Cualquiera que opere líneas de producción modernas, como las de la industria del envasado, se enfrenta a la cuestión de si deben evaluarse los datos digitales de las máquinas, cómo y con qué fin. La respuesta a estas preguntas exige que los productores examinen detenidamente el gasto y el esfuerzo que requiere la digitalización, las preocupaciones en materia de seguridad y el pragmatismo de la producción diaria.
Las empresas de fabricación que quieran seguir prosperando en el mercado dentro de unos años ya no pueden permitirse ignorar la digitalización. Sin embargo, la revolución de la Industria 4.0 está planteando exigencias considerables, que van desde grandes inversiones y la creación de nuevos procesos hasta una amplia formación de la mano de obra. Especialmente en el negocio del consumo, ferozmente competitivo y en rápida evolución, es importante que los fabricantes de alimentos, cosméticos y bebidas sigan el ritmo de los avances digitales. En el futuro, el reto será producir no solo de forma rentable, sino también más sostenible en un contexto europeo con salarios comparativamente altos y una mano de obra cualificada cada vez más reducida.
La clave para una mayor sostenibilidad y eficiencia
Cuanto más eficiente funcione una línea de producción, menos residuos habrá de materias primas, productos y envases listos para la venta y más sostenible será todo el proceso de fabricación. Esto permite a las empresas mejorar su huella de carbono y es bien recibido por los consumidores. Hay que tener en cuenta dos factores clave para gestionar con éxito unos requisitos que cambian radicalmente: la automatización y la digitalización, ambos de la mano. Lo más probable es que la eficiencia y la sostenibilidad se consigan mediante procesos automatizados que puedan supervisarse continuamente de forma digital y ajustarse o mejorarse según sea necesario.
Especialmente con los grandes volúmenes de productos del sector alimentario y los bienes perecederos, cada parada imprevista de la máquina se traduce instantáneamente en rechazos de productos y mayores costes, incluyendo el tema ecológicamente cuestionable de los alimentos desperdiciados. El ambicioso objetivo de los productores debe ser, por tanto, lograr una producción impecable sin paradas imprevistas ni rechazos. Esto es difícil de conseguir sin un análisis preciso de los posibles puntos débiles, identificados mucho antes de cualquier parada imprevista. Y aquí es exactamente donde entra en juego la digitalización.
Un enorme potencial para aumentar la eficiencia
Las masas de datos generadas en las líneas de producción modernas representan una mina de oro virtual que puede explotarse con los conocimientos adecuados. La evaluación de datos a varios niveles hace que cada máquina sea transparente: proporciona información valiosa para optimizar los procesos existentes, información útil sobre cuándo y qué mantenimiento de los componentes individuales de la máquina debe llevarse a cabo, o incluso mensajes de error iniciales que indican un problema inminente. La clave está en seleccionar los datos importantes de entre la multitud de datos brutos individuales para luego condensarlos y extraer las conclusiones adecuadas. El Big Data es el punto de partida, pero es el ajuste fino el que aporta los resultados deseados y un aumento de la eficiencia, la calidad y la sostenibilidad. Existen numerosas oportunidades sin explotar y quizá incluso inimaginables para que los fabricantes consigan que su producción sea más rentable y esté preparada para asumir nuevos retos.
Uno de los temas de debate más frecuentes en la industria es el análisis de los datos de las máquinas. De hecho, es algo que promete muchas ventajas a los fabricantes, si no fuera por las cuestiones pendientes de la protección de datos y la seguridad jurídica entre los operadores de las máquinas y los fabricantes de las mismas. ¿A quién pertenecen los datos? ¿Quién está autorizado a almacenarlos, evaluarlos o incluso transmitirlos, y cómo? En principio, los socios deben firmar un contrato o una licencia para cada caso concreto. Las "Directrices para el uso de datos" definidas por la VDMA (Federación Alemana de Ingeniería), que incluye no sólo a empresas alemanas sino también de otros países europeos, ofrecen algunas orientaciones. En última instancia, sin embargo, se necesita un alto grado de confianza entre los socios comerciales, más aún cuando se trata de la delicada cuestión del control de la competencia.
Existe también un segundo obstáculo: la digitalización y la utilización de los datos no pueden llevarse a cabo sin el departamento informático de la empresa. Por muy diversos que sean los fabricantes, también lo son su arquitectura informática, sus estructuras de red y su correspondiente política informática, que establece las normas para el uso de todo el hardware y el software, incluido el procesamiento de datos, por parte de los empleados. En definitiva, se trata de un campo extremadamente complejo que requiere una gran pericia y sobre el que recae la principal responsabilidad de la seguridad de los datos. La disyuntiva entre protección y progreso en este punto es un difícil acto de equilibrio para todas las partes implicadas, incluidos los directores generales, los expertos en TI, los trabajadores cualificados y los operarios de las máquinas de producción.
El problema de la seguridad de los datos
Schubert, el fabricante de máquinas de envasado, lo ha experimentado directamente. Y ofrece a sus clientes la posibilidad de evaluar los datos brutos de las máquinas Schubert específicamente para ellos, por ejemplo, para eliminar fallos más rápidamente, introducir un mantenimiento preventivo o aumentar el rendimiento de una envasadora. Esto tiene lugar a través de un portal del cliente en el que se recopilan los datos y se presentan en diferentes análisis con distintos niveles de detalle.
Por tanto, los operadores tienen que decidir si conceden a Schubert acceso al portal del cliente a través de Internet para beneficiarse de los servicios. Uwe Galm, Director de Servicios al Cliente de Gerhard Schubert GmbH, informa: "La decisión a favor o en contra de nuestros servicios CARE digitales suele venir determinada por los distintos intereses de una empresa, la arquitectura informática existente y la política informática. A menudo vemos que ya se han realizado inversiones en digitalización. Sin embargo, a menudo no es posible, especialmente para las medianas empresas, acumular los conocimientos necesarios para permitir un análisis de datos estratégicamente significativo en la propia empresa, simplemente debido a la naturaleza exigente del tema. Nuestros expertos en servicios pueden colmar esta laguna".
Uwe Galm entiende que no hay que subestimar el factor humano: "Nuestra pasarela industrial GS.Gate, que hemos desarrollado conjuntamente, se instala en todas las máquinas nuevas de Schubert y cumple los últimos requisitos de seguridad informática al separar las redes de los clientes de Internet. Los datos de la máquina se recopilan en la pasarela de forma similar al edge computing y se muestran en el portal del cliente a petición de éste". Schubert sólo obtiene acceso al portal desde el exterior si el cliente está de acuerdo.
El fabricante de máquinas no solo ofrece un banco de pruebas con ejemplos reales de máquinas claramente ilustrados, sino también el uso gratuito del portal del cliente durante 30 días.