Tras la desastrosa campaña de 2009 sólo había dos posibilidades para el sector de madera, o mejoraba sus cifras en 2010 o cerrarían la mitad de las compañías. Afortunadamente se cumplió la primera premisa y este campo pudo respirar aliviado. Como en el resto de áreas analizadas en este reportaje, la depresión que se vivió entre finales de 2008 y principios de 2010 tuvo su causa en la fuerte caída del consumo nacional y el desplome de la exportación, pero, a diferencia de los productos plásticos, las cuentas de las compañías no sufrieron el deterioro motivado por los vaivenes del petróleo. Asimismo, pese a que aquí también los pools se mostraron como una competencia insuperable, la simbiosis con este sector es más estrecha ya que los palés de madera tienen una vida más corta que los productos de plástico, lo que obliga a las empresas que prestan servicios pool a comprar más asiduamente a los fabricantes de embalaje de madera y salvar sus cuentas. Aún así, la principal debilidad del sector de madera, que no ha sido tan acusada en el producto plástico, se encuentra en su vinculación a la construcción.
Pendientes de la construcción
El fortísimo descenso de la edificación residencial tuvo como consecuencia un freno total en la producción de materiales (cemento, ladrillos, cerámica, etc.), lo que repercutió de forma muy severa en la producción de palés. A pesar de lo negro que llegó a estar el panorama para muchas compañías, parece claro que lo peor ha pasado para el sector. En 2010, los palés y contenedores de madera (no se ha incluido en esta parte del reportaje a los fabricantes de cajas de menor tamaño, un producto muy vinculado al mercado hortofrutícola) consiguieron superar el tremendo bache de 2009 y en algunos casos prácticamente recuperar la caída de ventas de ese ejercicio. Así, según PuntoMarket, la pasada campaña este campo movió unas ventas de 169 M€, un 9,7% más sobre los 154 M logrados un año antes. La rápida recuperación sólo tiene un problema a la vista que es la imposibilidad de establecer un patrón definido no ya para los próximos ejercicios, si no para los meses que quedan para terminar el año. Pese a que el primer trimestre de 2011 ha sido positivo, la evolución es una incógnita.
El principal problema es la tremenda exposición del sector al mercado interno, ya que la exportación de palés y contenedores de madera es para muchas empresas casi una quimera y las pocas que consiguen vender al exterior muy rara vez obtienen más de un 5% de sus ingresos por este concepto. La estrategia más extendida en el mercado local ha sido centrar la actividad en la producción “a medida”, dados los bajos costes que supone en comparación con la fabricación “custom molding” de palés y contenedores plásticos. Otro modelo de negocio que ha proliferado es la compra-venta de palés usados, una forma de mantener un servicio de menor coste cuando el cliente no puede comprar producto de primera mano. Con todas las incertidumbres que existen, la mejor noticia que se puede dar sobre el sector es que los proyectos vuelven a ponerse en marcha. El más ambicioso es el que planea ejecutar Pallet Tama, de Sanchonuño (Segovia), que pretende iniciar en 2011 una inversión del orden de 9,5 M€ para aprovechar residuos de su actividad como fabricante de palés y tableros, y empezar a producir pellets de madera para combustión. Asimismo, el pasado año terminó un desembolso a dos años por valor de 3 M€ para instalar su segunda línea de serrado, que elevó su capacidad de autoabastecimiento en 100 m3 diarios más hasta un total de 350 m3/día.
Más madera
La castellonense Maderas Vicente Castillo está completando una inversión por valor de entre 3 y 4 M€ que ha supuesto la ampliación de la factoría de 20.000 m2 a 32.000 m2, así como la capacidad productiva, que pasa de 2 M de palés a 4 M ud. Ebaki XXI prevé terminar en breve la instalación de su noveno secadero de madera, que empezó a montar a principios de 2011, y que ha supuesto un desembolso de unos 200.000 €. La fabricante de palés Aglolak está invirtiendo casi 1,5 M€ a la ampliación de la línea de tratamiento térmico y secado y a la renovación de una de las líneas de ensamblaje, que tendrá una capacidad de producción un 75% superior a la que sustituye y que estará operativa el próximo verano. El nuevo secadero tendrá una capacidad de 4.500 palés/ciclo y permitirá a la compañía tener la capacidad de secado adecuada después de que concluyera el acuerdo que mantenía con proveedores de Portugal, de donde recibía material presecado. Embalajes Cantabria por su parte, completó recientemente una ampliación de sus instalaciones valencianas de Sagunt (cuenta con otra sede en Polanco -Cantabria-) en 1.200 m2, hasta un total de 4.400 m2. Por su parte, la barcelonesa Tole Catalana prevé ampliar su capacidad productiva, para lo que invertirá unos 500.000 €.
La pasada campaña, Eco Green Palet también ejecutó inversiones, en su caso por valor de 300.000 €, para ampliar la zona de almacenaje de maderas. Asimismo, en 2009 entró en el capital de Unión Paletera de Levante, de Fortuna (Murcia), dedicada a la recuperación de palés de madera. Por último, la riojana Embalajes Novalgos invertirá durante el presente ejercicio unos 150.000 € para automatizar su línea de tapas de palés. A nivel empresarial se han producido pocas noticias de calado en este periodo y desde luego nunca compra-ventas. La barcelonesa Maderas San Vicente presentó concurso voluntario a principios de 2010 tras una fuerte caída de las ventas y la liquidez y consiguió resolverlo antes que terminara el año. La murciana Palets las Torres lo haría en diciembre de 2010, sin que se haya concretado la situación actual de la compañía. No tuvo tanta suerte Embalajes Moriana que, según las informaciones que han llegado a Alimarket, cerró sus puertas en los últimos meses de 2010.