La demanda del mercado de galletas dulces y saladas va en aumento, lo que genera nuevas oportunidades para que los fabricantes de alimentos desarrollen y consoliden sus marcas. Según Global Industry Analysts, se prevé que el sector panadero y confitero internacional alcance en 2015 los 410.000 M$ en ingresos, y que el crecimiento se basará principalmente en las galletas saladas y las clásicas. Desde el punto de vista del envasado, la expansión de este mercado está impulsando la demanda de sistemas completamente automatizados que incrementan la eficiencia y permiten un procesamiento más higiénico. Además, la necesidad de equipos flexibles y soluciones a medida, junto con el apoyo de expertos, ayudará a los responsables de marca a aprovechar las oportunidades de mercado en productos de panadería y confitería y a satisfacer las diversas y cambiantes necesidades de los consumidores.
En ciertas regiones del Este y Sur de Europa, así como en Rusia, existe un mercado de galletas en claro crecimiento. Aquí ofrecemos algunas cifras que ponen de relieve las oportunidades de estos mercados. Según Euromonitor International, el índice de crecimiento anual compuesto (CAGR) previsto en el sector de las galletas a nivel internacional entre 2012 y 2017 es del 2,9%. Aunque en Europa Occidental se espera un crecimiento modesto (del 2,4%), en Rusia se prevé que el mercado crezca un 7,1% y en Turquía un 32,7%.
Para que los fabricantes cubran la creciente demanda de galletas, es importante que cuenten con sistemas de automatización del envasado fiables y flexibles. Los equipos deben estar diseñados para conseguir una producción de gran calidad que cubra la demanda actual y futura; al mismo tiempo, deben ser fáciles de utilizar y mantener. Además, la eficiencia general de los equipos (OEE) sigue siendo un factor importante en las decisiones de compra.
En un producto como las galletas, las tecnologías automatizadas eficaces con líneas de proceso de gran capacidad pueden compensar los márgenes de beneficio bajos. En los centros de fabricación, donde también es importante el espacio, las líneas automatizadas de alta velocidad permiten obtener una productividad mayor en un espacio más reducido. Como no hay dos fabricantes que tengan las mismas necesidades, es crucial recurrir a un proveedor que pueda proporcionar un sistema de envasado a medida de las necesidades específicas.
Costes laborales al alza
Los costes laborales de algunos mercados se han doblado en los últimos cinco años y la tendencia general es que los sueldos suban a medida que maduren los mercados emergentes. Otro de los factores que aumentan los costes es la formación, ya que es difícil encontrar personal cualificado. Por norma general, las líneas de envasado automatizadas requieren menos operarios que las semiautomatizadas. Reducen los costes laborales y permiten a los fabricantes asignar a los empleados tareas de nivel superior porque se van refinando las capacidades. Las nuevas líneas automatizadas también incluyen una interfaz hombre-máquina (HMI) práctica e intuitiva que reduce los períodos de inactividad necesarios para la formación.
Como muchas veces los fabricantes de galletas tienen que envasar distintos productos en la misma línea, los sistemas de envasado deben ofrecer la flexibilidad necesaria para tratar con distintos estilos y configuraciones de envasado. Actualmente, el 75% de las galletas se presentan en envases flexibles. Normalmente, para los envases de menos de 50 g se utilizan formatos de envasado apilado, y para los de entre 51 y 100 g se emplean tanto los formatos apilados como los de tipo "slug". En el caso de los envases de más de 100 g, la inmensa mayoría se envasa en "slug".
Debido al crecimiento en los mercados emergentes, los gustos de los consumidores cambian constantemente. La incorporación de tecnologías de envasado automatizadas diseñadas para obtener la máxima flexibilidad permite a los fabricantes realizar ajustes rápidos y sencillos y responder con prontitud a las demandas de los consumidores. Los equipos flexibles permiten a los fabricantes modificar la producción rápidamente para adaptarse a distintos niveles de protección de los productos y a las distintas características como, por ejemplo, poder pasar de los envases apilados a los de slug con períodos de inactividad reducidos. Por ejemplo, se pueden producir envases herméticos, a prueba de gas o con cartón corrugado alrededor de las galletas para evitar impactos mecánicos. Además, hay una gran variedad de tecnologías de sellado para distintas calidades de película. Para aumentar la producción y mejorar las marcas, conviene que los fabricantes de galletas y los responsables de marca recurran a la experiencia y al asesoramiento en el momento de comprar los equipos para asegurarse de que adquieren el sistema más eficaz y apropiado.
Un ejemplo de la evolución de la demanda del consumidor en los mercados emergentes es la tendencia al envase individual. Para muchos consumidores, la opción del envase individual transmite una sensación de frescura porque está hecho para que el producto se consuma de una vez, y el precio del envase es más asequible que el de envases más grandes. Los envases individuales también resultan más prácticos para los consumidores que disponen de poco tiempo, como los profesionales urbanos, o los que quieren controlar las porciones ingeridas o tomarse un tentempié sobre la marcha. En consecuencia, los envases individuales se están convirtiendo en uno de los formatos preferidos como envase primario de presentación en el punto de venta.
La automatización, garantía de seguridad
La preocupación mundial sobre la seguridad alimentaria va en aumento, lo que da lugar a nuevas normas y a una aplicación más estricta de las directrices existentes. De hecho, esta preocupación también afecta a los mercados emergentes, donde los fabricantes de alimentos se plantean la adopción de prácticas higiénicas adicionales. Las nuevas líneas automatizadas se han diseñado con una higiene más estricta. Ejemplos de esto son las estructuras de metal y los diseños optimizados que impiden que se introduzcan migas en agujeros y hendiduras. La automatización también es, intrínsecamente, más higiénica que las operaciones semiautomáticas porque no hay tantos operarios que entren en contacto con los alimentos, con lo que se reduce el riesgo de contaminación.
Los fabricantes de alimentos también están explorando nuevas opciones ecológicas para reducir los residuos y las emisiones de CO2. Esto incluye las películas biodegradables y los envasados ligeros mediante el uso de láminas más delgadas y un número menor de materiales. Estas opciones no solo son más respetuosas con el medio ambiente, sino que también contribuyen a la reducción de los costes generales sin sacrificar la calidad.
Algunos fabricantes de materiales de envasado también están desarrollando una nueva generación de películas "funcionales" de varias capas que incorporan hasta siete capas, en lugar de las tres capas del estándar actual. A pesar de las capas adicionales, en realidad estas películas son más finas debido a la nueva tecnología de extrusión. Esta nueva tecnología de películas de varias capas puede mejorar las propiedades de barrera que ayudan a proteger los productos del deterioro por rayos ultravioleta (UV), la humedad o la degradación del sabor.
La incorporación del envasado automatizado será crucial para el éxito de los fabricantes en su intento de satisfacer la demanda mundial de galletas de todo tipo. Ante todo, los fabricantes necesitan proveedores de tecnología de envasado que puedan asesorales y ayudarles a hallar la mejor solución para sus necesidades. Bosch Packaging Systems AG aporta más de 50 años de experiencia, con amplia experiencia en el envasado de galletas que los fabricantes pueden aprovechar para potenciar sus marcas y obtener mayores cuotas de mercado.