementa hasta en un 49% su capacidad, de forma que puede responder al crecimiento registrado por su matriz en los últimos años.
Esto hay que incluirlo en una apuesta generalizada por el reajuste y la eficiencia productiva y el crecimiento orgánico que se vive en los últimos años en el sector, en el que apenas se han registrado operaciones de compraventa relevantes. Y este ejercicio no ha sido una excepción, tanto dentro como fuera de nuestro país. En el exterior, si bien se publicó que Cerberus Capital Management estaba barajando la venta del negocio de CSI en varios países (Norteamérica, Costa Rica y Japón), la operación no se ha cerrado por el momento. Y también en estudio se encuentra el proyecto de la alemana Lindal para lograr una integración vertical de su negocio de válvulas con nuevas adquisiciones. A este punto, su única operación fue adquirir la belga B4Plastics, especializada en el desarrollo de materiales biodegradables. Trabaja también para crecer en China, aunque se prevé que sea a través de una filial comercial. Impacto en nuestro país sí que tuvo la compra por parte de SIG de la estadounidense Schoelle IPN, propietaria de la fabricante de maquinaria de envasado Bossar Packaging, una operación que ha permitido a todas las sociedades aprovechar las sinergias existentes ofreciendo a sus clientes soluciones de envasado completas, incluyendo maquinaria y consumibles, además de incorporar el número de referencias en catálogo, puesto que mientras SIG es especialista en cartón complejo, Schoelle lo es envases flexibles. También ha tenido impacto en España la ya mencionada compra de Crealis de tres sociedades fabricantes de cierres plásticos y la adquisición por parte de Vinventions de la italiana Federfin Tech, especializada en la producción de cápsulas y tapas de aluminio para vinos, espumosos, aceites y licores y que, hasta esa fecha, estaba presente en España a través de la barcelonesa RB Packaging.