Pendientes de la construcción
El fortísimo descenso de la edificación residencial tuvo como consecuencia un freno total en la producción de materiales (cemento, ladrillos, cerámica, etc.), lo que repercutió de forma muy severa en la producción de palés. A pesar de lo negro que llegó a estar el panorama para muchas compañías, parece claro que lo peor ha pasado para el sector. En 2010, los palés y contenedores de madera (no se ha incluido en esta parte del reportaje a los fabricantes de cajas de menor tamaño, un producto muy vinculado al mercado hortofrutícola) consiguieron superar el tremendo bache de 2009 y en algunos casos prácticamente recuperar la caída de ventas de ese ejercicio. Así, según PuntoMarket, la pasada campaña este campo movió unas ventas de 169 M€, un 9,7% más sobre los 154 M logrados un año antes. La rápida recuperación sólo tiene un problema a la vista que es la imposibilidad de establecer un patrón definido no ya para los próximos ejercicios, si no para los meses que quedan para terminar el año. Pese a que el primer trimestre de 2011 ha sido positivo, la evolución es una incógnita.
El principal problema es la tremenda exposición del sector al mercado interno, ya que la exportación de palés y contenedores de madera es para muchas empresas casi una quimera y las pocas que consiguen vender al exterior muy rara vez obtienen más de un 5% de sus ingresos por este concepto. La estrategia más extendida en el mercado local ha sido centrar la actividad en la producción “a medida”, dados los bajos costes que supone en comparación con la fabricación “custom molding” de palés y contenedores plásticos. Otro modelo de negocio que ha proliferado es la compra-venta de palés usados, una forma de mantener un servicio de menor coste cuando el cliente no puede comprar producto de primera mano. Con todas las incertidumbres que existen, la mejor noticia que se puede dar sobre el sector es que los proyectos vuelven a ponerse en marcha. El más ambicioso es el que planea ejecutar Pallet Tama, de Sanchonuño (Segovia), que pretende iniciar en 2011 una inversión del orden de 9,5 M€ para aprovechar residuos de su actividad como fabricante de palés y tableros, y empezar a producir pellets de madera para combustión. Asimismo, el pasado año terminó un desembolso a dos años por valor de 3 M€ para instalar su segunda línea de serrado, que elevó su capacidad de autoabastecimiento en 100 m3 diarios más hasta un total de 350 m3/día.