La industria del reciclado plástico se encuentra ante un escenario que puede cambiarla para siempre. Europa es consciente de que no se puede renunciar a los polímeros pero quiere que lo que hasta ahora un residuo pase a convertirse en una materia prima de valor, una idea que coincide con el gran objetivo de los recuperadores de estos materiales, interesados desde hace mucho tiempo en alcanzar un grado de circularidad similar al de otras alternativas como el metal o el vidrio. En un sector atomizado y dominado por el perfil familiar esta nueva etapa resulta atractiva para grupos de muy distinto perfil, desde la industria química a los fondos de inversión.