El pasado año ha marcado un antes y un después en el sector del packaging. Pese a que la sostenibilidad se estaba convirtiendo desde hace años en la prioridad para los grandes actores de gran consumo es en 2019 cuando se ha hecho más patente que nunca la necesidad de soluciones urgentes que tiene ahora mismo todo el mundo del retail. Con un horizonte a largo plazo (2030) y otros más cercanos (2021 y, sobre todo, 2025), no hay prácticamente ningún brand owner que no hay hecho público su intención de abordar una profunda transformación en sus envases para hacerlos más sostenibles. El sector del plástico es el epicentro de este terremoto y busca evolucionar muy rápidamente para reducir su impacto ambiental, lo que pasa necesariamente por una mejora en todo lo referente al reciclado (mejorando procesos y aumentando los porcentajes de material recuperado posconsumo) e innovando en el desarrollo de polímeros procedentes de fuentes renovables.Para otros materiales, como el papel y cartón, el vidrio, el metal e incluso la madera, se abre una oportunidad de hora para disputar mercados y nichos al plástico a través de sus bondades particulares (fundamentalmente, su reciclabilidad, su menor impacto ambiental o incluso su capacidad de valorización), pero inevitablemente también buscan sus revoluciones particulares para mejorar aquellos aspectos de su proceso productivo o de gestión de residuos que todavía están por pulir. El informe ofrece un resumen de las estrategias puestas en práctica por los diferentes sectores del mundo del packaging tanto para renovar su catálogo como su forma de trabajar, con ejemplos concretos de las distintas empresas que configuran este mercado en España.